MICHOACÁN Y LA GUERRA EN LA PERIFERIA

19/02/2014 - 12:00 am

La mecha se encendió en Michoacán, en la región de Tierra Caliente dominada por el cártel de Los Caballeros Templarios, lo que obligó a sus habitantes a levantarse en armas para autoprotegerse de los delincuentes y, también, de las autoridades coludidas con el crimen organizado. Al propagarse la llama de las autodefensas y, luego, al aumentar la presencia de las fuerzas de seguridad federales, la inseguridad creció en entidades de la periferia, como es el caso del Estado de México, Jalisco, Colima, Querétaro y Guanajuato, aun cuando “blindaron” sus fronteras e instalaron “cercos” para evitar que la violencia llegara a sus territorios. Lo que sus gobernantes no mencionaron o, simplemente, omitieron por conveniencia es que en su interior, y desde hace años, había signos de deterioro… Los estados de la periferia han sido tocados por la guerra en Michoacán, sí. Pero en algunos de ellos la violencia arde por sus propios errores y omisiones. 

El gobierno federal y gobernadores de los estados que colindan con Michoacán acordaron blindarse de la fuga de Templarios. Foto Cuartoscuro
Líder de autodefensas de Michoacán muestra el mapa de los municipios que protegen de Los Templarios . Foto Cuartoscuro

Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– El 21 de enero, el gobierno federal y los gobernadores de los seis estados que rodean Michoacán (Jalisco, Colima, Guanajuato, Estado de México, Guerrero y Querétaro) firmaron un acuerdo para crear un cerco de seguridad que evitara la entrada de presuntos integrantes de la organización criminal Los Caballeros Templarios a sus territorios.

Ese mismo día, cerca de las 16:30 horas, comenzaron a correr rumores en redes sociales de que Parácuaro, en Michoacán, estaba siendo escenario de una balacera entre dos grupos: autodefensas y Templarios. No hubo ningún reporte oficial. Luego, cesaron los tiros e iniciaron los “reportes” sobre presuntas detonaciones de bomba. De nuevo, ningún informe oficial. Le siguieron datos sobre una lluvia de balas sobre la región pero, otra vez, no hubo reporte oficial…

Más tarde, la Secretaría de Gobernación (Segob) anunció que se trataba sólo de disparos aislados. Sin embargo, Estanislao Beltrán Torres, líder de las autodefensas de la zona, declaró para Noticias MVS que el gobierno mentía. Realmente tuvo lugar un enfrentamiento armado, dijo. El líder comunitario afirmó que ese 21 de enero, la policía llegó hasta las once de la noche. Autoridades federales sostuvieron su versión de los hechos.

Aquella jornada violenta en Michoacán no fue la primera, ni ahí ni en el resto de los territorios que colindan con el estado. Las hubo, antes y después, y continúan hasta hoy.

Ese día no fue el único en que los gobernadores tomaron sus precauciones ante la contingencia. El mandatario del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, ya había implementado, desde  principios de enero, un “cinturón de seguridad” para proteger el territorio que gobierna de posibles daños colaterales por otros ataques ocurridos en Michoacán y Guerrero.

Así, con escudos, cercos y blindajes, el estado michoacano quedó confinado de los territorios vecinos y en medio de una crisis de seguridad.

“Es una probabilidad que la violencia que se registra en los estados que rodean a Michoacán se esté viendo afectada por Los Templarios que estén corriendo hacia otros lugares. Estos reacomodos de posiciones de los miembros criminales, pueden estar provocando esta situación (violencia) en los otros estados ”, explicó Erubiel Tirado, coordinador del Programa Seguridad Nacional de la Universidad Iberoamericana.

El también consultor académico del Royal United Service Institute For Defense and Security destacó que es preciso que las autoridades confirmen si se trata de movimientos de los criminales.

Pero no sólo en Michoacán se concentra la violencia, pues 18 mil homicidios dolosos, más de mil secuestros y 876 extorsiones azotaron a todo el país durante 2013, según dio a conocer a principios de este año el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

El SNSP explicó que los homicidios dolosos se produjeron en la mayor parte de los 32 estados del país, no así en Michoacán, Hidalgo, Oaxaca, Sonora, Tabasco y Tlaxcala.

Por su parte, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal declaró a 20 municipios de México como focos rojos. Acapulco, Guerrero, volvió a ocupar el primer lugar con la tasa más elevada de homicidios del país, al registrar 112.81 por cada 100 mil habitantes, mientras que Cuernavaca, Morelos, se situó como primer lugar en extorsión con 66.97 por cada 100 mil habitantes, según el informe La Violencia en los Municipios y las Entidades Federativas de México (2013) realizado por el propio Consejo.

Al respecto, el investigador René Jiménez Ornelas, investigador titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la violencia en el país no sólo se debe a grupos delictivos o del crimen organizado, también existe la violencia “común” como el robo a casa a habitación , asaltos, y homicidios que “nada tienen que ver con el crimen”, pero que se agrava con los hechos ocurridos en Michoacán.

 MICHOACÁN: EL ORIGEN

Lo que ha marcado el incremento de la violencia tanto en Michoacán como en los estados que le rodean, es “la falta de un gobierno que gobierne”; además, el interminable enfrentamiento entre la autoridad y las autodefensas contra el grupo delictivo Los Caballeros Templarios han desgastado al estado michoacano y a sus habitantes, coinciden analistas.

Los disparos, bombas molotov, extorsiones y asesinatos no son algo nuevo en la entidad, desde antes ya se ahogaba en conflictos de inseguridad. No por nada, en febrero del año pasado, colonos de Tierra Caliente se organizaron como autodefensas y tomaron las armas para combatir lo que el gobierno estatal no quiso enfrentar.

A finales de 2013 se registraron en ese estado 961 homicidios dolosos, 196 secuestros y 256 extorsiones, de acuerdo con los datos de la SNSP. Un año antes se reportaron 755 homicidios dolosos, 135 secuestros y 342 extorsiones.

Sin embargo, la bomba que posiblemente detonó los actos violentos de los últimos meses fue la que presuntamente provocaron supuestos Caballeros Templarios en noviembre pasado, cuando se dio a conocer que secuestraron a dos jovencitas en Tacíntaro, “levantaron” a cinco personas – entre ellos, el hijo de un empresario– y asesinaron a cuatro familiares del líder comunitario de Tepalcatepec, el doctor Juan Manuel Mireles Valverde.

El entonces vocero de las autodefensas informó que por los hechos anteriores se desató una lluvia de balas contra supuestos Templarios en aquel municipio. En Michoacán, entonces, se inició una nueva guerra.

Las autodefensas son organizaciones que se formaron para enfrentar al crimen organizado y se apoyaron de otros actores, como mineros y limoneros, para atacar al crimen organizado que los extorsiona, explica Jiménez Ornelas,  investigador de la UNAM. “Lo digo porque se ve muy claro en las armas y camiones que se utilizan. Pero esto no ocurre con todas las autodefensas”, comenta.

El 15 de enero del 2014 se dio a conocer en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto por el que el Presidente Enrique Peña Nieto creó la Comisión para la Seguridad y Desarrollo de Michoacán y designó a Miguel Ángel Osorio Chong como su titular, mismo que nombró a Alfredo Castillo Cervantes, ex encargado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), como la cabeza de la nueva Comisión.

El decreto anunciado por la Presidencia destacaba que Michoacán enfrentaba debilidad institucional, lo que causó “diversas expresiones violentas de la delincuencia organizada y de otros grupos armados”. El documento explica que el Gobernador Fausto Vallejo Figueroa había solicitado ya la ayuda del gobierno para poder afrontar los problemas de inseguridad.

EL 11 y 12 de enero pasados, las autodefensas y Los Caballeros Templarios se enfrentaron, tras el recibimiento de los comunitarios por supuestos francotiradores Templarios en la toma de Nueva Italia. Un día después, el titular  de la Secretaría de Gobernación (Segob) y Fausto Vallejo firmaron el Acuerdo para el Apoyo Federal a la Seguridad en esa entidad.

Posteriormente, el día 21 de enero se abrió de nuevo el fuego en territorio michoacano. La comunidad de La Cofradía, en Parácuaro, fue zona de una batalla que policías comunitarios y Templarios reportaron durante todo un día.

Michoacán ya tenía la fiebre de la violencia, en sus municipios se respiraba miedo. La gente dejó de salir de sus hogares, se abandonó el trabajo en el campo y la economía se deterioró aún más. Sin embargo, las autodefensas se fortalecieron.

Aquel día se dio a conocer que el gobierno federal y los gobernadores de los seis estados que rodean a Michoacán firmaron un acuerdo para crear un cerco de seguridad que evitara el “efecto cucaracha” del grupo de Los Caballeros Templarios.

Al respecto, el doctor del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM expuso que  “la violencia de Guerrero, de Michoacán, inclusive la de Guanajuato, viene desde antes. Sin embargo también se nutre del llamado ‘efecto cucaracha’”, y agregó que, no obstante, es la propia violencia de los otros estados la que se está reflejando últimamente en los índices de inseguridad.

“Existe efectivamente otro tipo de violencia, como el homicidio, el robo a casa a habitación, el robo a transeúnte, que están presentes en los estados a colindantes a Michoacán”, dijo el especialista de la UNAM.

Apenas los mexicanos se acostumbraban a ver mujeres, ancianos y hasta menores de edad con rifles en mano para defender su tierra y a sus familias, cuando el 6 de febrero se dio a conocer el hallazgo de una fosa clandestina con 19 cuerpos en el municipio de Tingüindín.

El tema, que parecía haber quedado sepultado en diciembre pasado con el conteo final de 67 cadáveres localizados en un predio de La Barca, Jalisco, volvió a prender focos rojos en ambos estados.

En Michoacán, aun con los recientes avances de las fuerzas federales, de la inversión millonaria del gobierno de Enrique Peña Nieto y de las estrategias para reforzar el deterioro social, educativo y económico, aún falta mucho para restablecer la paz, la seguridad y la confianza de los ciudadanos en las instituciones, coinciden los expertos consultados.

Eso se verá, como dicen los integrantes de las autodefensas y miles de ciudadanos agredidos, cuando capturen a los líderes del cártel de Los Caballeros Templarios pero, también, a los funcionarios públicos que les han dado cobijo.

Civiles exigieron salida de autodefensas de Michoacán por violencia  y quemaron autobuses en Aapatzingán. Foto: Cuartoscuro
Civiles exigieron salida de autodefensas de Michoacán por violencia y quemaron autobuses en Aapatzingán. Foto: Cuartoscuro

GUERRERO: El VECINO MÁS VIOLENTO

El estado de Guerrero, que colinda con el sur de Michoacán, registraba índices elevados de violencia desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. Sin embargo, en 2013 y de acuerdo con el SNSP, es el estado más violento de la República Mexicana, al colocarse por segundo año consecutivo en el primer lugar en número de homicidios.

El Sistema de Seguridad Nacional destacó que durante 2013 esa entidad superó en casi 300 por ciento al promedio nacional, que fue de 15.3 asesinatos por cada 100 mil habitantes; es decir, un total de 2 mil 87 homicidios dolosos.

Ahí, “la presencia de guerrillas que datan de 10 ó 20 años atrás es otro un factor de la violencia desde antes. En el estado hay presencia de de grupos guerrilleros que se organizan para hacer frente a la violencia ejercida por el gobierno, los caciques y la propia situación económica y social”, explicó el especialista del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Además, de acuerdo con cifras de la Organización Nacional de las Naciones Unidas (ONU), Guerrero es el tercer lugar más violento de América Latina, sólo debajo de Honduras, que reporta tiene 91.6 asesinatos por cada 100 mil habitantes, y El Salvador, con 69.2 por cada 100 mil habitantes. Incluso, la organización destacó que Guerrero se encuentra por encima de zonas como Siria.

Ante estas cifras, no sorprende que Acapulco sea el municipio más violento del país, según lo reportado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal que dijo que ese municipio registra 112.81 homicidios por cada 100 mil habitantes.

“La violencia tiene una complejidad diversa, se habla de narcotráfico, de la actividad de grupos de guerrilleros, y la violencia política, del caciquismo, y los grupos de autodefensa, es decir, se trata de una violencia endémica”, dijo Erubiel Tirado, especialistas de la Universidad Iberoamericana.

Mientras que el investigador de la UNAM opinó: “La violencia en Guerrero ha tenido que generar en la población una acción de organización comunitaria, tras una del gobierno federal”.

El 27 de enero vecinos de la comunidad El Ocotito marcharon en la carretera México-Acapulco para exigir el restablecimiento de la seguridad en su municipio; los habitantes apoyaron a las autodefensas de la zona, que advirtieron estar alerta ante la llegada de Templarios

Los manifestantes respaldaron al grupo de autodefensa de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG),

Y es que la violencia que se vive en Guerrero, según los especialistas, tiene que ver no sólo con los grupos del narcotráfico o la migración de Templarios a ese estado, sino con el surgimiento de organizaciones que se han levantado para poder defenderse de otros grupos por los que son oprimidos, es parte del proceso, pero no la causa original.

Erubiel Tirado agregó que “la crisis de seguridad con el esquema de violencia endémica tiene otra connotación en Guerrero, es muy diferente a la de Michoacán”.

Policía comunitaria y civiles toman el municipio de Ocotito. Foto: Cuartoscuro
Policía comunitaria y civiles de El Ocotito realizan asamblea en la comisaría municipal para prevenir entrada de Templarios. Foto: Cuartoscuro

EL ESTADO DE MÉXICO

La noche del 19 de enero, cerca de las 21:20 horas, un grupo de delincuentes desfalcó cinco tiendas de la cadena Oxxo, en Hidalgo; tres de ellas fueron incendiadas.  Minutos después, otra tienda ardía pero en el municipio de los Reyes, Estado de México. Ambos gobernadores descartaron que los hechos anteriores hubieran sido cometidos por Los Caballeros Templarios. Sin embargo, pocos días después de este hecho, el Gobernador del estado mexiquense dijo que blindaría el estado del posible “efecto cucaracha”, por lo que impuso “cinturones” de seguridad en los límites colindantes de ese estado, Hidalgo y el Distrito Federal.

De acuerdo con el SNSP, hubo 1932 homicidios dolosos, 130 secuestros, y 1668 extorsiones en el Estado de México durante 2013.

A 47 días de haber comenzado el año, la entidad gobernada por el priista Eruviel Ávila Villegas registra al menos 49 ejecuciones, casi dos terceras partes de los 77 casos registrados en los 60 municipios conurbados del Valle de México, además de las 16 delegaciones del Distrito Federal.

Los hechos más recientes –y que probablemente  hayan impactado más los mexiquenses– se dieron cuando  la noche del 14 de febrero un grupo de criminales disparó contra cuatro personas que estaban fuera del bar  Wings, en el municipio Nezahualcóyotl, tres personas intentaron huir, sin embargo, los criminales persiguieron a los clientes dejando a un total de siete heridos por balazos. Justo dos días después, alrededor de las cinco de la mañana, fueron hallados dos cuerpos flexionados hacia enfrente, dentro de dos bolsas negras en el mismo municipio. En el Edomex se respira  miedo.

El Consejo Ciudadano y de la Justicia Penal dio a conocer los 20 municipios más violentos registrados durante 2013: en ese listado figuraron Naucalpan de Juárez, Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Chalco, Cuautitlán Izcalli y Culiacán.

La violencia en el Edomex comenzó desde mucho antes, según explicó el catedrático de la UNAM.  “Se tienen registros estadísticos de la presencia de la familia michoacana, los Beltrán Leyva y de los Caballeros Templarios, que fue generando violencia , aparte de la violencia común, la que no está precisamente relacionada con el crimen organizado”, explicó Jiménez Ornelas.

Además, los factores que se están denotando la situación de violencia que se da , no solamente están relacionados con la presencia del crimen organizado, sino también con otros como la desigualdad económica y social .

Al respecto, el catedrático opina que se trata de “una desigualdad social de un modelo excluyente, como es el modelo económico que se ha aplicado, cuando menos desde el ex Presidente Miguel de la Madrid Hurtado que generó en desigualdad y pobreza. La desigualdad social es un contexto que ha sido golpeado por la violencia y puede ser un detonante de la misma”.

Dos cuerpos fueron hallados en Nezahualcóyotl, Estado de México Foto: Cuartoscuro
Dos cuerpos fueron hallados en Nezahualcóyotl, Estado de México Foto: Cuartoscuro

LOS VECINOS AFECTADOS

El siguiente estado de la lista roja es Morelos, que figura en el quinto lugar de los estados con más homicidios dolosos al registrar con una tasa de 31.8 por ciento de acuerdo con lo expuesto por el SNSP.

Según cifras de ese organismo, en Morelos se registraron 587 homicidios dolosos, 150 secuestros y 400 extorsiones.

En tanto, el Consejo Ciudadano y de la Justicia Penal informa que Cuernavaca es es el tercer municipio con mayor violencia, y tiene  la tasa más elevada de extorsión (66.97 por cada 100 mil habitantes), la cual supera casi 10 veces la nacional (6.94). La capital morelense desplazó al municipio de Cuautla (34.21), que ocupó el primer lugar en 2012, con una tasa 95.76% superior en este último rublo.

A finales de enero del 2014 Elementos del Ejército y de la policía estatal tomaron el control de Yautepec, pues supuestos Templarios habían entrado a la zona. Días, antes ciudadanos  marcharon con carteles en la cabecera municipal para exigir a las autoridades mayor seguridad.

En Cuautla, diversas organizaciones civiles han declarado que la región la controlan Templarios, quienes se han dedicado al secuestro de personas, denunciaron.

En cuanto a Colima, durante el segundo fin de semana de febrero se dio a conocer que Integrantes de los Los Caballeros Templario podrían huir a estados de Colima y Jalisco, luego de grupos de autodefensa entraran a la cabecera municipal de Apatzingán, según dijo el “Comandante Cinco”, quien coordinó la toma de esa población.

Aunque Colima casi no ha figurado los últimos días como uno de los estados con mayor violencia, el hecho de que se encuentre en la periferia de Michoacán puede ser un punto importante de atención por posibles focos rojos de enfrentamientos con la entrada de Templarios a ese estado.

“Son los signos que deben considerar los analistas de gobierno, para identificar qué está pasando (y si Colima pudiera ser el caso). Hay que recordar que existen núcleos de desarrollo económico y tienen una posición estratégica que le sea atractiva al narcotráfico , como la zona costera”, comentó el experto en seguridad nacional de la Universidad Iberoamericana.

El 10 de febrero Integrantes del grupo criminal Los Caballeros Templarios estarían huyendo a poblaciones de la periferia de Michoacán para alcanzar los estados de Colima y Jalisco, luego de ese fin de semana las de autodefensa en tomaran la cabecera municipal de Apatzingán, según declaró “Comandante Cinco”, quien coordinó la toma de esa población.

De acuerdo con con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, Jalisco registró 1096 muertes por homicidio doloso, 69 secuestros, y 790 extorsiones en 2013.

Jalisco fue el centro de atención cuando en  noviembre del año anterior  dos policías federales desaparecieron en el municipio de Vista Hermosa, Michoacán, y fueron encontrados el día 9 de ese mes. Posteriormente autoridades descubrieron 20 fosas en el municipio de La Barca, en los límites de Michoacán y Guerrero.

El 25 de ese mes, la Procuraduría General de la República y la delegación Jalisco dieron a conocer que eran 42 cadáveres los encontrados en fosa clandestinas en un predio de la La Barca, zona límite entre Jalisco y Michoacán, entre  esos 42 restos humanos,  dos cuerpos pertenecían a mujeres, mientras que el resto era de hombres. Luego de casi una semana de búsqueda, se informó que el saldo final fue de 67 cuerpos, hallados en estado de descomposición.

El 20 de enero, Jalisco sufrió sus primeros ejecutados, pues cerca de las 9:15 horas, policías de Ocotlán localizaron a dos hombres “encobijados” y amagados con cinta canela en  la Región Ciénega de Jalisco.

La noche del martes 11 de febrebrero, él fue a visitar a su novia en biclicleta, tenía 24 años y ya había estado preso, esa noche, fue encontrado muerto con tres balazos en la espalda, según declararon fuentes municipales de Guadalajara.

Hace un par de día dos cadáveres  fueron encontrados por la policía de Tonalá maniatados y con los ojos cubiertos abandonados en una casa que se encontraba en obra negra.

Gobernadores de Guerrero, Jalisco, Colima, Estado de México y Querétaro. Foto: Cuartoscuro
Gobernadores de Guerrero, Jalisco, Colima, Estado de México y Querétaro. Foto: Cuartoscuro

En el caso del estado de Querétaro, que registró 111 homicidios dolosos, 6 secuestros y 15 extorsiones en 2013.

Para el académico de la UNAM, Querétaro “ es una de las ciudades más seguras de la República Mexicana, sin embargo, empieza a haber botones de muestra que puedan estar ya dentro de un esquema de crecimiento de actos violentos .

EL 13 de enero, el Gobernador de Michoacán y el Secretario de Gobernación firmaron el “Acuerdo para el Apoyo Federal a la Seguridad de Michoacán”, enviando miles de elementos de las Fuerzas Armadas para resguardar la seguridad del estado. Al respecto, Jorge López Portillo, Secretario de Gobierno de Querétaro, dijo que se mantenía reforzada la seguridad en la Base de Operaciones Mixta (BOM) del municipio de Amealco de Bonfil, ante el clima de inseguridad en Michoacán.

“Querétaro determinó tomar medidas de precaución para mantener aquí el clima de paz social”, planteó. Al menos 85 elementos de diferentes corporaciones estatales, municipales y federales sellaron los accesos al estado.

Por otra parte, “el proceso de industrialización ha creado también procesos de protección de la población, al nivel de la organización de los cuerpos policiacos, no sólo de ahora, sino desde hace tiempo, tienen mayor ética de servicio a la población. No quiere decir que no haya violencia, pues la situación de este estado es muy distinta a que se vive en Guerrero o Michoacán”, aclaró el investigador sobre la seguridad de Querétaro.

En cuanto a Guanajuato, que sufrió 641 homicidios dolosos, 17 secuestros y 468 extorsiones en el 2013 –según el SNSP–, también es uno de los estados que se encuentran en alerta por la posible llegada de integrantes del grupo Los Caballeros Templarios, pues al menos desde 1012 ya se detectaba presencia de este grupo delictivo, sin embargo, a este estado también lo aqueja la “violencia común”.

El comienzo de la violencia en Guanajuato arrancó el 10 de enero, cuando cinco hombres fueron asesinados en 18 horas, en los municipios de Moroleón, Pénjamo y Coroneo. Posteriormente, otras cinco personas fueron ejecutadas Salamanca, Acámbaro y Cortázar, municipios del sur de la entidad, todos con disparos en la cabeza, según reportaron diversas fuentes.

En León se registraron durante 2013, 80 robos con violencia a negocios, lo que significó el incremento del casi 500 por ciento, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Ya no se ve la violencia generada por grupos delictivos sólo al norte del país , donde se sabe que grupos del crimen organizado desatan guerras que dejan cientos de muertos, entre ellos, personas inocentes que un día, caminado por la calle, recibieron un balazo porque dos cárteles se disputaban la zona o arreglaban algún “ajuste de cuentas”. Ahora, somos testigos del incremento de la violencia en los estados donde, aparte de  la fuga de criminales, les azota su propia violencia, la “común ” y la que se ha vuelto , incluso, endémica.

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