Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).- Una campaña sensual como pocas para el perfume “Intenso by Dolce & Gabbana”, muestra al actor irlandés Colin Farrell en su mejor forma. La marca dice haberlo elegido por su carácter de “chico malo pero sensible” y por poseer una belleza “sexy y al mismo tiempo clásica”
Con barba rala y músculos sobresalientes, el protagonista de Perdidos en Brujas y Miami Vice, parece estar en su mejor momento.
A los 38 años, hace ya ocho que no bebe, se ha convertido en padre y el 21 de junio se pondrá al frente de la nueva entrega de True Detective, la serie adictiva cuya primera temporada estuvo a cargo de Matthew McConaughey y Woody Harrelson.
Tratándose de Farrell, que compartirá elenco con Rachel McAdams y Vince Vaughn, se espera que esta segunda temporada dé un paso adelante en las escenas sexuales y así lo comprueba la reciente contratación de un grupo de actrices de la industria porno, para protagonizar escenas de una orgía.
Reportó The Hollywood Reporter que Amia Miley y Peta Jensen, estrellas tres equis, han sido contratadas para liderar una secuencia en la que docenas de cuerpos aparecerán desnudos, de acuerdo a una secuencia que fue rodada en una mansión de Pasadena, California.
El drama de Nic Pizzolatto cuenta cómo un asesinato une a tres oficiales de policía y a un criminal, involucrados cada uno de ellos en una red de conspiración y traición.
Colin Farrell encarnará el personaje de Ray Velcoro, un detective de City of Vinci, en Los Ángeles; Vince Vaughn hará de Frank Semyon, un criminal y empresario a punto de perder el trabajo de su vida, mientras que su mujer y más cercana aliada lidia con sus propios problemas.
Rachel McAdams tomará el rol de Ani Bezzerides, una detective sheriff que a menudo desafía el sistema.
HONESTIDAD BRUTAL
Colin Farrell siempre ha sido un raro en el mundo de Hollywood. Un astro poco convencional y decidido a echar todo por la borda en cualquier momento. La industria del entretenimiento, como se sabe, adora a los chicos malos siempre y cuando no sean tan malos y no rompan un plato antes de tiempo, esto es, que se vuelvan ingobernables.
Sumido en las drogas y el alcohol, el irlandés protagonista de Alejandro Magno tocó fondo y tuvo que internarse en una clínica de rehabilitación, para vencer los hábitos nocivos que signaron su vida adolescente y toda su juventud.
“Me estaba muriendo”, confesó con cierta angustia y honestidad brutal al presentador británico Jonathan Ross en 2007, donde entre otras cosas contó la sobredosis que padeció en Montevideo, Uruguay, en 2005, mientras filmaba Miami Vice junto a Jamie Foxx y que lo obligó a estar internado durante un mes y medio en una clínica.
Cocaína, anfetaminas, éxtasis y heroína fueron las drogas duras con las que experimentó a lo largo de 15 años, sumadas a las altas ingestas de ginebra y whisky que lo ayudaron a enfrentar la enfermedad de su pequeño hijo, James, quien padece síndrome de Angelman, una enfermedad neurogenética que conlleva un retraso global del desarrollo.
Farrell, que tiene un segundo hijo, Henry, fruto de su relación con la modelo y actriz polaca Alicja Bachleda-Curuś, es hoy un hombre nuevo que trabaja con esfuerzos tales como ir al gimnasio en forma regular, a pesar de que lo deteste.
Así lo ha declarado a la revista GQ, donde dejó claro que la única motivación para levantar pesas y transitar la caminadora es el dinero que recibe por mantenerse en forma.
