Atentados terroristas en París: ¿Qué piensan los que piensan? Touraine, Chomsky, Žižek…

16/01/2015 - 12:01 am
La nueva Charlie Hebdo: 3 millones de ejemplares en memoria de los compañeros asesinados. Foto: Archivo
La nueva Charlie Hebdo: 3 millones de ejemplares en memoria de los compañeros asesinados. Foto: Archivo

Ciudad de México, 16 de enero (SinEmbargo).– Frente a los recientes atentados en París y particularmente el acontecido en la redacción de la revista de caricaturas Charlie Hebdo, donde murieron 12 personas a manos de dos terroristas fuertemente armados que al grito de “Alá es grande” no dudaron en acabar con la vida de quien se les cruzara, muchas fueron las voces que se pronunciaron en el mundo.

Músicos, actores, artistas, gente de a pie que tuvo oportunidad de desplegar sus pareceres en las redes sociales, no se midieron ante la posibilidad de protestar por los hechos de sangre e intolerancia que llenaron de luto Francia y a los franceses, como tampoco faltaron los que cuestionaron las protestas, abriendo otra vía para entender desde un contexto distinto los terribles episodios acontecidos.

Pero, ¿qué piensan de lo sucedido aquellos que se dedican a pensar? Gente como el lingüista, activista y filósofo estadounidense Noam Chomsky; o como el sociólogo francés Alain Touraine o, sin duda, personajes que convocan mucha atención como el  filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural Slavoj Žižek.

Puestos a la tarea, encontramos que para Touraine, nacido en Hermanville-sur-Mer, Francia, el 3 de agosto de 1925, los hechos acontecidos en la redacción de Charlie Hebdo el pasado 7 de enero, fueron “un acto de guerra, no un atentado”.

Así lo dejó claro en una entrevista para el sitio Infobae, llevada a cabo por la periodista Claudia Peiró.

Para el experto en sociología del trabajo, conocido por libros como Critique de la modernité (1992), Qu’est-ce que la démocratie? (1994), Pourrons-nous vivre ensemble? Égaux et différents (1997), A la búsqueda de sí mismo (2000) y Un nuevo paradigma. Pour comprendre le monde d’aujourd’hui (2005), quienes asesinaron a Cabu, Charb, Wolinski y demás miembros de la revista, no fueron “lobos solitarios, sino gente formada para matar, como los comandos especiales que operan durante una guerra”.

“El aspecto militar, el aspecto ejecutor, es de la misma índole que el de las decapitaciones del Estado Islámico. Yendo al fondo de las cosas, diría que el tema de la religión  no es muy convincente para explicar este asesinato en masa de gente muy conocida y para la cual el Islam no era, en modo alguno, el tema principal. Wolinski, por ejemplo, no era conocido en Francia por atacar al Islam; era más bien conocido por dibujos de temas eróticos…”, arriesga.

Para Alain Touraine, los atentados en la redacción de Charlie Hebdo fueron "un acto de guerra". Foto: Facebook
Para Alain Touraine, los atentados en la redacción de Charlie Hebdo fueron “un acto de guerra”. Foto: Facebook

Vinculado a la prestigiosa Écoles des Hautes Études en Sciences Sociales, uno de los principales intereses en la carrera de Alain Touraine han sido los movimientos sociales, desde Latinoamérica, Polonia hasta Mayo del 68. Y desde ese punto de análisis, el mundo para el pensador francés se ha convertido en un territorio imposible, “un mundo invivible”.

“Estamos en un mundo en el cual la única relación que existe es amigo (gente como yo) – enemigo (el otro). Es un mundo de enemigos, y al enemigo lo mato. Es decir, un mundo invivible. El mundo de la guerra pura, lo social es reducido a la guerra entre sociedades, culturas”, afirmó a Infobae.

Con respecto al atentado en sí, “lo esencial es la afirmación de la voluntad de ruptura con un tipo de sociedad, de política, de filiación, que llamamos democracia. Así fue recibido por la gente, que tiene un comportamiento tranquilo. Hay tristeza porque a estos dibujantes los queríamos y nos hacían reír, pero también un sentimiento de amenaza contra un modo de vida”, dijo Touraine.

NOAM CHOMSKY, DESDE LA IZQUIERDA

Desde la izquierda tradicional, Noam Chomsky, nacido en Filadelfia en 1928, consideró en un artículo publicado en inglés en el portal de Telesur que la reacción de horror y repulsión frente a los crímenes cometidos está plenamente justificada y debe ser independiente de lo que se piensa acerca de los contenidos de la revista atacada.

“Las consignas apasionadas como “Soy Charlie Hebdo” no deben siquiera insinuar una asociación con la revista, sino que más bien deben expresar la defensa del derecho a la libre expresión, aun cuando esos contenidos pueden ser odiosos o depravados”, escribió Chomsky.

Noam Chomsky, un pensador desde la izquierda. Foto: Archivo
Noam Chomsky, un pensador desde la izquierda. Foto: Archivo

El afamado pensador es como se sabe un crítico de la política estadounidense para Medio Oriente y así lo dejó expresado en una videoconferencia que mantuviera en octubre pasado con los escritores mexicanos Fabrizio Mejía Madrid y Paco Ignacio Taibo II, en el marco de la Feria Internacional del Libro en el Zócalo.

“La guerra con drones, el bombardeo con drones, es sin duda alguna el acto más terrorista que se ha llevado a cabo en la historia de la humanidad y que violenta el principio fundamental histórico que es el de que todas las personas son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad.

Hoy, con la manera en que Estados Unidos y otros país más hacen la guerra, el concepto de culpable se ha transformado en que culpable es aquella persona que decidimos en una reunión en la Casa Blanca y todas las personas que estén a su alrededor”, dijo Chomsky entonces.

Para él, “Estados Unidos es el creador del Estado Islámico y la difusión general del yihadismo radical es una consecuencia bastante natural del martilleo de Washington sobre la frágil sociedad de Irak”.

“Creo que Estados Unidos es uno de los creadores fundamentales del EIIL. (…) Sus intervenciones destructivas en el Medio Oriente y la guerra en Irak fueron las causas básicas del nacimiento del EIIL”, declaró Chomsky en octubre pasado.

EL CORAJE DE PENSAR

El filósofo esloveno Slavoj Žižek (Liubliana, 1949) propugna por el coraje de pensar frente a los acontecimientos trágicos en París. Así lo ha dejado expresado en una larga columna publicada el 10 de enero pasado en NewStatesman.

“Debemos, por supuesto, condenar sin ambigüedades los asesinatos como un ataque a la propia esencia de nuestras libertades, y condenarlos sin salvedades ocultas (del estilo “sin embargo, Charlie Hebdo estaba provocando y humillando a los musulmanes demasiado”). Pero tal sentimiento de solidaridad universal no es suficiente—debemos pensar más allá”, exhorta el autor de En defensa de la intolerancia.

“Tal pensamiento no tiene nada que ver con la relativización barata del crimen (el mantra de “¿quiénes somos nosotros en Occidente, autores de terribles masacres en el Tercer Mundo, para condenar estos actos?”). Tiene aún menos que ver con el miedo patológico de muchos izquierdistas liberales de Occidente a ser culpables de islamofobia. Para estos falsos izquierdistas, cualquier crítica al Islam es denunciada como una expresión de la islamofobia occidental”, afirma.

“Salman Rushdie fue denunciado por provocar innecesariamente a los musulmanes y por lo tanto de ser responsable (en parte, por lo menos) de la fatwa que lo condenaba a muerte, etc. El resultado de tal posición es el que se podría esperar en estos casos: mientras los izquierdistas liberales occidentales más sondean su culpa, más son acusados por los fundamentalistas musulmanes de ser hipócritas que tratan de ocultar su odio al Islam”, agrega.

Para Žižek, los actos terroristas y la reacción de Occidente frente a los religiosos radicales, expresan un dilema nietzscheano: “Los mejores” ya no son capaces de involucrarse plenamente, mientras que “los peores” se entregan al fanatismo racista, sexista, religioso.

Zizek: preguntas como dagas. Foto: archivo
Zizek: preguntas como dagas. Foto: archivo

“Sin embargo, ¿los terroristas fundamentalistas realmente encajan en esta descripción?”, se pregunta.

“De lo que obviamente carecen es de una característica que es fácil de discernir en todos los fundamentalistas auténticos, desde los budistas tibetanos hasta los Amish en los Estados Unidos: la ausencia de resentimiento y de envidia, la profunda indiferencia hacia el modo de vida de los no-creyentes.

Si los llamados fundamentalistas de hoy realmente creen que han encontrado su camino a la Verdad, ¿por qué deberían sentirse amenazados por los no-creyentes, por qué deberían envidiarlos? Cuando un budista se encuentra con un hedonista occidental, difícilmente lo censura. Él sólo señala benevolentemente que la búsqueda de la felicidad del hedonista es contraproducente.

En contraste con los verdaderos fundamentalistas, los terroristas pseudo-fundamentalistas están profundamente molestos, intrigados, fascinados, por la vida pecaminosa de los no-creyentes. Uno puede sentir que, en la lucha contra el otro pecador, están luchando contra su propia tentación”, explica.

“¿Cuán frágil ha de ser la creencia de un musulmán si se siente amenazado por una estúpida caricatura en un periódico satírico semanal?”, es una de las tantas preguntas que se hace Slavoj Žižek, frente a hechos donde se multiplican a diario las preguntas y desaparecen a cada instante las respuestas definitivas.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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