Cádiz, 16 nov (dpa) – El drama de los desahucios en España, provocado por una crisis económica que ha dejado a decenas de miles de personas sin capacidad para afrontar el pago de las hipotecas, se metió en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz.
La cita de los jefes de Estado y de gobierno arranca en la ciudad del sur de España el mismo día en el que se produjo un nuevo suicidio en el país de una persona que iba a perder su casa.
Los desahucios fueron el tema central del encuentro bilateral que mantuvieron hoy el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el Parador Nacional de Cádiz, al margen de la cumbre iberoamericana.
Los desalojos por impago de las hipotecas están afectando a muchos inmigrantes de ese país, que constituyen la primera comunidad latinoamericana en España, con 600.000 personas.
El presidente del gobierno español explicó a Correa el decreto que su Ejecutivo aprobó el jueves para frenar los desahucios que afectan a personas vulnerables, según informaron fuentes del Ejecutivo conservador.
Ese decreto permitirá la suspensión por dos años de los desahucios de familias en casos extremos: las que tienen rentas bajas y que además se encuentran en alguno de estos casos: son numerosas, tienen dependientes a cargo, se encuentran desempleadas o son víctimas de la violencia.
El asunto de los desahucios lo trataron también los ministros de Exteriores de los países iberoamericanos, que mantuvieron una reunión esta mañana en el Palacio de Congresos de Cádiz. “Hay muchos nacionales de los países latinoamericanos que han sido objeto de desahucios”, explicó el jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo.
Ecuador es el país más interesado en que España resuelva el drama de los desahucios, por la cantidad de sus nacionales que se han visto afectados.
“España los ha tratado muy bien (a los inmigrantes ecuatorianos)”, aseguró Correa en una entrevista que publica hoy el diario “El País”. “El que los trató muy mal, no solo a los migrantes, también a los propios españoles, fue el capital”, dijo.
“Cuando usted ve el caso de las hipotecas se trata de un abuso del capital sobre los seres humanos. El coste de la crisis debe caer sobre todo sobre el capital, sobre las corporaciones, y aquí recae totalmente sobre los seres humanos”, manfiestó el presidente ecuatoriano.
Correa, que el año que viene aspira a la reelección, ha aprobado en su país una ley que impide que las deudas que los nacionales contraen en el exterior puedan suponer embargos en suelo ecuatoriano.
En su entrevista con “El País”, admitió que los abusos bancarios no sólo se dan en España, sino también en Ecuador. “Hemos estado tan acostumbrados a estos abusos que se ha hecho pasar como avance civilizatorio, como verdades inmutables que ni nuestro Gobierno de izquierdas y revolucionario se había percatado”, dijo.
