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Francisco Javier Pizarro

19/04/2020 - 12:05 am

Sobre aviso no hay engaño

Para mí, y espero que también para cientos de miles de mexicanos, la única tragedia que nos debe preocupar, es que nuestro país vuelva a ser presa de la corrupción, la impunidad, la desigualdad social y la pobreza extrema.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Las campañas de desinformación, noticias falsas y desestabilización afloran por doquier en las redes sociales, medios de comunicación nacionales, locales e incluso internacionales como The Financial Times”. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, señaló hace una semana, que en vez de vivir el momento de la ciencia y la solidaridad, proliferan los consejos de salud perjudiciales y los falsos tratamientos médicos; las ondas radiales se llenan de falsedades; las descabelladas teóricas conspirativas contaminan el internet; el odio se vuelve viral, estigmatizando y vilipendiando a personas y grupos”, por lo que llamó a “vacunarnos”  mediante una confianza sustentada “en un gobierno y un liderazgo receptivo, responsable y basado en evidencias”. (Fuente: La Jornada. com.mx)

México es un ejemplo de todas esas virulentas pandemias descritas por la ONU. Como bien dice mi hermana Alma Rosa: “Los amantes del dinero y del poder se preocupan más de sus arcas que de la barca. Eso está visto y comprobado por décadas. Sin empatizar jamás con el trabajador o con el ciudadano común; que son realmente el motor energético de sus empresas y de todo sistema. Muy difícil hacerlos entender que en una contingencia de esta índole es emergente la colaboración y la unión en pro del país. Tontos e ignorantes no son, su alto ego es lo que los cierra y ciega. Su falta de humanismo y empatía es por demás visible”. Más claro ni el agua.

Las campañas de desinformación, noticias falsas y desestabilización afloran por doquier en las redes sociales, medios de comunicación nacionales, locales e incluso internacionales como The Financial Times, los cuales han emprendido una embestida permanente en contra del Gobierno de la República y el personal del sector salud, para generar incertidumbre y temor a los ciudadanos y destituir al Presidente de la República, como también la derecha pretende hacerlo en España con el Presidente Pedro Sánchez.

De inicio, los medios de comunicación aducen que las cifras de personas contagiadas y fallecidas por la pandemia son manipuladas por las autoridades de salud. Y para “demostrarlo”, llegan a extremos como en el que incurrieron El Diario de Cd. Juárez y el de Chihuahua, al publicar al inicio de la semana por concluir, imágenes de cuerpos embolsados para probar que había muchos “muertos por COVID” en un hospital de Cd. Juárez.

Les salió el tiro por la culata. El IMSS, de inmediato, emitió un boletín de prensa en el que demostró gráficamente que las “imágenes difundidas por este medio corresponden a otros países. Basta realizar una búsqueda en Internet para corroborar su origen”.  

No le quedó de otra al Diario que publicar al día siguiente una “nota aclaratoria” en la que aseveró que fue “el presidente de la Asociación de Abogados Penalistas” de esa ciudad, “Mario Espinoza Simental, el que aportó “los datos y material gráfico de nuestra nota principal de ayer encabezada “Prueban con fotos muertes por Covid”, quien a su vez dijo haber recibido denuncias e imágenes de médicos que laboran en el Hospital 66”.

Suponiendo que así haya sido, no se justifica la pifia en que incurrió El Diario. Es responsabilidad de todo periodista y medios de comunicación, verificar si la información e imágenes que se le aportan es auténtica. 

Sin embargo, en vez de reconocer su error y pedir una auténtica disculpa a sus lectores, se auto disculparon y se lavaron las manos, agregando en su “nota aclaratoria” que “sistemáticamente ha sido negada la información en la propia delegación estatal del Seguro Social, en uno de cuyos hospitales, el 66, han fallecido 16 personas por COVID-19, dos de ellos reportados apenas ayer. Una cantidad indeterminada de personas ha muerto por “neumonía atípica” catalogada técnicamente como coronavirus”.  

De nada les sirvió. La Secretaría de Gobernación federal, a través de la Dirección General de Medios Impresos, les hizo un “atento exhorto a los periódicos para que no difundan información falsa en relación con la pandemia del COVID-19 que se vive en su entidad y en el país en general”.

“Esta secretaría reprueba de manera enérgica a quienes no se conducen con veracidad y crean desconcierto entre la población en estos momentos… dará seguimiento a la información carente de veracidad que se publique en relación con la contingencia y aplicará, en caso de ser necesario, las medidas que correspondan”. ¡Ups!  

No solo El Diario, sino muchos otros periódicos, televisoras, empresas radiofónicas y redes sociales deberían dejar de generar incertidumbre y temor a la población para que no acceda a los servicios de salud pública, con la finalidad de endosarles a las autoridades gubernamentales su ineficiencia para poner freno a la pandemia y, con ello, que pierdan credibilidad ante la sociedad

Los detractores de la 4ta Transformación saben perfectamente que el sistema de salud es deficiente, frágil y está desintegrando por la diversidad de instituciones de salud, que atienden a los diferentes sectores de la población. En eso no hay la menor duda.

Nadie puede negar –incluso el Presidente de la República– que hay un enorme déficit en cuanto a infraestructura médica, equipamiento, insumos, escasez de medicamentos y falta de personal de enfermería y médicos, sobre todo, en las unidades de terapia intensiva respiratoria en todos los hospitales donde se han concentrado los pacientes contagiados por el virus COVID-19, como lo señaló el comediante Eugenio Derbez y lo avaló el Gobernador morenista de Baja California, los cuales, a diferencia del caso de Juárez, dijeron que estaban “cayendo como moscas” no los pacientes, sino los médicos de esa entidad.

Lo que ni uno ni el otro dijeron, es que el déficit del sistema de salud NO es consecuencia de la austeridad presupuestal impuesta por el Presidente, como lo proclaman los empresarios farmacéuticos y la mayoría de gobernadores, sino del saqueo de los gobiernos priistas y panistas, a los cuales, la organización Impunidad Cero y Justicia Justa, les imputó con contratos en mano, el desvío de 4 mil 179 millones de pesos de sus instituciones de salud en cinco años, a través de una red ilegal de 837 empresas fantasma a nivel federal y estatal, que operaron en complicidad con servidores públicos. 

El doctor Rodolfo Ondarza, neurocirujano, se lo hizo saber a Eugenio Derbez en una carta abierta que le envió, la cual se ha difundido al por mayor en las redes sociales y Facebook.

Señala en su misiva queeste saqueo dejó sin atención médica, sin medicamentos y sin insumos médicos a pacientes, que pertenecen a los grupos vulnerables, es decir a más de la mitad de la población mexicana que se encuentra en pobreza extrema”, y acto seguido le pregunta:

¿Te imaginas, Eugenio?, ¿Qué posibilidades de combate al COVID-19 tendríamos ahora si esos 300 hospitales abandonados funcionaran plenamente con personal perfectamente equipado? 

Después de capotearlo, le clavó las banderillas como todo un buen torero erudito.

“La insaciable rapiña del Cártel de Bata Blanca hizo un saqueo sistemático y vil al sistema nacional de salud que por décadas realizó el neoliberalismo. Incluso realizaban crímenes de lesa humanidad contra cerca de 500 pacientes en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía”.

El doctor Rodolfo Ondarza cerró “la novillada a Derbez” con una frase lapidaria de hondo calado: “La salud no es una mercancía, es un derecho humano”.  

Ah, pero eso no lo entienden ni lo van a entender nunca los voceros del modelo neoliberal global hoy en crisis, como el diario británico Financial Times, el cual, la semana pasada, sin recato alguno a la soberanía de nuestra nación, publicó un editorial intitulado Tragedia Presidencial que se desarrolla en México,  en el cual convoca a “los políticos de todos los partidos, los gobernadores estatales y los líderes empresariales a unirse para acordar un programa económico y de salud integral para tratar el coronavirus y presionar a su Presidente” (Textual). 

Y párrafos más adelante, los arrea al subrayar que “deben lanzarse desafíos legales contra algunas de sus políticas más cuestionables”, esto es, que apliquen la receta política contracíclica para contrarrestar la crisis económica, no la humanitaria. En lenguaje llano el Financial Times les aconseja en su editorial que presionen al Presidente (al que califica de imperioso) para que su Gobierno (imperial, lo definen) intervenga como antes, para salvar el pellejo de los grandes inversores del capitalismo.

Les advierte el Financial Times, vocero del neoliberalismo desde su inicio, a los destinatarios de su editorial que “la receta de López Obrador para la economía en crisis de su país es mas austeridad, incluida una segunda ronda de recortes salariales para los funcionarios de gobierno”, lo cual no herró. 

Ni tardos ni perezosos, Carlos Loret de Mola, Denise Dresser, Luis Cárdenas y otros opinólogos, periodistas y analistas que en varias ocasiones han compartido o divulgado fake news en contra de AMLO, resaltaron y difundieron con beneplácito en lenguaje sumamente corriente, la “Madriza a la 4T por el Financial Times”, como encabezó Luis Cárdenas su artículo editorial. 

Ya no recuerdan que su excelso diario británico le falló su vaticinio de que “la maquinaria electoral del PRI podría hacer de José Antonio Meade un candidato imparable en la elección presidencial de 2018. No vaya a ser que les pase lo mismo ahora, y la rimbombante Tragedia Presidencial que se desarrolla en México, se les convierta en una tragedia más de su adorado modelo neoliberal.

Veremos y diremos quién tiene la razón. Para mí, y espero que también para cientos de miles de mexicanos, la única tragedia que nos debe preocupar, es que nuestro país vuelva a ser presa de la corrupción, la impunidad, la desigualdad social y la pobreza extrema. Hay que hacerle caso a la ONU; ¡cuídense y no se dejen engañar!

 

Francisco Javier Pizarro
Periodista y columnista. Fue coordinador editorial, subdirector y director del Diario de Chihuahua de 1989 a 2003. Obtuvo el premio Nacional de periodismo 2001 a 2002. Director y conductor del programa Televisivo A Fondo (2003 a 2009), del programa radiofónico Segundo a Segundo (2010 a 2017) y actualmente de la pagina de Reflexiones en Voz Alta en Facebook.

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