El bloqueo terrestre, aéreo y marítimo que impone Israel en Gaza desde 2007 está generando un “colapso social” en ese territorio palestino que podría exacerbar la inestabilidad en la región.
Durante décadas, la cerámica de barro, coloridos vidrios, muebles de bambú y antiguos telares para tejer alfombras y tapetes definieron la economía del enclave costero palestino, empleando a miles de personas y exportándose a toda la región.
CIUDAD DE GAZA, 18 de julio (AP/EFE).- Cuando los gazatíes piensan en un mejor tiempo económico, las imágenes que les vienen a la mente son las de cerámica de barro, coloridos vidrios, muebles de bambú y antiguos telares para tejer alfombras y tapetes.
Durante décadas, estos oficios tradicionales definieron la economía del enclave costero palestino, empleando a miles de personas y exportándose a toda la región.
Aunque estas profesiones están en decadencia en todo el mundo por la globalización y la producción en masa desde China, los propietarios de negocios en Gaza sostienen que el bloqueo de Israel a la Franja, que comenzó hace 12 años, aceleró esa tendencia.
El bloqueo terrestre, aéreo y marítimo que impone Israel en Gaza desde 2007 está generando un “colapso social” en ese territorio palestino que podría exacerbar la inestabilidad en la región, advirtió en mayo el responsable de Naciones Unidas para los refugiados gazatíes, Matthias Schmale.
“En el año y medio que llevo allí ya he podido ver un cambio de humor en la gente hacia la depresión. No hay perspectivas, con un 53 por ciento de personas desempleadas”, señaló el director de operaciones en Gaza de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en rueda de prensa.
Según Schmale, alrededor de 1.3 millones de personas en Gaza (de los 2 millones que habitan en la Franja) viven bajo el umbral de pobreza y dependen directamente de ayuda alimentaria de UNRWA y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La agencia de Naciones Unidas para Palestina sufre problemas financieros -derivados, entre otros factores, de la retirada de ayuda por parte de EU, hasta ahora uno de los principales donantes- y según Schmale necesita urgentemente 40 millones de dólares para garantizar la manutención de los palestinos que reciben su ayuda en los próximos seis meses.
El representante de UNRWA añadió que la mala situación económica y social está produciendo un aumento del consumo de drogas, la prostitución y los suicidios en Gaza.
“Gaza no es una crisis humanitaria producida por un tsunami, un terremoto o una guerra, sino que es resultado del fracaso político a la hora de buscar una solución a 12 años de bloqueo”, afirmó.
La directora de la UNRWA para Cisjordania, Gwyn Lewis, también en la rueda de prensa, destacó que ha habido asimismo en ese territorio un aumento de los problemas económicos y sociales, a los que se han unido las constantes incursiones de fuerzas israelíes en los 90 campos de refugiados palestinos que gestiona la ONU allí.