Escuelas pueden ser más divertidas, señala especialista

15/11/2015 - 4:50 pm

México, 15 Nov (Notimex).- Con juegos y dinámicas, el Programa Valdúa busca romper los esquemas tradicionales de enseñanza, bajo la premisa de que el estudio y aprendizaje de matemáticas, historia, geografía, español y en general el aprendizaje no debe ser aburrido para las y los niños.

En entrevista, Nancy Valdés Calderón, directora Creativa de “Smile 10”, reconoció que romper las barreras del aprendizaje requiere de decisión, de impulsar los cambios con una nueva metodología en la que las y los niños sean parte de esa transformación y no sólo receptores pasivos.

Se trata, dijo, de ofrecer herramientas que permita a los niños tener entendimiento de sus emociones para aceptar los cambios y las diferentes situaciones que se les presenten en la vida, desarrollando cada una de las inteligencias que poseen; amando, ahorrando y respetando quienes son.

Valdés Calderón dijo que el programa ha impactado favorablemente en las escuelas en las tres escuelas en las que se ha aplicado en el país porque los niños, aun a su corta edad, toman decisiones, reflexionan, actúan, dialogan y aprender a responder, sin recurrir a la violencia, a situaciones que le resultan incómodas como por ejemplo cuando algún compañero los avienta o les hace daño.

El método tiene claro que la educación debe marcar límites; “no decir soy tu autoridad pero debe haber respeto y comunicación fluida. El Programa se adapta a los niños, sin importar si la escuela es pública o privada”, concluyó,

Nancy Valdés resaltó que las y los maestros mantienen los mismos métodos de enseñanza que recibieron cuándo eran chicos, que es el mismo que les otorgaron a sus padres y a los papás de sus papás.

De ahí que la propuesta busca que los niños disfruten sus experiencias, tal y como ya se lleva a cabo en Finaldia, país que se ubica en los primeros lugares en educación y cuyo Programa no es otra cosa que permitir a los niños de 0 a 11 años jugar y aprender, anotó.

Resaltó que durante su recorrido por once planteles de aquella nación, observó que durante su permanencia en la escuela los niños filandeses se dedican a jugar, al mismo tiempo que aprenden y permiten a su cerebro madurar.

Puso de ejemplo los programas de cocina tan difundidos por de televisión que le permiten a los infantes aprender que es un cuarto, un medio o bien el libro El Principito, escrito por el francés Antoine de Saint_Exupéry, que fue publicado en 1943 y actualmente se exhibe en diversas salas cinematográficas del México.

Entonces desde ahí parte la curiosidad de los niños de decir: “¿en dónde es Francia? En qué lugar se encuentra; entonces, ahí estoy viendo geografía. ¿Cuál es la historia de Francia?,pero cuánta distancia es la que necesito para ir a ese país, entonces, ya estoy viendo matemáticas”.

Es decir, todas las materias que nos enseñan de manera convencional pueden utilizar nuevos métodos; “las materias que hoy se enseñan no están peleadas con la educación, pero si la manera en que se aportan, porque si me hablas de un país del que no he oído hablar o conozco, para mí no es importante”.

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