“La Chilindrina”, niña de vecindad, lo dice todo en sus memorias

17/03/2015 - 12:04 am
Su libro de memorias es la versión de un desencuentro con el creador de La vecindad del Chavo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Su libro de memorias es la versión de un desencuentro con el creador de La vecindad del Chavo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 17 de marzo (SinEmbargo).- Luces y sombras pinta con honestidad brutal la actriz mexicana María Antonieta de las Nieves, “La Chilindrina”, en su libro Había una vez una niña en una vecindad, editado recientemente por Planeta, al igual que lo hiciera el mes pasado su compañero de elenco Rubén Aguirre, “El Profesor Jirafales”.

La popular comediante deja al descubierto los entretelones de la industria del entretenimiento, contando sus enfrentamientos con el recientemente fallecido Roberto Gómez Bolaños (1929-2014), a quien dice querer pese a todo.

Nacida en la ciudad de México, el 4 de diciembre de 1949, desde pequeña, incursionó en el baile, la actuación y el doblaje. Hizo célebre al personaje de “La Chilindrina”, quien le abrió las puertas del mundo del espectáculo de América Latina. Como autora de canciones infantiles, ha ganado varios premios. En 2012, hizo el doblaje de uno de los personajes de Ralph el demoledor, una de las películas de Disney Estudios.

A su célebre personaje lo ha llevado por todo el continente en formato de espectáculo circense, un show que por cuestiones de seguridad –según comenta en entrevista exclusiva con SinEmbargo– se ve impedida ahora de ofrecer en México.

LA PELEA DE LA CHILINDRINA

Como si fuera un remedo de las peleas que protagonizaban en la serie de televisión El Chavo del 8, María Antonieta de las Nieves y Roberto Gómez Bolaños tuvieron en México una disputa legal por los derechos del personaje “La Chilindrina”.

Claro que en 2003, cuando el enfrentamiento alcanzó su punto máximo, no los enfrentaba la posesión de una paleta de fresa ni de un emparedado de jamón, sino una resolución del Instituto Nacional de Derechos de Autor (Indautor) de México, que concedía a María Antonieta De Las Nieves la autoría del personaje y por tanto el derecho de su explotación comercial.

El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado nacieron a finales de los 60 en la televisión mexicana y, aunque ya no los rodea el boom masivo que generó en sus inicios, los personajes creados por Gómez Bolaños, alias “Chespirito” son vistos a diario por millares de niños en Latinoamérica.

En México, la cadena Televisa , dueña exclusiva de los derechos del programa, lo transmite a diario a las cuatro de la tarde, y lo mismo sucede en Perú y en Argentina, solo por citar dos países en los que estos personajes son muy populares.

Muchos teóricos han tratado de explicar la vigencia del “Chavo” y del “Chapulín”. La crítica María Pérez Iglesias, por ejemplo, ha dicho que los niños aman estas historias porque “se refieren a grupos sociales en desventaja y asumen la perspectiva cantinflesca tan famosa en América Latina”.

La pelea entre “La Chilindrina” y el “Chavo” no es la única que dio dolores de cabeza a Gómez Bolaños. Hace unos años, una disputa similar con Carlos Villagrán por la explotación del personaje “Quico”, terminó con la amistad que tenían.

Villagrán emigró a Venezuela y continuó en la televisión de ese país interpretando a ”Quico”, sin permiso.

Sin duda, cuando Gómez Bolaños dejó el boxeo amateur, el fútbol aficionado y su título de ingeniero industrial para escribir la historia del antihéroe infantil, no contaba, como dice su principal personaje cuando logra un triunfo, “con la astucia” de sus actores- fetiche.

¿Y qué dice del asunto María Antonieta de las Nieves?

Le echa casi toda la culpa al hermano de Gómez Bolaños, Horacio (quien hacía de “Godínez” en la serie), representante de los actores del elenco, a quien llama “déspota” e “injusto”, además de no guardar buenos recuerdos del hijo mayor del célebre creador del Chavo, Roberto Gómez Fernández,  actual productor de telenovelas en Televisa.

“Cuando me fui del programa de Chespirito, éramos como una gran familia. Cuando regresé, todos éramos unos completos extraños. A pesar de eso jamás he dejado de pensar que Roberto era una persona maravillosa y nunca he dejado de quererlo”, dice María Antonieta de las Nieves en su libro, como curarse en salud. Gómez Bolaños ya no está para responderle.

Y así lo admite en el capítulo “Qué sucedió con Chespirito”, donde deja claro que si no publicó antes su versión de los hechos es porque Roberto Gómez Bolaños “se encontraba delicado de salud y pensé que le podían afectar todas las cosas, absolutamente ciertas, que escribí acerca de Florida (Florinda Mesa, “Doña Florinda”, esposa del escritor)”, dice.

LA ENTREVISTA

–¿Qué diría “La Chilindrina” de este libro?

–¡Qué atrevida es mi mamá, está más loca que yo! Atreverse esto no es mucho, publicarlo es difícil. Pero no eran esas las intenciones cuando empecé a hacerlo. Mis intenciones reales era contarle a mis hijos quién era su mamá. Cuando ellos lo leyeron, dijeron: -Mamá, esto tienes que publicarlo

–¿Sus hijos se dedican al espectáculo?

–Los dos querían, sí les entró el gusanito. Mi hijo hizo conmigo la película La Chilindrina en apuros. Mi hija hizo un poco más y ella es buena actriz. Hizo varios programas en el 13, con Edith González. Luego estudio en el CEA de Televisa. Le cayó mal a la directora y la corrió. Finalmente, terminó su carrera en la Ibero y se dedicó a otra cosa.

–Rubén Aguirre habló muy bien de usted, en una entrevista que le hiciéramos recientemente…

–Pues, mira, ojalá hubiera sabido que habló bien de mí. Me tranquilizas. Fuimos muy grandes amigos y vi entrevistas en las que decía cosas hirientes acerca de mi persona y de mi trabajo. Eso me dio mucha tristeza y lo apoyé mucho cuando él necesitó alguna ayuda. Lo atendíamos como un rey en mi casa…

–¿Qué cosas lamentó de su estancia en La vecindad del Chavo?

–Tuve mucha ansiedad, porque las cosas podrían haber sido diferente. No puedo cambiar a la gente, no puedo cambiar el sentir de las personas…

–Pero no me está diciendo nada con eso…

–Adrede, por supuesto

–A pesar de eso, usted dice en el libro que quiere a Roberto Gómez Bolaños

–Sí, porque él es el que menos ha hecho en mi contra.

–Si hizo algo malo fue por la influencia de otras personas. No hubiera querido que pasara todo lo que pasó. Él no fue egoísta, para nada.

La comediante lleva su circo por todo Latinoamérica. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
La comediante lleva su circo por todo Latinoamérica. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

­–¿Influido por Florinda Mesa?

–(silencio) Fue su hermano Horacio el que cambió un poquito la situación, no sé si porque pensó que yo era la única que trabajaba nos empezó a pedir un porcentaje de todo lo que ganaba. Un 40 % de mi trabajo durante 20 años, en un dinero que no me consta que alguna vez le haya llegado a Chespirito. Siempre acaté las normas que me impusieron, aun cuando no estuviera de acuerdo. Cuando empecé a trabajar en un circo, me bajaron la cuota y la seguí dando. Decía que funcionaba como mi representante, pero nunca me consiguió chamba…

–Como un padrote…

–(risas) Sí, pero como padrote nunca me puso a trabajar bien (risas)

–¿No la cansó La Chilindrina alguna vez?

–No me cansó, pero sí pensé en dejarla descansar. Lo que yo quería era hacer de dama joven en las telenovelas. Pero una gran actriz de teatro, Blanca Sánchez, me dijo si estaba loca, que el 90 % de las actrices quería hacer La Chilindrina, viajar tanto, ser conocida en toda Latinoamérica.

–¿Fue un buen consejo?

–Un gran consejo. La vida es muy difícil y cruel. La Chilindrina fue importante para tener siempre trabajo.

–¿Qué diría La Chilindrina de lo que pasa en México actualmente?

–Que no puede “juegar”. Aquí en México conocí lo que es el circo, ese lugar donde entra gente de mucho dinero, de clase media y de clase baja…y todos somos iguales. No quiero trabajar en mi país, porque me da mucha angustia el tema de la seguridad. ¡Qué pena con México, al que recorrí en su totalidad tres veces, pueblito por pueblito! No me quiero exponer a que me pase algo, a que me den un susto y me ocasionen un infarto.

–¿Cómo calificaría el humor del Chavo del 8?

–Es un humor lindo y blanco, a pesar de que a veces le dan casquetazos al Chavo. Roberto Gómez Bolaños era un genio. Era un talento muy grande.

–¿Quién le escribe ahora los libros?

–Siempre me he escrito yo, aunque no creas que qué bruto, cómo escribe esta vieja (risas) Empiezo con una canción alegre que le gusta a todo el mundo, luego hago un chiste, me equivoco y después interactúo con algún niño del público. Mi show es totalmente musical, así me gusta.

–Es increíble el recuerdo que dejó Ramón Valdés, “su padre” en la ficción…

–Si vas a Brasil, por ejemplo, te darás cuenta de la locura que hay por Ron Damón. Todos somos ídolos, pero él es lo máximo. En la vida real era como lo veías en la televisión. Él no actuaba, así era. Era una persona con un ángel increíble y nunca se guardaba una opinión, decía siempre lo que pensaba.

–¿Qué le ha dado escribir este libro de memorias?

–Hasta anoche no sabía si había valido la pena. Hoy digo: bendito sea Dios que me permitió contarle a la gente quién soy.

–¿Es amiga de Carlos Villagrán (“Quico”)?

–Estuve ausente de su memoria y de su vida, hasta que su actual esposa, una persona exquisita nos reconcilió.

 

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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