Madrid, 17 sep (dpa) – El gobierno español anunció hoy su intención de legalizar la situación en el país del refugiado sirio cuya imagen dio la vuelta al mundo por ser víctima, junto a su hijo de siete años, de la zancadilla de una periodista en Hungría.
Osama Abdul Mohsen llegó a Madrid el jueves por la noche junto a dos de sus hijos para iniciar una nueva vida, tras un largo viaje hacia Europa. Una escuela española de entrenadores de fútbol le ofreció un puesto de trabajo tras conocer su historia a través de la prensa.
El ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, dijo hoy que su departamento hará “todo lo posible” para regularizar la situación “extraordinaria” de la familia, que se ha asentado ya en la localidad madrileña de Getafe, donde se ubica la escuela.
“Es un caso especial y singular, porque realmente si es refugiado tiene que pedir asilo”, advirtió el ministro en una entrevista a la radio pública española, en la que matizó que su área “no pondrá objeciones” a que Osama “pueda rehacer su vida en España”.
El primer paso será tramitar un documento provisional que autorice al ciudadano sirio a trabajar y residir en España, que permitirá que regularice su situación en el plazo de un mes, según informó en rueda de prensa el director de la escuela de entrenadores donde el Osama prestará sus servicios, Miguel Ángel Galán.
El ministro de Interior advirtió, no obstante, de que este tipo de iniciativas “no pueden generalizarse” ni se puede “traer a España refugiados al margen del procedimiento y del acuerdo comunitario de la Unión Europea”.
“Un un ayuntamiento o un gobierno regional no puede hacerlo, porque el derecho de asilo es competencia del Estado”, señaló, recordando que este tipo de iniciativas humanitarias deben hacerse “de manera ordenada”.
Osama llegó a Madrid en tren junto a su hijo Ziad, al que llevaba en brazos cuando la periodista húngara Petra László le hizo caer al suelo en plena carrera delante de la Policía, y con otro vástago de 18 años, con el que ambos se reencontraron en Alemania tras su paso por Hungría.
En Siria, el refugiado llegó a entrenar a un equipo de fútbol de primera división antes del inicio de la guerra, de la que huyó con toda su familia. En España, se ocupará de jugadores cuyo destino sean países como Dubái, Qatar o Egipto, según explicaron hoy los responsables de la escuela que lo fichó.
Ahora, el ex entrenador sirio espera poder reunirse también con su mujer y sus otros dos hijos, que se encuentran en Turquía. Esto podría ocurrir la próxima semana.