Author image

Jorge Alberto Gudiño Hernández

15/09/2018 - 12:03 am

¿Criticar por criticar?

Alguien comentó algo sobre la cuarta transformación. Yo me sumé a la crítica pues me parecía que mi interlocutor estaba en lo cierto. Acto seguido, una andanada de críticas contra mi postura estuvo a punto de sofocarme. ¿Cómo me atrevía a ser crítico de un Gobierno al que yo había apoyado para convertirse en tal?

Andrés Manuel López Obrador, Presidente electo. Foto: Saúl López, Cuartoscuro

Esta semana participé en una discusión que parecía bizantina. Fue dentro de uno de esos chats que surgen de la escuela de mis hijos. No era el grupo de papás de cada salón que se renueva cada año sino uno en particular, con media docena de participantes, que cada tanto nos convoca a cenar o a reunirnos. Somos, pues, amigos recientes. De esos que sustentan su amistad a partir de la de sus hijos y consiguen trascenderla. No somos, sin embargo, de esos a quienes acudimos cuando tenemos un problema grave, un conflicto emocional o queremos continuar un diálogo propiciado por una amistad fundada muchos años atrás; no es esa nuestra clase de intimidad.

Durante la campaña presidencial tuvimos desertores que no comulgaron con la idea de algún otro dentro del grupo. Los ánimos se encendieron, es verdad, pero con respeto. También con argumentos. Había una corriente que apoyaba el cambio y otra que optaba por la continuidad. No es difícil imaginar las descalificaciones o defensas hacia uno u otro candidato. A fin de cuentas, todos tienen una parte oscura. Tras la elección, apenas habíamos hablado del tema. Entre la contundencia del resultado y las vacaciones escolares estuvimos varias semanas en silencio. Esta semana se rompió al fin.

Alguien comentó algo sobre la cuarta transformación. Yo me sumé a la crítica pues me parecía que mi interlocutor estaba en lo cierto. Acto seguido, una andanada de críticas contra mi postura estuvo a punto de sofocarme. ¿Cómo me atrevía a ser crítico de un Gobierno al que yo había apoyado para convertirse en tal?

No transcribiré las intervenciones de cada uno de nosotros. Tampoco la discusión en sus puntos más enardecidos. Sin embargo, me atrevo a reproducir el argumento central de mi postura: critico aquello que me parece mal, intento fundar mi crítica con razones, sin importar que provenga de uno u otro político, partido o ideología. Así, me parece mala la consulta sobre el aeropuerto, vergonzoso el asunto del Gobernador verde, ridícula la falta de protección al Presidente electo o sus viajes en vuelos comerciales y podría seguirme un buen rato.

¿Tengo derecho a criticar cada una de estas decisiones si yo voté por él? Me parece que sí. Es más, no sólo tengo derecho sino que me atrevo a pensar que es parte de mi obligación como ciudadano. No es que me quiera curar en salud, como alguien sugirió en el chat, porque no soy responsable de cada una de esas decisiones así como no me atrevería a culpar a ningún votante de los presidentes anteriores por cada uno de sus errores.

Siempre he defendido el diálogo y la discusión. También la crítica. Lo primero que hago cuando termino de escribir una novela es enviársela al más crítico de mis amigos. Me parece que es una buena forma de encontrar los errores que se me pasaron por alto. Ojalá que este Gobierno, el nuevo o cualquiera de los venideros, sea capaz de entender así la crítica, cuando está bien fundada y no es malintencionada: como una forma de señalar lo que está mal y aún puede corregirse.

Mientras eso sucede, ya hemos acordado en el chat en cuestión que nos veremos para platicar, celebrar el regreso a clases y, supongo, para seguir discutiendo.

Jorge Alberto Gudiño Hernández
Jorge Alberto Gudiño Hernández es escritor. Recientemente ha publicado la serie policiaca del excomandante Zuzunaga: “Tus dos muertos”, “Siete son tus razones” y “La velocidad de tu sombra”. Estas novelas se suman a “Los trenes nunca van hacia el este”, “Con amor, tu hija”, “Instrucciones para mudar un pueblo” y “Justo después del miedo”.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video