De acuerdo con Juan Manuel Gómez “un es un lugar de paso. Hay sin embargo, habitaciones que se rentan por hora. Las historias que se cuentan es este libro ocurren en esos sitios lugares de tránsito en los que cabe cualquier perversión cualquier secreto, cualquier clase de amor en los que la ley y el tiempo son otros, y una cama puede tomarse en ataúd o el punto sin retorno de un sueño dorado o de la peor pesadilla. Los doce autores aquí reunidos accedieron a participar en este ejercicio de imaginación que nos sitúa al borde del abismo que implica una caja negra; imposible saber lo que ocurre dentro, salvo, claro si se está adentro”.
Por ello, considera, el lector encontrará las voces reconocibles de Juan José Rodríguez y Guillermo Fadanelli, el impulso largo de novelistas como la chinela Carla Guelfenbein y el peruano Alonso Cueto. Crónicas al viejo estilo, como la de Ignacio Trejo fuentes sobre el hotel amor, o de corte fantasmal y violento en torno a la pasión gay como la de Juan Carlos Bautista. Los cuentos más cortos tienen registros oscilantes: van de un Barry Gilfford niño junto a su padre en un motel a media carretera al despertar sexual en el relato de Miriam Mabel Martínez de Star Trek de música de fondo, y a la evocación sensual y onírica de la colonia Roma por parte de Alberto Ruiz Sánchez. Están también los poderosos destellos narrativos de Laura Emilia Pacheco, Jennifer Clemen y Brenda Lozano.
“Al abrir la puerta de estos cuartos de hotel lo que sale es un tufo a soledad que se queda un instante flotante en el aire”, expone Juan Manuel Gómez.
