Quino, el padre de Mafalda

17/11/2018 - 12:00 am

La semana pasada fui invitada a la Feria del Libro Infantil y Juvenil, en el parque Bicentenario, en Azcapotzalco. Grande fue mi sorpresa al ver la cantidad de gente que junta esa feria.

Tenía que hablar de Quino y pensé en aquella vez que le hice una entrevista que sirvió para celebrar los 50 años de la revista Playboy. Estaba iluminado y tomaba cerveza mexicana con mucho entusiasmo.

Hoy tiene 86 años, algunos problemas de visión de los cuales ya había hablado en mi entrevista: Tengo muchas operaciones en la vista, así que por eso dibujo a lápiz, porque no puedo ver la pantalla de la computadora.

Su público le es tremendamente fiel, algo que compensa la falta de hijos en su matrimonio con la doctora en química Alicia.

Hijo de inmigrantes andaluces, nacido en la ciudad de Mendoza el 17 de julio (aunque en los registros oficiales conste nacido el 17 de agosto), desde que nació se lo llamó Quino, para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, pintor y dibujante publicitario con quien a los 3 años descubrió su vocación. Y desde que en 1954 saliera publicado su primer dibujo, Quino ha transcurrido los últimos 70 años de su vida como el gran portavoz de varias generaciones de personas que no se resignan al estado de las cosas y siguen soñando con un mundo mejor.

.“El día que publicaron mi primera página pasé el momento más feliz de mi vida”, declaró. Desde entonces y hasta la fecha, sus dibujos de humor se vienen publicando ininterrumpidamente en infinidad de diarios y revistas de América Latina y Europa. Mafalda, el personaje que no dibuja desde hace 50 años, significó una verdadera revolución a favor de la libertad de pensamiento, la defensa de los derechos humanos, el elogio a un vida en armonía con la naturaleza. Con ella aprendimos a no aceptar las cosas como son y a preguntarnos por qué, en un mundo lleno de manjares exquisitos, debíamos conformarnos con una sopa rancia e insípida.

.“Siempre me he negado a que usaran mis dibujos en campañas publicitarias. He preservado a mis personajes del merchandising rabioso y de todo eso. De todas maneras, a veces pienso que debería de haber sido una especie de empresario para manejar con un sentido comercial lo que me ha tocado crear. No he sabido administrar mi carrera”

.“Sí, he rechazado muchas cosas, he ganado poco dinero. Hace unos 15 años mi editor francés me ofreció hacer un libro de Mafalda para la Shell. El tema era así, a cada cliente que entrara a una de las gasolineras de la Shell le iban a regalar uno de mis libros. Pagaban mucha plata. Creo que a mí me hubieran tocado unos 50 mil dólares y yo dije que no, por supuesto; ¿cómo un personaje que vive despotricando contra las multinacionales se va a quemar de esa manera? Otra vez los caldos Maggi me ofrecieron una fortuna para que les diera a Mafalda. La idea era hacer un aviso que dijera: “Ahora sí, a Mafalda le gusta la sopa”. Otra vez dije que no y casi nadie lo entendió, pero así fue.

.“Es mi moral yo tengo razón. Me da mucha rabia que me propongan estas cosas, porque me da la sensación de que no entendieron mi trabajo o, lo que es peor, si lo entendieron, no lo respetan”.

“Mafalda sigue viva en los lectores, pero yo no la quiero más que a otros dibujos míos. .Soy como un carpintero, Mafalda es un mueble que me quedó bien y vendió mucho, pero quiero a todos mis muebles. Tengo todo, porque nacieron de mí. Aunque me identifico más con Miguelito y Felipe, porque como ellos vivo haciéndome preguntas inútiles. Cuando llegué a Buenos Aires, vivía en una pensión con un periodista, que por cierto desapareció a manos de la dictadura. Un día estaba mirando por la ventana y le pregunté a este muchacho: “Che, Julián, decime, ¿cuánto creés que pesa un árbol?”. Y él me contestó: “¿Por qué no te vas un poco a la puta que lo parió?”. De Manolito lo que tengo es el manejo del dinero, quiero decir, yo soy un desastre para manejar el dinero, nunca me supe administrar en ese aspecto, entonces puse toda la eficacia que no tengo en Manolito. Con Susanita me identifico por lo chismoso. Soy incapaz de contar un chisme, pero me encanta que me vengan a contar cosas de los demás.”

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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