Elba Esther Gordillo Morales, la líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), reconoce en una entrevista con el influyente diario español El País que está consciente que “tengo mala fama”. Su poder, destaca el corresponsal Pablo Ordaz, se finca en el sindicato más grande de América Latina, que agrupa a más de un millón y medio de profesores repartidos por toda la República Mexicana.
Ese poder, destaca el diario, se manifiesta siempre en las elecciones en México, pues ella determina los resultados electorales: “No es ningún secreto que su apoyo a Felipe Calderón resultó crucial para que se hiciera con la presidencia de la República en 2006. La Maestra logró que unos 400 mil profesores –según fuentes de su entorno-– votaran oportunamente por Calderón en detrimento del candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. A cambio, Elba Esther Gordillo se aseguró el control de la Lotería Nacional, del ISSSTE –la seguridad social de los trabajadores del Estado– y de una subsecretaría del ministerio de Educación Pública”, escribió Ordaz.
También se refirió a sus polémicas declaraciones de los últimos días, donde precisamente reconoció públicamente su apoyo a Calderón en 2006, y luego sus acusaciones contra su ahora ex amigo, Miguel Yunes Linares, ex director del ISSSTE y a quien, se afirma, ella promovió en el puesto: “Yunes se murió para mí. Él perdió. Tenía una buena amiga. Un cariño de a de veras”.
Ahora destaca que el país necesita un gran pacto y que el jefe de gobierno del Distrito Federal es el hombre que más le gusta para realizarlo, aunque decirlo se lo tomen a mal o con ello pueda perjudicar a Ebrard en sus aspiraciones: “el candidato que más me gusta es Marcelo Ebrard, tal vez pueda estar perjudicando al señor. Eso es duro. No soy cínica. Lo sé. Sé de mi mala fama... Pero, lo crean o no lo crean, mi causa es México”, le dijo al reportero Ordaz.
