Washington, 9 Mar (Notimex).- La organización Niños Invisibles, que produjo un documental sobre el cacique ugandés Joseph Kony, se encontraba hoy bajo creciente escrutinio por su esquema de ayuda y por el destino de millones de dólares recaudados.
El documental “Kony 2012”, que atrajo más de 50 millones de cibernautas en menos de una semana de exhibición en línea, narra la historia del niño ugandés Jacob y de otros que describen el temor al secuestro y mutilaciones del Ejército de Resistencia del Señor (LRA).
“Es mejor que nos maten. Y si es posible, y nos pueden matar, mátanos, porque no queremos seguir aquí... Sólo somos dos y nadie nos quiere”, pide el joven Jacob al realizador en una de las entrevistas de la cinta de 30 minutos de duración.
Pero algunos críticos han sugerido que a pesar la fuerza del documental para presentar las atrocidades, las descripciones hechas por la cinta sobre el LRA son desmesuradas toda vez que esa organización apenas contabiliza en la actualidad unos cientos de combatientes.
Kony, de 50 años, fue encausado en 2005 por crímenes de guerra por la Corte Criminal Internacional de La Haya. Aunque el presidente Barack Obama envió en 2011 tropas al Africa Central, Kony sigue fugitivo y algunos creen fuera de Uganda.
“Dejando atrás cualquier distorsión, la pregunta es ¿Qué tan buena puede ser tanta buena conciencia del público cuando se trata de rastrear y capturar a un elusivo y brutal cacique?”, se preguntó el editor de The Atlantic, Robert Wright.
Algunos medios informativos estadunidenses centraron asimismo su atención en el destino de los recursos que Niños Invisibles obtiene a través de la venta de camisetas y afiches en internet.
Un paquete mercancías incluye una camiseta, un brazalete, una guía de acción, calcomanías, un prendedor y un poster se vendían por 30 dólares en línea, pero están agotados. Sólo se pueden hacer contribuciones con tarjeta de crédito, sin límite máximo.
La organización, con base en San Diego, recaudó 13.7 millones de dólares en el año fiscal 2011, un aumento de 65 por ciento en relación con sus ingresos del año fiscal 2010, incluidos 7.5 millones como parte de una campaña de recolección de fondos en la primavera.
Pero sólo alrededor de una tercera parte de esos ingresos beneficiaron de manera directa a los niños de Uganda, a pesar de lo cual su fundador Jason Russell defendió su esquema de distribución de los fondos.
“Somos una organización no ortodoxa, trabajamos fuera del marco tradicional de lo que se conoce como caridades y grupos no lucrativos”, dijo Russell en un entrevista con Piers Morgan de CNN.
Niños Invisibles desglosa sus ingresos en tres letras “M". La película (Movie) absorbe el 33 por ciento. “Cuesta hacer películas impactantes, eso lo sabemos, así que gastamos alrededor de una tercera parte de lo recolectado en la película para hacerla extraordinaria”, dice Russell.
La segunda M representa al Movimiento, es decir voluntarios de todo el mundo, camionetas que llevan la película a escuelas y universidades, las camisetas y las páginas de internet.
Finalmente la tercera M es la Misión de poner fin a la guerra para detener a Kony y rehabilitar a los niños a través de la educación, reintegración y empleos para la comunidad.
“Ese es nuestro modelo, eso es lo que somos, no somos World Vision u otras organizaciones que hacen un trabajo sorprendente en el terreno. Quieres pagar por una vaca o ayudar a alguien en una aldea, se puede hacer, es una tercera parte de lo que hacemos”, dice Russell.
Ben Keesey, director ejecutivo de “Niños Invisibles”, señaló todas las finanzas del grupo han estado disponibles en su sitio de internet durante los últimos cinco años.
“Todo es plenamente transparente. Nuestro trabajo es honesto sobre nuestro financiamiento y honestos sobre nuestra misión. El año pasado el 81 por ciento de nuestro dinero fue hacia programas”, dijo Keesey.
Ciertamente aún quienes han cuestionado que la película muestre de manera insistente a la familia del realizador de la cinta, están dispuestos a darles el beneficio de la duda, debido en parte al impacto que han logrado para crear conciencia a nivel global.
“Si el proyecto tiene éxito, un ejército de nuevos activistas habrá llenado el mundo con posters, calcomanías y posters que dicen ‘Kony 2012’, resaltando la insistencia de que Kony sea capturado este año”, señaló Wright.