México

El Estado le pide perdón a padres de Jorge y Javier, asesinados por militares y difamados con FCH

19/03/2019 - 12:20 pm

Hace nueve años, la madrugada del 19 de marzo de 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso, estudiante de la maestría en Ciencias, y Javier Francisco Arredondo Verdugo, quien cursaba el doctorado en Ciencias, fueron asesinados por el Ejército Mexicano durante un tiroteo. Los militares intentaron hacerlos pasar por sicarios del crimen organizado e incluso les “sembraron” armas. El Gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa aseguró que los jóvenes eran sicarios.

Hoy, a nueve años del caso, el Estado Mexicano ofreció una disculpa pública a los padres de los jóvenes y se reconoció que no eran sicarios, sino estudiantes de excelencia. “Nunca más otro caso Jorge y Javier”, pidió el padre de Javier Francisco. Los ejecutaron a sangre fría, los golpearon, los arrastraron, les robaron su identidad “infamemente declararon que eran sicarios”, recordó la madre de Jorge Antonio.

 Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo).– Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) ofreció esta tarde, a nueve años del asesinato a manos del Ejército de Javier Francisco y Jorge Antonio, alumnos del Tecnológico de Monterrey, una disculpa pública a los padres de los jóvenes y reconoció que eran estudiantes de excelencia y no sicarios. También destacó el compromiso del Gobierno Federal de “implementar las medidas que aseguren la no repetición, para que los hechos no vuelvan a suceder a ninguna otra persona en nuestro país”.

“Señora Rosa, señor Joel; señora Aide y señor Aurelio Javier: a nombre del Estado Mexicano les ofrezco una disculpa pública por la violación a sus derechos en el marco del uso excesivo de la fuerza por el que fueron privados de la vida sus hijos Jorge Antonio y Javier Francisco por los elementos del Ejército Mexicano. Por la violación de su derecho de acceso de justicia y de conocer la verdad sobre los hechos […]. Les ofrezco una disculpa por el daño a la imagen, el honor y la buena fama de Jorge Antonio y Javier Francisco, derivadas de las falsas acusaciones y la alteración de la escena de los hechos”, dijo Sánchez Cordero.

La titular de la Segob destacó que “Jorge Antonio y Javier Francisco eran estudiantes de excelencia del Tec de Monterrey, no sicarios”, como se les catalogó en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, cuando sucedieron los hechos.

“Por mí conducto el Estado mexicano hace el compromiso de garantizar la reparación integral del daño que provocaron las autoridades desde el 19 de marzo de 2010. Reitero el compromiso de implementar las medidas que aseguren la no repetición para que los hechos no vuelvan a suceder a ninguna otra persona en nuestro país”, añadió Sánchez Cordero.

La también Ministra en retiro aseguró que uno de los ejes rectores del Gobierno actual es el respeto a los derechos humanos y dijo que se redoblarán los esfuerzo para que se capacite a los miembros de las Fuerzas Armadas.

“LOS EJECUTARON A SANGRE FRÍA”

Rosa Mercado Alonso, madre de Jorge Antonio, destacó que para llegar a la disculpa pública caminaron un sendero lleno de luchas. Indicó que también se acercaron a ellos estudiantes del Tec de Monterrey para ofrecerles todo su apoyo. Desde entonces ha sido un camino muy difícil, dijo.

“Quiero dar primeramente gracias a Dios por este momento tan importante, momento que estábamos esperando desde hace nueve años. Nueve años de oración, nueve años de paciencias, nueve años de suplicarle a Dios por la justicia”, dijo.

“Hoy hace 9 años, aproximadamente a esta hora, comenzaron las llamadas de mi sobrina Laurita para preguntarme por Jorge. De inmediato le marqué a Jorge a su celular y me mandaba a buzón. Empezó la angustia ya que mi esposo había escuchado las noticias del enfrentamiento entre militares y delincuentes a las afueras del Tec”, recordó la madre este martes.

Narró: “inmediatamente hablé al Tec y me dijeron que no me preocupara, que los que habían caído eran dos sicarios y que iban armados hasta los dientes. Ante la falta de información nos pusimos a orar, mi esposo y yo y enseguida salimos a la ciudad de Monterrey en busca de mi hijo y la búsqueda fue inútil”.

Dijo que los servidores públicos los tuvieron de un lugar a otro sin darles información. Un día después los encontraron en el Semefo. A partir de ese día nuestras vidas cambiaron. Además de surgir la ausencia de Jorge, tuvimos que enfrentarnos con la prensa.

“Nos enfrentamos con las autoridades que únicamente repetían una y otra vez: eran dos sicarios”, denunció y aseguró que mucha gente se quedó con la información de los medios: “que habían caído dos sicarios”.

“Hemos tenido que aprender a estar sin Jorge en una reunión familiar, a ver la puerta y asimilar que jamás entrara por ella. Hemos tenido que ir aprendiendo a vivir sin Jorge, ha sido difícil, muy difícil”, añadió.

Los ejecutaron a sangre fría, los golpearon, los arrastraron, les robaron su identidad “infamemente declararon que eran sicarios”.

Recordó que son seis los militares involucrados; tres están detenidos como presuntos homicidas; dos están prófugos y otro más en calidad de desaparecido. Dijo que tienen confianza en Dios en que se haga justicia. Agradeció al director del documental “Hasta los Dientes”, Alberto Arnaut, pues ayudó a que todas las personas que lo vieron conocieran la verdad de quiénes eran Jorge y Javier.

“NUNCA MÁS OTRO CASO JORGE Y JAVIER”

Aurelio Javier Arredondo Rodríguez, padre de Javier Francisco, agradeció a la familia y a los amigos la lucha y trabajo realizado en conjunto para acceder a la justicia y a las autoridades que permitieron la realización del acto en el que, consideró, no se limpia por completo el nombre de su hijo, pero sí se reconoce lo que siempre se ha dicho sobre él y amigo: “Ellos eran estudiantes de excelencia, ellos no eran sicarios”.

Aurelio Javier hizo una especial mención a la Secretaria de Gobernación “por su gran deseo de aclarar quiénes eran estos muchachos” y continúo: “como padres nos llenamos de alegría honrar la memoria de nuestros hijos y lograr que se reconozca públicamente quiénes fueron Javier y Jorge, estudiantes cuyos deseos de superación los hicieron llegar a ser estudiantes de excelencia”.

Aurelio dijo a las autoridades estatales y federales: “Les externo mi deseo para que estos casos no vuelvan a suceder porque hay muchos que no han recibido justicia. Nunca más otro caso Jorge y Javier”.

NO MERECÍAN PERDER LA VIDA: CNDH

Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, recordó que hoy “hace nueve años, el 19 de marzo Jorge y Javier, jóvenes estudiantes del Tec de Monterrey sufrieron múltiples vulneraciones a su dignidad como personas y a sus derechos humanos”.

Detalló que estos lamentables hechos trascendieron públicamente y fueron investigados por la CNDH, siendo objetos de una recomendación.

Señaló que la CNDH pudo acreditar: Que Javier y Jorge no portaban armas y no eran miembros de la delincuencias como sostuvo la Sedena; que el lugar de los hechos fue modificado y se les depositaron armas a las víctimas.

“México requiera más y mejor seguridad pero esa meta no se puede alcanzar por cualquier medio y a cualquier costo”, sostuvo González Pérez.

“No eran delincuentes, eran estudiantes, y no merecían perder la vida en las circunstancias que lo hicieron”, añadió.

Reconoció que la disculpa pública no repara el daño que la muerte de Javier y Jorge dejó en sus familias, pero que sí reivindica su nombre y que hace las autoridades reconozcan sus faltas, lo que es un paso necesario en el camino a la verdad y la reparación. La disculpa es también para que las autoridades concreten en los hechos su compromiso con la verdad, añadió.

Y destacó que para garantizar la paz en el país también se necesita que se cuente con elementos debidamente capacitados para interactuar con los civiles; así como procurar y fortalecer instituciones que investiguen los abusos e ilícitos que se presenten.

El presidente del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Salvador Alva Gómez, dijo que el asesinato de los jóvenes ha sido de los eventos más dolorosos en los 75 años de la institución. Lamentó que las vidas de los jóvenes de 23 y 24 años se vieran truncadas, recordó que los dos contaban con becas de excelencia para cursas maestrías, que desde Saltillo llegaron a Monterrey para seguir estudiando. “Ambos eran alumnos extraordinarios”, defendió el ingeniero.

La disculpa es una oportunidad para reafirmar en la comunidad estudiantil el dolor que causaron los asesinatos, Alba Gómez lamentó que en las primeras horas luego del crimen la institución educativa replicó la información que dieron las autoridades.

EL CASO 

Hace nueve años, la madrugada del 19 de marzo de 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso, estudiante de la maestría en Ciencias, y Javier Francisco Arredondo Verdugo, quien cursaba el doctorado en Ciencias, fueron asesinado por el Ejército Mexicano durante un tiroteo.

Los militares intentaron hacerlos pasar por sicarios del crimen organizado y les “sembraron” armas, hasta que se descubrió la verdad.

El Gobierno del Presidente Felipe Calderón identificó en esa ocasión a los jóvenes como sicarios. Tras asesinarlos, el Ejército dijo que confundió a los estudiantes con criminales porque momentos antes de que ellos salieran del campus del ITESM, los soldados habían sostenido un enfrentamiento con presuntos delincuentes que trataron de darse a la fuga y supuestamente se habrían internado en el Tecnológico.

Ese noche de marzo del 2010, según versiones de algunos compañeros, los jóvenes se encontraban en el campus revisando sus tesis. Tardaron varias horas en el campus y a su salida, durante la madrugada, fue cuando se encontraron con la balacera entre los elementos del Ejército y una presunta banda de delincuentes.

En agosto de ese año la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) confirmó que los soldados intentaron hacer pasar a los estudiantes como pistoleros, sembrándoles armas, y los golpearon hasta matarlos. También indicó que la entonces Procuraduría General de la República (PGR), la Procuraduría de Nuevo León y la Procuraduría de Justicia Militar obstaculizaron la investigación y no colaboraron en el caso.

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