México

La soberanía alimentaria quedó en un sueño si Trump nos impuso comprar más granos: campesinos

16/06/2019 - 8:30 pm

Sin profundizar, el Presidente Donald Trump tuiteó que México acordó importar grandes volúmenes de productos agrícolas de Estados Unidos. El país compra principalmente maíz amarillo y soya provenientes del cinturón maicero norteamericano, parte del voto duro del republicano. La Cancillería aclaró que el acuerdo solo es en materia migratoria. De insistir, los más afectados serán los pequeños productores ya golpeados por la competencia desleal por el T-MEC.

Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).– Pequeños productores previeron que una mayor importación de productos agrícolas de Estados Unidos, como el Presidente Donald Trump planteó sin detalles, agudizará la dependencia a granos básicos, generará una competencia desleal sumada al T-MEC, así como un encarecimiento de la canasta básica.

Ante ello, exigieron al Gobierno federal una política integral de producción agrícola más allá de los subsidios de la Secretaría de Agricultura (SADER).

“Nuestros productores van a ser castigados porque no hay la misma capacidad competitiva, ya que la producción agrícola en Estados Unidos es altamente subsidiada a diferencia de aquí. Va a generar un retroceso en la producción nacional y no habrá garantías de comercialización para los pequeños productores a pesar del programa federal de precios de garantías”, dijo Jesús Gutiérrez Valencia, vocero de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional (CNPA-MN).

Leticia López, directora de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), afirmó que “la soberanía alimentaria también es soberanía política”.

La mayor dependencia de importación de México es el maíz amarillo y la soya proveniente de Estados Unidos. Foto: Cuartoscuro.

Agustín Rojas Martínez, investigador en economía agroalimentaria, coincidió en que luego de tres décadas de libre comercio “el deterioro” provocado al sector dificulta que incluso con los subsidios de precios de garantía y la política de la SADER se puedan generar condiciones de bienestar a los pequeños productores, sobre todo por la firma del T-MEC que los expone a un mercado global donde deben competir “en asimetría” con productores con mayor tecnificación y rendimiento.

Si se va a incrementar la compra de alimentos al exterior, “el país está atado de manos porque puede llegar el punto en que, por amenazas y cuestiones políticas, la política alimentaria tenga que cambiar. Habrá que esperarlo”, afirmó Rojas.

El Premio Nobel de Economía 2008 Paul Krugman lo resumió así en su columna del New York Times: “De lo único de lo que podemos estar seguros es que pase lo que pase, Trump afirmará haber logrado una gran victoria”.

EL GUIÑO A LOS GRANJEROS

Luego de intensos días de negociación entre autoridades de México y Estados Unidos para evitar las tarifas de 5-25 por ciento a productos mexicanos, el Presidente Trump tuiteó el sábado que “México ha aceptado empezar a importar inmediatamente grandes volúmenes de productos agrícolas de nuestros grandiosos campesinos”.

Los estados del cinturón maicero al medioeste norteamericano, como Iowa que visitó este martes, forman parte del voto duro del mandatario republicano que busca la reelección en 2020.

Tanto el domingo como el martes reiteró que “gran parte del acuerdo con México no ha sido aún revelado”. El Canciller Marcelo Ebrard Casaubón aclaró que no hay acuerdos “secretos” más allá de separar lo comercial con lo migratorio y agilizar el envío ya planeado de elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur.

Supuso que lo de los granos lo escribió porque, sin aranceles, el crecimiento y las importaciones tienden a crecer.

“Al momento de no aplicarse las tarifas, me supongo yo que él está calculando que entonces va a ser un impulso un poco mayor al crecimiento económico y que eso también va a aumentar nuestras importaciones, entre otras, de granos. Es lo que yo pienso que está él diciendo, pero no tenemos un acuerdo específico sobre productos de esa naturaleza”, interpretó Ebrard.

Para este 2019 se tiene contemplada una importación de 18 millones de toneladas de maíz amarillo. Foto: Cuartoscuro.

México produce el total de su consumo de maíz blanco, frijol y huevo, ingredientes claves de la dieta nacional. Aunque entre los básicos existe un rezago en arroz y trigo panificable al depender de la importación y el mayor déficit se encuentra en la cadena de la proteína animal en maíz amarillo y soya, plantea el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

De enero a abril de este año, México importó 11.11 millones de toneladas de granos y oleaginosas (como la soya), un 8.7 por ciento más respecto al mismo periodo de 2018, de acuerdo con la consultoría.

Juan Pablo Rojas Pérez, de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), documentó que para este 2019 se tiene contemplada una importación de 18 millones de toneladas de maíz amarillo, pero calculó que sin la restricción de importaciones agrícolas estadounidenses “los comercializadores nacionales se irán por la compra de alimentos en el extranjero por su bajo precio y podría dispararse la importación hasta en un 30 por ciento más”.

“Es dejar en manos de los productores agropecuarios de Estados Unidos la conformación de la canasta básica alimentaria mexicana”, lamentó.

SUBSIDIOS DE SADER INSUFICIENTES

Los subsidios más importantes de la Secretaría de Agricultura como producción para el bienestar, precios de garantía y crédito al ganadero van orientados principalmente a la pequeña producción de granos básicos para recuperar la soberanía y autosuficiencia alimentaria, pero pueden presentar ciertas restricciones por estar en una economía abierta con un T-MEC en curso, expuso Agustín Rojas Martínez, investigador en economía del sector agroalimentario.

Para los pequeños productores estos apoyos directos con tinte asistencialista no son suficientes.

“El Gobierno optó por programas clientelar-electorales que fomentan el consumo, pero no fomentan la producción nacional. Lo que nosotros planteamos es que haya una profunda reingeniería de la política pública para que haya más inversión y subsidio a la producción agrícola antes que el asistencialismo”, afirmó Jesús Gutiérrez Valencia, vocero de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional.

El presupuesto de los subsidios de la SADER orientados sobre todo a pequeños productores, como precios de garantía o fertilizantes, suma 50 mil 601 millones de pesos este 2019 frente a los 207 mil 100 millones de pesos para entrega de programas para el bienestar, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Hacienda.

Los subsidios de la SADER van principalmente a los pequeños productores. Foto: Cuartoscuro.

“Si no lo entienden, a cada rato el Gobierno norteamericano va decir que no cumplimos con sus exigencias y pasados los 45 días [para evaluar los resultados de la Guardia Nacional] pedirán otras cosas […] Más que hacer una reasignación presupuestal en el marco de esa necesidad del acuerdo migratorio, tendría que hacerse en la producción nacional”, agregó Gutiérrez respecto a la propuesta del coordinador de diputados de Morena, Mario Delgado Carrillo, sobre ajustar el presupuesto para cumplir los acuerdos en materia migratoria y despliegue de la Guardia Nacional.

Leticia López, directora de la ANEC, matizó al afirmar que hay programas que van directo al productor para el fortalecimiento económico y no paternalista, pero por sí mismos no resuelven todo.

“Hay muchos programas en la SADER que se parecen mucho a los de sexenio anteriores que no vemos articulados rumbo a la soberanía alimentaria. El problema es la falta de una política integral entre otras dependencias para mejoramiento de suelo o de insumos orgánicos que reduzcan costos, así como investigación para planificar cultivos estratégicos”, dijo.

Juan Pablo Rojas Pérez, de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), enfatizó que “el Gobierno ha arraigado más la cultura de la dependencia a subsidios en vez de generar política pública agrícola que genere infraestructura productiva y tecnologías”.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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