¿Por qué la crisis de los periódicos impresos? Diez casos emblemáticos en todo el mundo

18/09/2012 - 8:05 am

Nada nuevo: los diarios impresos están en constante amenaza por un mundo que a diario relega el papel y muda su vida a la computadora, ¡qué va!, a los smartphones. La caída en las ventas, la competencia con los medios electrónicos, la baja inversión publicitaria en papel periódico y hasta la censura, son los factores que han determinado en los últimos años que varios medios cierren o se muden definitivamente a la versión digital. El año pasado, algunos impresos publicaron su editorial de despedida; otros presentaron pérdidas económicas alarmantes. Y algunos más simplemente penden de un hilo. The New York Times, uno de los “padres del periodismo moderno” es, también, uno de los ejemplos de esta crisis; The Huffington Post, completamente digital y con menos de media década de vida, ya lo desplazó en visitas diarias. Como sea, el panorama es bastante desolador para los impresos del mundo. Hemos escogido varios casos simbólicos de la crisis que pasan los diarios impresos en el mundo…

1. The New York Times

Pese a los 95 premios Pulitzer, o los grandes periodistas y fotógrafos que han publicado y publican en sus páginas; a pesar de los más de 51 años de historia, el diario más prestigiado del mundo está en crisis. Desde el 2006, The New York Times ha tomado medidas de austeridad para seguir publicando, desde reducir su tamaño, hacer recortes de personal o  vender parte de su mobiliario. Pero fue en 2009, y en plena crisis financiera, donde tuvo que rematar su famoso edificio ubicado en la Isla de Manhattan, en Nueva York, por 255 millones de dólares. Dinero que ayudó a mantener a las rotativas trabajando, tras la caída de publicidad. También en ese 2009, abandonó su participación accionaria del equipo de las grandes ligas, los Medias Rojas de Boston; redujo 5% el salario de sus trabajadores; y tuvo una importante inyección millonaria por parte del magnate mexicano Carlos Slim, dinero que el Times pagó en 2010.

The New York Times Company, editora del reputado diario neoyorquino, informó el pasado 20 de octubre de 2011 que en los primeros 9 meses del año perdió 98.61 millones de dólares, comparado con los 40.46 millones de dólares que ganó en el mismo periodo de 2010, aunque volvió a entrar en beneficios en el tercer trimestre gracias al incremento en las suscripciones de pago a sus contenidos en Internet.

Por otra parte, anunció el pasado mes de diciembre la negociación de venta de 16 periódicos regionales y otros negocios asociados al grupo de medios de comunicación Halifax. El impreso tendrá su funeral (tentativamente) en 2015. Así lo indicó el presidente y editor del diario, Arthur Sulzberger Jr. Con esto, el diario apostará todos sus recursos al servicio online. Tras esta medida, se espera que muchos periódicos del mundo sigan esa tendencia.

2. Público

Mediapubli, la empresa editora del diario español Público, presentó el pasado 3 de enero ante autoridades españolas la solicitud de declaración de concurso voluntario de acreedores, porque no puede solventar sus deudas.

Pese a la incertidumbre que se tuvo sobre quién sería el nuevo dueño del periódico, y que les adeudaron meses de salario, los empleados de Público siguieron trabajado a principios de este año, ya que, argumentaron, mantienen ese compromiso con sus lectores. Hoy se sabe que  Jaume Roures es el nuevo dueño del diario.

“Si Público estuviera vendiendo el doble de ejemplares de los que vende o hubiera cumplido el objetivo previsto en ingresos publicitarios, no se hallaría en la gravísima tesitura de suspender pagos temporalmente para intentar sobrevivir”, señaló Jesús Maraña, ex director de Público, en una carta a sus lectores.

Fue fundado en el 2007 y hasta fines de 2010 tenía un tiraje de 82 mil ejemplares diarios. En comparación, el diario madrileño El País tira unos 400 mil ejemplares diarios. A mediados de año, el diario de izquierdas redujo 20% de su personal, como medida para salir a flote. Sin embargo, el pasado martes 3 de enero de 2012 tuvo que dar un paso histórico.

3. The Washington Post

Según el Wall Street Journal, The Washington Post vio una caída del 12 por ciento en sus ingresos por publicidad impresa en el segundo trimestre de 2011 y llegó a 66.6 millones de dólares. New York Magazine explicó que los cierres proyectados por el Washington Post siguen al anuncio de varios despidos en la revista electrónica Slate, propiedad de la compañía editorial del Post y que también tuviera pocas ganancias en el último trimestre.

En 2009, el Post anunció el cierre de sus oficinas regionales en todo el país en un intento por reducir costos, añadió Reuters. En este año, el diario no renovará los arriendos de nueve de sus oficinas en suburbios. “Esto es sobre espacio de oficinas, no personal ni cobertura”, dice un memorándum de los editores del diario. “Con el ahorro que trae el fin de gastos innecesarios en arriendos costosos, invertiremos en tecnología que nos permita despachar artículos desde cualquier parte, en cualquier momento y en cualquier plataforma. Continuaremos con los niveles de personal [que cubren] los suburbios”.

Las acciones de las empresas periodísticas que cotizan en bolsa cayeron un 27% durante 2011, según un análisis del periodista y empresario Alan D. Mutter. Entre las empresas que perdieron están The Washington Post.

4. ADN

El diario catalán gratuito ADN cerró un día antes de la Navidad de 2011. Según explicó Grupo Planeta, editorial que administra este periódico, ADN no pudo superar la crisis económica.

A pesar de sus esfuerzos para superar este problema con el lanzamiento de ADN Plus, se obtuvieron proyecciones negativas para este 2012. El medio, que nació en 2006, dejará sin empleo a 60 periodistas y otros profesionales.

Mediante un boletín, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) aludió al cierre del diario gratuito ADN como “la peor noticia que podíamos recibir en los últimos días de 2011 y un presagio de lo que está por venir en los próximos meses si la publicidad sigue sin recuperarse y los medios no encuentran un nuevo modelo de negocio que les permita sobrevivir”.

En España, el sector de los medios de comunicación ha perdido al menos 4 mil 421 puestos de trabajo desde noviembre de 2008, en datos del Observatorio de la Crisis de la FAPE.

5. Diarios iraníes

Pero no todos los casos de cierre se deben a problemas económicos. Dos publicaciones cercanas a la oposición en Irán fueron cerradas transitoriamente por órdenes de la Fiscalía General de Teherán, informó la prensa iraní, que denuncia una nueva mordaza.

Se trata del diario Rusegar (Vida cotidiana), acusado de difundir propaganda y documentos estatales secretos, y la revista Shahrvand e-Emrooz (Ciudadanos de hoy), que habría violado la ley de prensa, según la Fiscalía. Dichos medios no se consideran demasiado influyentes, pero los analistas ven signos de nuevas limitaciones tras las elecciones que se realizaron en marzo.

Tras la llegada al poder de Mahmud Ahmadineyad, en 2005, decenas de revistas y diarios fueron prohibidos, algunos reabiertos y luego nuevamente cerrados. Los periódicos y páginas web de los dos líderes opositores, Mir Hossein Musavi y Mehdi Karrubi, están prohibidos desde 2009.

6. News of the World

El semanario sensacionalista británico News of the World, fue fundado en 1843, cerró en julio de 2011, después de los escándalos de las espías ilegales a personalidades relevantes del Reino Unido.

Dentro de las víctimas de espionaje telefónico, se encontraba Milly Dowler, una estudiante de 13 años que había sido secuestrada en marzo de 2002 y que en realidad había sido asesinada cuando el diario espiaba el buzón de voz de su teléfono móvil. El diario llegó incluso a borrar algunos mensajes cuando el buzón estaba lleno para permitir la entrada de nuevos mensajes, lo que hizo creer a la familia que Milly estaba aún viva y pudo destruir pruebas quizás vitales para los investigadores.

Tras el incidente, el magnate Rupert Murdoch, decidió poner fin al periódico. El empresario reconoció que el diario había fracasado al no investigar más a fondo el alcance de la práctica de las escuchas ilegales y al mantener, incluso ante el Parlamento, que se trataba de una actividad aislada.

El pasado mes de octubre de 2011, en varios medios circuló la noticia que el grupo mediático News International tendría que pagar 2.3 millones de euros a la familia de Milly Dowler.

7. El Clarín

En Argentina las cosas tampoco van bien. En diciembre del año pasado, autoridades de ese país aprobaron una ley para regular el papel con el que se imprimen los periódicos, lo cuál fue calificado por periodistas de esa región como “embestida contra la libertad de prensa”.

El Clarín, que da nombre al mayor grupo de medios argentinos, es dueño de 49% de las acciones, y La Nación (22.49 %), son socios de  la firma Papel Prensa, el único fabricante de papel para periódicos en Argentina y en el que el Estado posee otro 28.08 % de las acciones.

Autoridades mantienen bajo estricta revisión a ese grupo de medios. De hecho, en ese mismo diciembre, gendarmes allanaron las oficinas de la operadora de televisión pagada Cablevisión, propiedad de El Clarín, por orden de un tribunal que solicitó analizar la documentación de la empresa. Los elementos del gobierno ingresaron por la fuerza a una de las sedes de Cablevisión en Buenos Aires por orden de un tribunal que halló irregularidades en torno a la ley antimonopolio, por la posición dominante de la firma en el mercado cableoperador.

Entre 2009 y 2010, la venta de El Clarín bajó a 60 mil ejemplares diarios, según detalló el Instituto Verificador de Circulaciones de Argentina (IVC). Esto representa una caída acumulada del 20%.

8. Grupo Prisa

El grupo empresarial al cual pertenece el diario madrileño El País es afectado de manera contundente por la inestabilidad financiera en Europa. Según detalla un informe del Observatorio de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), con datos de la empresa, se estima que este 2012 presente un recorte total de 600 o 700 empleados.

El problema económico de Prisa se ceba con El País, que arrastra por consecuencia una crisis triple: por un lado, la propia de los impresos, que compiten con los digitales y con cambios de tendencia en los lectores; el otro, una Europa sometida a contingencia financiera que ha acercado a España la inestabilidad social. Y finalmente, una serie de decisiones empresariales previas –invertir en televisión, se dice– que pusieron en alto riesgo a Prisa, que era financieramente sana.

9. The Irish Post

En agosto de 2011 The Irish Post, con sede en Londres, cerró y una decena de periodistas quedó en la calle. Con 41 años de vida, el semanario fue derrotado por la grave recesión en el país, lo cual hizo que disminuyeran los ingresos por publicidad. Afortunadamente el empresario irlandés Elgin Loane, compró los derechos y eso  permitió que The Irish Post regresara el mes de septiembre de ese año.

La nueva administración del diario volvió a contratar a los periodistas despedidos. La periodista Fiona Audley, quien trabajó en el mencionado medio y encabezó una campaña para salvar al periódico, se mostró complacida por la compra. “Esperamos un nuevo y emocionante futuro para el Irish Post. Agradecemos a todos los lectores y amigos del medio que mostraron su apoyo en las últimas seis semanas”, dijo.La Unión Nacional de Periodistas no estuvo directamente involucrada en la campaña para salvar el Post, pero ofreció su apoyo y promoción.

Este fue uno de los pocos casos, en donde un periódico resurge de entre las cenizas.

10. Galicia Hoxe

El único periódico que se publicaba en gallego fue el Galicia Hoxe, un diario que desapareció de las calles el pasado mes de junio de 2011. Las razones no fueron distintas a las de los demás diarios que cerraron en España. “La crisis económica y el radical recorte de las ayudas públicas convierten en inviable el proyecto”, explicó el medio en su portal web. En total, 19 redactores y lingüistas perdieron su empleo.

Tras ocho años de vida, con 2 mil 943 números editados y 130 mil páginas, Galicia Hoxe apostó todos sus recursos a un proyecto 100% Web.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video