Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).- “Les dejo la Copa y me llevo mi dignidad”. La frase fue la gran nota discordante en el triunfo del América este domingo frente a Tigres y la validación de un nuevo título para la escuadra azul crema.
La dijo el técnico argentino Antonio Mohamed, quien a sus orondos 44 años, puede presumir de un gran pasado futbolístico, aun cuando en su país natal sean muchos los que opinen que “mejor no hablar de ciertas cosas” cuando el tema se refiere a sus dudosas cualidades con el balón.
Es como técnico donde el “Turco”, ex delantero de Huracán –el equipo del que es fanático y que volvía a la primera división del futbol argentino el mismo día en que Mohamed obtenía otro título para el América-, obtuvo sus mejores medallas en el balompié.
De hecho, llegó a ser entrenador del “Globo” en la temporada 2007 y fue sólo ahí donde consiguió ciertas refulgencias como jugador. No en la Fiorentina. No en Independiente. Ni en Boca. Ni siquiera en la selección albiceleste que ganó en Chile la Copa América 1991.
UN JUGADOR MEXICANO
Todo lo mediocre que fue en el torneo de primera división argentina, se revirtió en un giro de 180 grados cuando arribó a nuestro futbol, para jugar con el Toros Neza que disputó la final de la Liguilla frente a Chivas en 1997, integrando un equipo que también tenía entre sus filas al actual entrenador del tricolor, Miguel “Piojo” Herrera.
En ese sentido, podría decirse que el Turco es un jugador mexicano.
Como técnico, las cosas cambian, y bien podría decirse que posee ese fuego temperamental que caracteriza a los técnicos de dicho país sudamericano.
Y con ese temperamento de un hombre que ha sabido sobrevivir a la peor de las tragedias: la muerte de su pequeño hijo en un accidente de tránsito durante el Mundial de Alemania 2006, llegó al poderoso América.
Mohamed calificó al equipo a dos liguillas; en la primera fue eliminado en la primera ronda y en la presente (Apertura 2014) ganó la Copa, que ha querido dejar en manos virtuales de Emilio Azcárraga, todopoderoso de Televisa y a quien reconoce como su único patrón.
“Les dejo la Copa y me llevo mi dignidad”, dijo a la prensa amontonada a la salida del Estadio Azteca, en medio de la euforia por haber ganado otro título para las Águilas.
Atrás quedaron los motes de payaso, llorón y cretino que supo regalarle el técnico de Tigres, Carlos Miloc, cuando el argentino separó del plantel al jugador Pau Aguilar.
Y del Turco no sólo se discutió sus desencuentros con parte del plantel, sino también su estilo de juego defensivo, prudente, tan lejos del juego de ataque que proponía su eterna sombra, Miguel “Piojo” Herrera, quien dejó al América para hacerse cargo del seleccionado nacional.
“Es un técnico argentino, pero formado en el fútbol mexicano, que juega une estilo táctico que recién se está poniendo en práctica acá. Es un tipo sufrido, muy emocional, que sufrió la desgracia de la muerte de un hijo y eso lo marcó para toda su vida y lo hace ver el fútbol más que como un oficio, como una forma de vida”, dice el periodista argentino Juan Roberto Presta.
Más allá de todos los cuestionamientos, Mohamed cumplió: le dio al América su título 12 en lo que consideró era “una de las mejores noches del año”.
Ahora lo reemplazará el también argentino Gustavo Matosas, quien hace unas semanas dejó León sin dar muchas explicaciones.
“A partir del lunes seré una persona que está sin trabajo y seguramente cuando me incorpore a otro club seré un rival más de América”, comentó, dando a entender que seguiría su camino en la liga local.
“Les dejo la Copa y me llevo mi dignidad a mi casa… Expresé que no me habían gustado las formas, se los dije en la cara a todos otra vez, las formas no fueron las correctas, se manejaron mal, pero ellos están en su derecho de tomar decisiones y así lo hacen”, dijo.
Mencionó que tras coronarse al vencer a Tigres de la UANL, el dueño del equipo, Emilio Azcárraga Jean, le pidió que siguiera al frente del equipo.
“Con el técnico que está por llegar sí gastaron los 25 millones y conmigo no, esa es la diferencia, la pequeña gran diferencia, los jugadores que yo pedí no llegaron en junio y llegan ahora, pero igual ganamos la Copa”, dijo, al tiempo de excusarse por no ir a la comida de celebración que ofrecieron las autoridades del América al plantel.
“Tengo un viaje, prefiero irme con mi familia, ya todo está dicho, estoy en libertad de acción”, dijo Mohamed. Genio y figura. Campeón indudable.
Con información de agencias.