Por Olga Borobio. Corresponsal

Berlín, 15 Oct (Notimex).– Las dos grandes potencias europeas, Francia y Alemania, enviaron hoy desde Berlín un mensaje de unidad a través del fortalecimiento de relaciones entre los países y el refuerzo de la cooperación en política exterior.

Los ministros de Exteriores Laurent Fabius de Francia y Walter Steinmeier de Alemania, comparecieron ante la prensa para explicar que, a pesar de la distancia que en el ámbito económico separa a ambos países, las potencias quieren seguir fortaleciendo su relación.

“El mundo espera que Francia y Alemania reaccionen en una misma dirección”, dijo el ministro alemán de Exteriores, el socialdemócrata Walter Steinmeier.

Una idea en la que también insistió el ministro francés, Laurent Fabius, quien dijo que el trabajo conjunto con Alemania es muy “útil”.

“En matemáticas, uno y uno son dos pero, en política y en este caso concreto de Francia y Alemania, uno y uno son más que dos y eso se ve en la gestión de crisis como la de Ucrania”, aseguró Fabius.

Como muestra de la buena relación existente en el eje franco-alemán, los ministros de Exteriores citaron la cooperación acordada en el área diplomática, que contempla que los embajadores alemanes y franceses puedan representarse el uno al otro en países pequeños.

“En estados en los que las respectivas embajadas cuenten únicamente con uno o dos trabajadores, intentaremos ocupar un mismo edificio y representarnos uno al otro”, declaró el ministro alemán.

Su homólogo francés también precisó que planean organizar conferencias regionales con diplomáticos franceses y alemanes.

“Yo ya le he dicho a la esposa del ministro alemán que, siempre que él no está con ella, es porque está conmigo”, bromeó Fabius.

Ambos ministros insistieron en que su aparición conjunta no era sólo simbólica, sino que se trataba de una “señal clara” de lo estrechas que eran las relaciones entre Francia y Alemania en el momento actual, en el que hay muchas crisis abiertas a nivel internacional.

Fabius recalcó que comparte con Alemania su postura sobre los permisos de exportación para proyectos de defensa europeos. “Si se construyen equipos militares en cooperación pensados para ser exportados, deben poder ser exportados. No tendría sentido si no se pudieran vender”, aclaró el ministro galo.

Fabius participó en el Consejo de Ministros (Bundeskabinett) del gobierno alemán que se celebra en Berlín cada miércoles.

Tanto Fabius como su homólogo alemán, aseguraron que durante la reunión no habían hablado sobre la situación económica de ambos países, cuya postura difiere.

La canciller federal de Alemania, Ángela Merkel, ponen el acento en el rigor presupuestario, en la importancia de no incurrir en nueva deuda y en controlar el objetivo de déficit.

En París, donde se han impulsado reformas estructurales, el foco en el área económica está más centrado en realizar inversiones que puedan generar crecimiento.

No obstante, el ministro francés, aseguró que el déficit de Francia se situará en 2015 en su nivel más bajo desde 2015, pero rebasará el tope impuesto por el Tratado de la Unión Monetaria.

Si bien la relación entre los dos ministros es muy fluída, lo contrario es para Merkel y el presidente de Francia, Francoise Hollande.

Medios de prensa alemanes, como el Die Zeit, apuntan que lo que salta a la vista es que la jefa del gobierno alemán y el presidente francés sostienen una relación más lejana y reservada, mientras que se comunican a través de sus ministros.

Según fuentes de los altos círculos del Bundestag citados por Die Zeit, hay una especia de “guerra de posiciones económicas” entre ambos: mientras que Francia demanda que se acepte un déficit público de ocho mil millones de euros de nueva deuda en 2015, mientras que “Madam Non”, como llaman muchos franceses a Merkel, defiende a capa y espada la política de ahorro presupuestario en Europa.

Su argumento es que sólo así recuperarán credibilidades las economías europeas y el euro será sólido.

Francia, en cambio, acaba de llevar a cabo un recorte de 21 mil millones de euros de gasto público, y quiere un poco de flexibilidad para que se recupere la economía francesa.

Mientras que los dos ministros de Asuntos Exteriores trabajan activamente en favor del eje franco-alemán, la relación entre Merkel y Hollanda no es mala, pero está plagada de vacíos y reservas.