La apreciación de un extranjero sobre la historia del país que le da hogar nunca deja ser la de un extraño que jamás podrá dejar de percibir cierta inestabilidad sobre el suelo y techo que le sirven de refugio.
Hay un aire de transitoriedad que jamás podrá ser suprimido a pesar de las promesas de permanencia. Quién es extranjero jamás dejará de serlo, de una manera u otra. Sin embargo, las percepciones no impiden las interpretaciones, esto lo tiene claro Chan-Hyo Bae y con esta desfachatez (que para muchos podría ser calificada como cinismo) brinda una peculiar visión sobre la historia de Inglaterra.
El artista surcoreano ya había dado muestras de su irreverencia en su primer serie llamada “Existing in Costume”, en donde recreaba cuentos infantiles y hacía un análisis de la vestimenta femenina europea posterior a la Edad Media.
La obra de Chan-Hyo Bae se enfoca en la complejidad de las relaciones entre Oriente y Occidente y la exacerbada influencia de del imperialismo colonial.
En esta ocasión vuelve con “Project Punishment” , cuyo tema central es el poder y la voluntad del mismo. en palabras del autor, su objetivo en un inicio era el castigo por sí solo.
No obstante, su interés lo llevó a la cuestión de poder y como el castigo (en última instancia) se relaciona con el ejercicio del poder.
Primeramente Chan-Hyo se centra en las principales figuras de la historia inglesa que han detentado poder. En segundo lugar se enfoca en los conflictos que estos personajes han entablado con otros por sus acciones y como sus rivales se valieron de castigos para hacer demostrar su poder político. Por último, se encarga de describir las emociones opuestas entre el titular del poder político y sus rivales.
Así, desde ana Bolena, Carlos I, Guy Fawkes e incluso Enrique VIII se convierten en los protagonistas de estas personificaciones que el artista hace en un ejercicio de teatralidad y acercamiento sobre el aislamiento y los prejuicios de la historia de Inglaterra.
