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El gigante dormido: ¿por qué los hispanos en EU podrían salvar el mundo?

18/09/2016 - 12:05 am

Este 2016 puede ser el año en que un gigante dormido de 27 millones de cabezas despierte. En el que la comunidad hispana – la más grande minoría en Estados Unidos – tenga un voto definitorio para parar a un magnate que no ha cesado de hacer campaña contra ellos, indocumentados o no, demócratas o apartidistas. El próximo 8 de noviembre podrán reflejar su resistencia al republicano en las urnas, ¿de qué tamaño es el poder latino en EU?

Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).– Las elecciones presidenciales número 58 de Estados Unidos serán las más diversas de su historia. El 31 por ciento del electorado pertenece a una minoría racial o étnica, lo que incluye a 27 millones 302 mil ciudadanos de origen hispano, un sector que puede dificultar los planes de Donald Trump de “hacer a América grandiosa otra vez”.

De acuerdo con datos del Pew Research Center (PRC), hasta junio de este año la candidata demócrata Hillary Clinton tiene el apoyo del 66 por ciento de los votantes hispanos, contra el 24 por ciento que elegiría a Trump. Sí, más de seis millones de personas de origen latino daría su voto al republicano.

Entre toda la población de 55 millones de hispanos que actualmente vive en Estados Unidos, el 64 por ciento tiene origen mexicano, sin embargo, sólo aproximadamente 1.8 millones de los migrantes legales estarán calificados para votar.

“Para inclinar la balanza a favor de la candidata Hillary Clinton [el voto] sí será importante por el número de mexicanos que integran la comunidad hispana en Estados Unidos. Pero hay matices, si bien los mexicanos son un porcentaje muy elevado, equivalente a más del 60 por ciento de la población de origen hispano, no todos están registrados como electores y no votan en bloque.

“Me parece que con un candidato como Donald Trump esto los motivará para salir a la calle y votar en contra, nada nos asegura que efectivamente todos los mexicanos con posibilidades de participar en las elecciones vayan a votar por la candidata demócrata. Salvo este aspecto, en principio sí podemos pensar que dada la tradición del voto hispano a favor de los demócratas en esta ocasión los mexicanos vayan a votar y lo hagan por Clinton”, dice la doctora Laura del Alizal, especialista en política exterior de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) a SinEmbargo.

Gráfico: SinEmbargoMX
Gráfico: SinEmbargoMX

(SUB) REPRESENTATIVIDAD LATINA

Aunque se proyecta que la presencia hispana en las urnas alcance el máximo histórico del 12 por ciento del electorado total, expertos del Pew Research Center dicen que la comunidad podría quedar “subrepresentada” nuevamente, pues en 2012 sólo un 48 por ciento acudió a las urnas, comparado con el 64 por ciento de los anglosajones.

Entre las razones para que este sector poblacional vea disminuida su participación también está que muchos de los que viven legalmente en Estados Unidos no han adquirido la nacionalidad estadounidense.

Tal es el caso de gran parte de los mexicanos en el país del norte. Sólo un tercio de los 5.4 millones de migrantes legales que podrían optar por la naturalización han iniciado el proceso para conseguirla, de acuerdo con la Encuesta de la Comunidad Americana.

Además, que un 44 por ciento de las personas que podrán votar en noviembre sean consideradas “millennials”, puede aumentar el abstencionismo. Un estudio de PRC encontró que los electores más jóvenes son menos propensos a votar que los latinos más grandes, además de que sólo el 37.8 por ciento votó en 2012, comparado con el 47.5 por ciento de milenarios blancos y 55 por ciento de los jóvenes afroamericanos.

Además, sólo  49 por ciento de todos los hispanos está totalmente seguro de estar registrado para votar, y un porcentaje de 67 ha seguido de cerca las noticias sobre las campañas y elecciones. Aun así, el interés es mayor que en las elecciones pasadas, y en gran medida es gracias a Trump.

Un reportaje del periódico estadounidense The New York Times menciona que las solicitudes de naturalización subieron un 11 por ciento en el año fiscal 2015 y estiman que lleguen a un millón durante este 2016.

“Quiero votar para que Donald Trump no gane”, cita el diario a Hortensia Villegas, una migrante legal que hace trabajo activo para apoyar a más personas en su condición a registrarse para pedir la ciudadanía.

Para la socióloga Del Alizal, el hecho de que en 2012 Barack Obama haya recibido mayor –y decisivo – apoyo hispano (71 por ciento) que el que se ha mostrado hasta ahora con Clinton, se puede deber a la falta de interés que anteriormente demostró la demócrata por apoyar las causas latinas.

“Me parece que no ha habido en particular una política de acercamiento o señales hacia la población hispana en particular hacia los mexicanos. Pero su campaña está tratando de subsanar este problema, pues están pasando spots en español y se habla de los valores tradicionales de la familia dentro de la comunidad hispana y se está presentando al candidato a la Vicepresidencia, que es un demócrata blanco pero que habla español, es católico y que ha hecho trabajo asistencial en América Latina.

“Se puede hacer esa lectura, será un voto no tanto de convicción a favor de la candidata sino para evitar que gane Trump”, dice.

No obstante las políticas antimigratorias del neoyorquino, su amenaza de poner un muro entre México y Estados Unidos, y la posibilidad de deportaciones masivas, una encuesta de Gallup apunta que los ciudadanos hispanos están menos preocupados por las elecciones que otros sectores poblacionales, pues sólo el 38 por ciento admite tener miedo de la próxima elección, comparado con el 64 por ciento de los afroamericanos y el 53 por ciento de los blancos.

¿UN VOTO NECESARIO?

Un 24 % de los votantes de origen hispano muestran afinidad por el republicano. Foto: Archivo/AP
Un 24 % de los votantes de origen hispano muestran afinidad por el republicano. Foto: Archivo/AP

“En las últimas elecciones presidenciales, el voto hispano fue decisivo. George W. Bush no hubiera ganado en 2004 sin conquistar el 40 por ciento del voto latino, pero en el 2008, Nuevo México, Florida, Nevada y Colorado, estados clave en el triunfo de Bush, apoyaron a Obama. En 2008, de 19 millones de latinos registrados para votar, acudieron a las urnas 10.2 millones y de ellos 6.7 millones votaron por Obama, inclinando la balanza a favor del candidato demócrata.

En las elecciones presidenciales del 2012, los hispanos perdonaron al presidente Barack Obama por su promesa incumplida de reformar la ley integral de inmigración, que prometió en la campaña electoral del 2008, y con su participación electoral han contribuido a asegurar su reelección. Con la victoria de Florida, Obama obtuvo 332 (requería solo 270) votos que necesitaba del Colegio Electoral para lograr un nuevo gobierno de cuatro años”, escribió el sociólogo Javier Paredes en su ensayo llamado “El decisivo voto hispano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos”.

¿Será que Trump y sus asesores desconocen dichas cifras? Todavía el pasado 31 de agosto, a pocas horas de haberse reunido con el Presidente de México Enrique Peña Nieto, el republicano encendió los ánimos de sus seguidores en Arizona al insistir: “Vamos a construir una enorme muralla en la frontera sur y México va a pagar por ese muro, cien por ciento. No lo sabe todavía pero así será”.

Trump y Peña en Los Pinos. Foto: AP
Trump y Peña en Los Pinos. Foto: AP

Días después, la consultora Latino Decisions publicó que Trump tiene el menor apoyo mostrado por votantes latinos de entre todos los candidatos republicanos en la historia moderna, y que un 80 por ciento de los hispanos encuestados opina que su campaña ha alentado a que los estadounidenses se muestren enojados y hostiles hacia las minorías étnicas.

Pero éste no fue ni el primero, ni al parecer el último de sus ataques, pues anteriormente señaló que los migrantes mexicanos sólo llevaban “crimen, drogas y violadores” a EU, mientras que en marzo de este año amenazó: “México no querrá ‘jugar’ a la guerra con nosotros”.

En la misma línea, la encuestadora Gallup calificó como un “serio problema de imagen”, el que tiene el magnate con los hispanos, con 77 por ciento de desaprobación entre esa comunidad.

Situación que parece no estar tomando en cuenta es que el registro de votantes en estados clave está llegando a números récord, según reportó The Wall Street Journal, pues en Florida su participación alcanza el 20 por ciento; en Nevada el 18 y en Colorado el 15. Mientras que en Carolina del Norte, Pennsylvania y Virginia se queda con el 5 por ciento.

Y SI SÍ GANA…

 

“No podemos saber lo que una gente tan impredecible como ese señor haría ya en la Presidencia, pero si nos atenemos a lo que ha dicho hasta ahora, la situación sería muy complicada, seguramente veríamos persecuciones, deportaciones masivas, en contra de todos los indocumentados pero en particular de los mexicanos, pues sus agresiones han sido directamente contra México.

Al país como tal, a los mexicanos que vivimos en México, sin duda nos va a afectar la intención que tienen de modificar las relaciones económicas, de poner fin al Tratado de Libre Comercio, creo que finalmente todas sus amenazas pueden provocar pánico en los mercados, la salida de capitales para México, con las presiones contra el peso, y va a ser difícil para México tener como Presidente de EU a una persona tan hostil hacia nuestro país”, dice al respecto la doctora Del Alizal.

Mientras que entre las prioridades que los ciudadanos latinos enfrentan y consideran se deben atender por el Congreso y el próximo Presidente, están la migración, economía, salud y discriminación, en una encuesta realizada por el Pew Research Center en junio de este año, Trump “reprobó” todos los aspectos, como en la capacidad para enfrentar conflictos raciales, en tomar decisiones sabias respecto a política exterior y en temas controvertidos como el derecho al aborto y el control de armas.

 

El peso podría sufrir una gran depreciación, el norte mexicano padecería por falta de agua, habría cuatro millones más de desempleados en el país, se perdería 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto sólo de frenar las remesas, hará una lista de países con “gente nefasta” para hacerle “inspecciones intensas” si visitan EU, y un largo etcétera.

Y si pierde… de todos modos ganará, como escribió Neal Gabler en el NYT el mes pasado, “no es un ideólogo como Ted Cruz, un oportunista como Marco Rubio, un constructor de movimientos como Bernie Sanders, un heredero político como Jeb Bush o un estudioso de la política como Hillary Clinton. Para todo ellos – y para cualquier candidato serio – la atención es el subproducto de una campaña, no su motor. Para Mr. Trump, la atención es todo el asunto”.

Algunos medios como Vanity Fair y CNN han especulado que Trump podría usar esta notoriedad para construir un nuevo imperio mediático, y con su fortuna declarada en más de 10 mil millones de dólares, “es fácil imaginar al ciudadano Trump después de las elecciones cacareando que mientras Clinton tendrá que cargar con cuatro años de dolores de cabeza y un salario mísero de 400 mil dólares, él está usando la atención que obtuvo en hacer billones”.

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