México

Preocupados por crisis climática, violencia y COVID-19, Generación Z en México vive un futuro incierto

18/07/2020 - 10:30 pm

Más de 32 millones de niños y jóvenes conforman la Generación Z en México, documenta el Inegi. Además de vivir acechados por la crisis climática y la violencia, si tuvieron la oportunidad, al egresar de la universidad los espera un mercado laboral quebrado por la debacle económica derivada de la COVID-19.

Ciudad de México, 18 de julio (SinEmbargo).– “No puedo ver un futuro donde vayamos a colonizar un planeta y no arreglemos el que ya tenemos”, dijo desde Corregidora, Querétaro, Rubén, un estudiante de preparatoria de 16 años que extraña salir a convivir con sus amigos, por lo que el confinamiento le ha generado inquietud. No termina de entenderlo y acostumbrarse. Pero por encima de la catástrofe económica y la política, está convencido que lo primero que debe solucionarse es la crisis climática.

“Lo primero es el ambiente porque es nuestro hogar y es donde nos desarrollamos para vivir de una forma adecuada, pero no estamos cuidando el planeta”, aseguró vía audio WhatsApp, al estilo de la denominada Generación Z, quienes durante esta crisis climática, sanitaria, económica y de violencia tienen entre 8 y 23 años. Nacieron de 1997 a 2012, por lo que han crecido desde el foxismo a la fecha. Les tocó un cambio de Gobierno a la denominada izquierda.

El reclamo por una justicia intergeneracional es mundial. Parada frente a un Ted Talk de 2018, la activista ambiental sueca Greta Thunberg de 17 años señaló a los adultos: “Cuando ustedes piensan en el futuro, no piensan más allá de 2050. Para entonces, en el mejor de los casos, no habré vivido ni la mitad de mi vida. En el 2078 cumpliré 75 años. Si tengo hijos, quizá pasen ese día conmigo. Tal vez me pregunten por ustedes, por qué no hicieron nada cuando todavía había tiempo para actuar. Lo que hagamos o dejemos de hacer ahora afectará a toda mi vida y a la de mis hijos y nietos”.

Un niño camina en una inundación en Guerrero. Foto: Cuartoscuro.

Para Sofía, quien a sus 20 años estudia la carrera de Contabilidad en Chihuahua, existe gente que cree que no está pasando una crisis climática y por eso no les importa ni cuidan al medio ambiente. “Me preocupan estás acciones de la gente por las siguientes generaciones”, dijo.

En su niñez o juventud, de la mano de Internet, a los centennials los acechan desequilibrios ecológicos (como el que abonó para detonar la pandemia), enfrentan un confinamiento sin certezas, violencia y frente a ellos, antes siquiera de entrar al mercado laboral, se aproxima una ola gigante en forma de la peor crisis económica no vista al menos desde la Segunda Guerra Mundial. La economía de México se desplomará un 9 por ciento este año al igual que la región, lo que aumentará la pobreza a 49.5 por ciento de la población, estima la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La mitad de los mexicanos vivirá en condiciones precarias.

La incertidumbre es mundial. “Difícil de expresar mi felicidad y gratitud ahora que he terminado mi carrera en Filosofía, Política y Económica en la Universidad de Oxford. No sé lo que está por delante. Por ahora, Netflix, leer y dormir”. El tuit es de la activista feminista Malala, quien hace unas semanas cumplió 23 años. Desde adolescente impulsó la educación para las niñas en la India.

CENTENNIALS, LOS MÁS PREOCUPADOS

Alejandro vive en Coatepec, Veracruz, a unos 13 kilómetros de la capital Xalapa. A sus 19 años acaba de arrancar la carrera de Lengua Inglesa en la Universidad Veracruzana. Tiene tres empleos con los que ingresa entre cuatro y cinco mil pesos mensuales para pagarse el material de estudio, comer y, también, para darse gustos como ropa o cortes de cabello.

Colabora en la Coordinación de Sustentabilidad de la Universidad a través del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro, transmite videos sobre videojuegos en Twitch con los que recibe donaciones (nació con Internet) y traduce juegos en páginas para niños.

El 26.29 por ciento de la población mexicana son niños y jóvenes de 10 a 24 años, esto es, alrededor de 32 millones 873 mil conforman la Generación Z. Más de 16 millones 874 mil son hombres de 10 a 24 años y 15 millones 999 mil son mujeres de 10 a 24 años, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Desde niño se transporta en bicicleta. Pero no está seguro de qué implica la crisis climática o la justicia intergeneracional. Le viene a la mente la contaminación de fábricas y sobrexplotación de recursos naturales. Las generaciones futuras, dice, “no son culpables de que el día de mañana los recursos no les alcancen, pero las empresas viven de eso y no están dispuestas a soltarlo. Se necesita un cambio muy grande en la mentalidad para beneficiar a ambas partes (industria y ciudadanía)”.

Esta generación, también conocida como centennials por ser la siguiente de los millenialls (víctimas de la crisis de 2008 que aspiran a tener una casa propia), es la más preocupada por el futuro de la situación económica y son los que experimentan mayor ansiedad, miedo y aburrimiento a comparación de otras generaciones durante la pandemia por la COVID-19, de acuerdo con una encuesta de KidZania México aplicada en mayo a 5 mil mexicanos de entre 18 y 56 años.

“Me preocupa cómo se generan tantos cientos de miles de personas pobres con un mal gestionamiento con los recursos de la nación”, dijo el adolescente queretano Rubén.

Un joven mira por la ventana desde un edificio. Foto: Cuartoscuro.

También le preocupa que las personas encargadas de controlar estas diversas crisis no lo logren gestionar, por lo que cree que como ciudadanía deberíamos respetar más las medidas sanitarias. “La sociedad mexicana tiene altas y bajas. Se dice que somos un pueblo trabajador, pero yo creo que somos de los más flojos y el objetivo de impulsarnos a una sociedad más desarrollada está siendo bastante mermado por nuestra actitud”, comentó.

Alejandro por su parte aspira a mudarse de Veracruz a otro país con mejores oportunidades porque, aunque considera que México es bonito, sabe que vive entre niveles de violencia históricos, clasismo y machismo. Reconoce que se siente ignorante respecto a la crisis económica, aunque ha visto pérdida de empleo y clientes en su localidad. Pero él desea una casa “propia y digna”.

“Supongo que enfrentaremos la crisis económica. Habrá de encontrar una manera. No lo sé”, afirmó en audio de WhatsApp, al estilo centennial.

Han crecido a la par del Gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006), Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), Enrique Peña Nieto (2012-2018) y desde el año pasado vivieron el cambio a un gobierno denominado de izquierda con Andrés Manuel López Obrador, el cual ha impulsado becas para estudiantes y el programa Jóvenes Construyendo el Futuro.

“Jamás había visto a un Gobierno apoyar con esto de las becas que otorgan por trabajar en empleos que se dedican en capacitarte sin importar tu preparación. No sentía tanto lo del Gobierno porque era muy pequeño [nació durante el foxismo], pero conforme fui creciendo me di cuenta de algunas cosas. Cuando llegó este cambio y vi la cantidad de oportunidades a los jóvenes me pareció increíble. Me agrada. He visto un beneficio al menos para mí”, comentó Alejandro, becario de Jóvenes Construyendo el Futuro.

Una joven protesta por Melanie, una adolescente de 16 años golpeada por policías en la CDMX en una manifestación. Foto: Cuartoscuro.

Pero Rubén reconoce que, al ser adolescente, no tiene la menor idea sobre política. “Apenas sé quién es nuestro Presidente”, dijo. “No puedo entender muy bien qué implica que un Presidente de izquierda entre al Gobierno, ¿qué tanto sabe la juventud sobre ello?”, se cuestiona.

Al ser nativos digitales, son los menos afectados en su forma de socializar durante la COVID-19, ya que su interacción social continúa a través de lo digital, plantea la encuesta de KidZania. Nacieron cuando ya había computadoras en casa o cuando el celular se volvió la computadora.

“Mi forma de vivir es en casa; no salgo mucho. No me afectó mucho [el confinamiento]. Al principio creí que era una enfermedad muy simple, pero ya después vi que es una cuestión de mucho cuidado y respeto. Aunque acá en Veracruz veo gente muy descarada que estornuda en la calle o van tomados de la mano… Hay mucha ignorancia y falta de conciencia hasta en Xalapa. Insisten en hacer las fiestas patronales, aunque no es momento. Me enoja”, planteó Alejandro.

EDUCACIÓN (O NO)

Los centennials están en edad de estudiar. Pero no todos tienen la oportunidad o para poder hacerlo trabajan y estudian. La educación básica y media superior conforman la educación obligatoria en el país. Los que tienen acceso a la Web, acuden a clases en línea. Otros tantos, por el confinamiento, no han podido hacer el examen de admisión a la educación superior.

Y, quienes tuvieron la oportunidad, están recién egresados de la universidad frente a un mercado laboral que ya expulsó de marzo a junio a un millón 113 mil 667 plazas formales del registro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pérdida más de tres veces mayor a la generación de empleo formal de 2019 (de 342 mil 77 plazas), analizó México, ¿Cómo Vamos?

De los adolescentes mexicanos de 15 a 19 años, 31.4 por ciento de ellos ha terminado la secundaria y 54.8 por ciento aprobado algún grado de los niveles medio superior o superior. Pero el 13.7 por ciento no ha logrado concluir la educación básica o no tiene escolaridad, muestran datos del Inegi hasta 2018.

“Me preocupa qué es lo que voy hacer el día de mañana, si es realmente lo que quiero, si viviré de ello todo el tiempo, me aburriré de eso o si encontraré un empleo cercano a lo que estudio”, dijo Alejandro, estudiante universitario de Lenguas Inglesas en Veracruz.

Un joven toma una fotografía mientras rueda en la plancha de la CDMX. Foto: Cuartoscuro.

Su vida la ha continuado en línea. Las clases y el trabajo. Aunque al inicio de la cuarentena hubo choques con la familia, “después agarramos la onda como un punto de resignación”. Pero, estima, “nos va a dejar una gran enseñanza todo esto”.

En el grupo de 20 a 24 años se observa una distribución distinta. El 66 por ciento (6.6 millones) tiene aprobado algún grado de los niveles medio superior o superior; 22.3 por ciento tiene la secundaria terminada, pero 11.7 por ciento no ha concluido la educación básica o no tiene escolaridad (1.2 millones).

Sofía, estudiante de Contabilidad en Chihuahua, ha batallado con las clases en línea por el choque generacional. “No es el mismo rendimiento cuando los maestros de la universidad no están capacitados para dar una clase en línea; se vuelve muy difícil por lo que ya se ha vuelto muy autónomo el estudio”, cuenta.

“Me preocupa no poder ejercer un trabajo de mi carrera por la crisis económica que estamos viviendo”, prevé. “Me preocupa que por la falta de liderazgo en los gobiernos de muchos países esta pandemia vuelva a una oleada y que la crisis económica se extienda”.

La joven considera que el Gobierno de izquierda debería apoyar más a las empresas que generan empleos y, más que dinero, ofrecer educación a las personas en situación de pobreza.

Y ADEMÁS, VIOLENCIA

Al menos 12 mil 755 niños, niñas y adolescentes mexicanos de cero a 17 años están desaparecidos, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) publicado por la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).

Hasta la fecha, se registran como desaparecidas mil 094 niños y niñas de 5 a 9 años; 3 mil 442, de 10 a 14 años; y 6 mil 802 de 15 a 17 años, atribuido a adopción ilegal, explotación sexual o reclutamiento del crimen organizado para trabajo forzado.

Las entidades federativas con el mayor número de registros de menores desaparecidos son el Estado de México (2 mil 848); Tamaulipas (mil 560); Jalisco (822); Puebla (814); Nuevo León (806); Chihuahua (684); Veracruz (555); Sonora (536); Coahuila (457), y Guerrero (440).

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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