Atrasado, obsoleto y “hackeable”: así ven analistas del Reino Unido al buque insignia de la otrora potencia naval número uno del mundo, que acaba de llegar a su puerto base.
Ciudad de México, 17 de agosto, (SinEmbargo/RT).- El portaviones británico HMS Queen Elizabeth, de 65 mil toneladas de desplazamiento y de 3 mil millones de libras de coste, el mayor y buque más caro jamás construido por la Armada británica, ha hecho su primera aparición pública: la llegada a su puerto base en Portsmouth, informa la página web de la Marina Real.
Aclamado por el Secretario de Defensa, Michael Fallon, como una “demostración del poder militar de Gran Bretaña” y algo que potencias internacionales envidiarían, la enorme nave ha sido recibida con una oleada de críticas por su seguridad y capacidades. Nadie olvida que una figura militar de alto rango anónima dijo a The Guardian ya en el 2015 que el barco no es más que una “combinación de vanidad naval y la política de compra de votos”.
SEGURIDAD
Los problemas de seguridad del HMS Queen Elizabeth se plantearon recientemente, cuando se informó de que la nave de 280 metros de eslora funciona con el “software” obsoleto Windows XP, que no ha sido revisado por Microsoft desde el 2014, y por lo tanto podría ser un blanco fácil para los piratas informáticos.
“Si el XP es para uso operacional, es extremadamente arriesgado”, señaló a The Times el profesor Alan Woodward, experto en tecnologías informáticas de la Universidad de Surrey.
Cabe recordar que el mismo “software” fue utilizado por un número de hospitales del Servicio Nacional de Salud que fueron golpeados por un ataque cibernético masivo a principios de este año.
“Necesita suficiente capacidad para comunicarse con todas las otras plataformas: barcos, aviones y cuarteles generales”, dijo el general Richard Barrons a The Times.
“[HMS Queen Elizabeth] puede parecer impresionante como barco, pero tecnológicamente tiene un retraso de 10 años”, añadió.
La seguridad a bordo del buque insignia del Reino Unido también será revisada después de que un dron comercial lograra aterrizar a bordo sin ser detectado, cuando la nave estuvo atracada en el puerto escocés de Invergordon, en julio de este año.
POTENCIAL DE ATAQUE
El Secretario de Defensa, Michael Fallon, dice que el HMS Queen Elizabeth encabezará el “retorno del poder militar británico”. Sin embargo, la forma en que se lograría esto, sin aviones de combate a bordo, aún permanece sin respuesta.
Gran Bretaña tiene previsto adquirir hasta 138 cazabombarderos embarcados F-35 de fabricación estadounidense, cuya capacidad operacional ya lleva un retraso largo, a un precio unitario de 196 millones de dólares, a lo que hay que sumar otro inconveniente: la caída de la libra esterlina tras votarse el ‘Brexit’, que encarece enormemente la operación.
Según Pierre Sprey, experto en aviación, la aeronave tiene una cantidad “increíblemente anormal” de problemas, incluyendo sistemas informáticos que son vulnerables a ataques cibernéticos y problemas de comunicación entre aviones y barcos.
El F-35 es extremadamente avanzado en la transmisión de datos, pero muchos buques carecen de los medios para recibirlos, añadió Sprey.