Asunción, 8 Mar (Notimex).- Paraguay ha registrado avances en materia de reconocimiento de los derechos de la mujer, aunque aún persiste un grado de violencia contra ellas en una sociedad que es marcadamente machista.
La diputada Aída Robles dijo que “nuestras mujeres han ido adelante en estos últimos tiempos, han avanzado mucho porque conocen más sus derechos, porque hay mucha difusión del tema, reclaman, denuncian y encuentran cierta ayuda, aunque no toda la que quisiéramos”.
La legisladora agregó a Notimex que en materia de violencia doméstica “hubo una mejoría y las mujeres ya se animan más a denunciar, pero seguimos sufriendo lamentables casos de agresiones y hasta crímenes”.
Varias organizaciones sociales realizarán este jueves actividades especiales en este país sudamericano por conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, entre ellas charlas de difusión de sus derechos.
Algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) preocupadas del tema de la mujer denunciaron que las autoridades paraguayas no otorgan las garantías necesarias, la justicia no atiende con celeridad los casos y sólo existen siete comisarías de mujeres en todo el país.
De ellas, tres se encuentran en Asunción, dos en la Gran Asunción, una en Encarnación y otra en Ciudad del Este, lo cual es insuficiente para un país que tiene 217 municipios.
De una población total de 6.3 millones de habitantes, el 50.46 por ciento son mujeres, con una tasa de esperanza de vida de 73.1 años, superior a la de los hombres que llega a 68.6 años.
De una Población Económicamente Activa (PEA) de tres millones de paraguayos, las mujeres representan el 61.3 por ciento (equivalente a 1.8 millones).
El índice de mortalidad materna, en tanto, es uno de los más altos del continente y llega a 132 por cada 100 mil nacidos vivos, con los abortos (24 por ciento) y las hemorragias durante el embarazo y el parto (24 por ciento) como las principales causas de muerte.
Según la estatal Dirección General de Estadísticas y Censos, el sub-registro de las muertes maternas se situaría en torno al 56 por ciento (202 casos por cada 100 mil nacidos vivos).
Respecto al uso de los métodos de planificación familiar en mujeres sexualmente activas, en las áreas urbanas un 46.8 por ciento dijo recurrir a métodos modernos, mientras que en las zonas rurales un 34.6 por ciento reconoció optar por los naturales o empíricos.
Se deduce que dos tercios de las mujeres del sector rural no tienen acceso a métodos anticonceptivos, por lo que la fecundidad de las adolescentes, especialmente en esas áreas, es una las más altas de América Latina y se produce en muchachas de bajo nivel educativo.