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La maldición de Seattle: Chris Cornell, símbolo del grunge, se une a otros músicos suicidas

19/05/2017 - 12:04 am

A los 52 años el frontman se ata una cinta a su cuello, luego de un concierto en Detroit. Es símbolo del grunge con Soundgarden, lideró también Audioslave, amaba a Michael Jackson, fue uno de los mejores intérpretes del rock actual.

Ciudad de México, 19 de mayo (SinEmbargo).- Hay una versión de “Billie Jean” cantada por Chris Cornell (1964-2017) y es impresionante. La periodista Natalia Cano recuerda que en una declaración obtenida en 2007, cuando vino a México para cantar con su segundo disco solista, él le recordó lo mucho que amaba a Michael.

También recuerda que “Like a Stone” no habla del amor a una mujer, “sino habla de la muerte, algo que hoy cobra un sentido esencial”.

El cantante, tal vez el más importante en su género de los 90, tenía 52 años, amaba a sus hijos, a su mujer y estaba feliz por haber dejado el alcohol: “Una de las mejores cosas que me han pasado en estos últimos 5 o 6 años de mi vida y carrera es vivir un estilo de vida más sano tanto física como psíquicamente, el haber dejado el alcohol y todos los comportamientos que lleva aparejado. De golpe tenía energía para hacer todas las cosas que quería hacer”, dijo a los periodistas de In The Studio.

“En un ambiente en el que eres un vocalista de rock o un frontman en una banda de rock, nadie va a echarte si apareces borracho en tu trabajo. Así que fui, durante mucho tiempo, uno de los tíos más “está con todo el mundo” de Seattle que viajaba por el mundo y hacía música. Pero para mi, fue un periodo de espera hacia un duro momento de mi vida. Caí en la bebida para pacificarme e ignoraba los problemas de mi vida. Esa es una manera cobarde de afrontar las cosas. Sinceramente, debía ser la misma manera en que otra gente luchaba con ello, yo me acabé cansando”, dijo.

“Me desperté un día y pensé, “No tengo paciencia por como soy ahora. No hay ninguna razón para vivir como vivo ahora y que mi vida personal sufra o que siquiera tenga relaciones o una vida personal que no debería existir. Mi música está sufriendo y las capacidades que tengo no pueden ser utilizadas al máximo”. Yo siempre trataba de ir más allá y no simplemente cubrir el expediente. Tengo una buena actitud por el hecho de poder vivir de esto, créeme, porque no siempre fui capaz de verlo”, afirmó.

CHRIS CORNELL NO PUDO SALVARSE

Pensar en la música de Seattle es pensar en varios músicos muertos o suicidados. Parecía ser que la vida de Chris estaba fuera de esa tendencia. Sin embargo, el vocalista de Soundgarden fue hallado muerto este miércoles, en su habitación de hotel, tras un concierto de la banda en Detroit. Una cinta amarrada a su cuello, sin nada que en el futuro lo obligue a quedarse en este mundo. El viernes tenían que actuar en Columbus, Ohio.

“Cuando murió Andy Wood fue como el fin de la inocencia para nosotros”, dijo Chris Cornell al respecto de la muerte por sobredosis del vocalista de Mother Love Bone, en 1990. Y siempre que podía recordaba a sus muertos: Laney Stanley, Jeff Buckley, Kurt Cobain, Shannon Hoon, Mike Starr, hace muy poco Scott Weiland.

Preferir el surf a la heroína y al alcohol convierte en héroe a Eddie Vedder, una gran alianza por él, para protegerlo de sí mismo.

Había formado Soundgarden en 1984 y mucho tuvo que decir esta banda en los ’90.

Chris Cornell, sus ojos tristes, su cara bella, sus demonios internos. Foto: Universal Music

“Si Kurt Cobain fue la voz de una generación desesperada y Eddie Vedder es el timbre que tienen los ángeles dentro del grunge; en la garganta de Chris Cornell retumbaban los decibelios de mil demonios desatados. No hubo ni un solo disco en donde esto no se comprobara”, dice el periodista venezolano Daniel Centeno.

“Soundgarden, como su nombre lo sugiere, fue un jardín de sonidos en donde su voz mandaba desde el sosiego de Black Hole Sun al maremoto de Rusty Cage o Pretty Noose. Nadie como él para hacer del grito su líquido amniótico sin desentonar; nadie como Cornell para componer una canción que le encantara al mismísimo Johnny Cash poco antes de salir a buscarle un vecindario al otro barrio”, añade.

“No hubo un solo momento en el que Cornell estuviera en las vidas de quienes consumimos toda la música habida en los 90. Cuando suplió al primer mártir del grunge, Andrew Wood, en lo que quedaba de Mother Love Bone hizo un rascacielos en disco con Temple of the Dog. Allí el ángel y los demonios cantaron Hunger Strike. Con otras sobras, ahora las de Rage Against the Machine, reinventó una nueva banda marca de la casa: Audioslave. Cornell era capaz de hacer esos milagros de ebanista, dar un traspiés con un disco tan absurdo como Scream, para luego hacer suya y de nadie más la versión de Billie Jean que cantó en Suecia con una guitarra acústica”, afirma Daniel, autor entre otros del libro Ogros ejemplares.

“Hoy amanece inerte en un hotel. Un cadáver bello y exquisito que se nos ha ido pronto, aunque no necesitara morir tan joven como algunos compañeros de generación. Mark Lanegan debe estar buscándole explicaciones a este error de las estadísticas. En el otro barrio, ya se dijo, Johnny Cash debe estar preparando todo para volver a tocar Rusty Cage. Ambos ya dejaron sus jaulas oxidadas”, concluye.

Todo es triste y mucho más en el grunge y mucho más allá del género de Seattle, tan desmañado hoy, tan trágico.

ENTRE JAMES BOND Y LA HABANA

Chris Cornell había grabado una canción para una entrega de James Bond (Casino Royale) y antes que los Rolling Stone, cantó en La Habana.

“Sí, estaba a punto de iniciar una nueva etapa para Soundgarden. Él estuvo en Mexico en tres ocasiones. Con Audioslave, con su etapa solista y luego con Soundgarden, donde tocó en el Palacio de los Deportes”, evoca Natalia Cano.

“En aquella ocasión, cuando lo entrevisté, fue un tipo muy educado y recordaba su visita a Cuba. Fue una gran sorpresa para él, acompañado de los ex integrantes de Rage Against the Machine. Fue un largo trámite poder tocar en La Habana y él recuerda cómo conocían los temas de Audioslave. Fue una experiencia muy emotiva tocar ahí”, expresa.

El músico tenía tres hijos: Lillian Jean Cornell, hijos, Toni, de 12 años, y Christopher, de 11. Foto: Universal Music

“La última vez que lo vi fue el año pasado en el Festival Almax Bogotá. Fue un show muy corto, apenas 40 minutos, ante 500 personas, no había mucha gente. Él se mostró entusiasmado por ser la primera vez que visitaba Colombia. Dio algunas versiones acústicas, acompañado por un cellista”, dice Natalia.

“Me parece un gran frontman de los 90, un tipo con una enorme presencia en los escenarios y una enorme voz. Un tipo guapo, por supuesto. A lo mejor compararlo con Robert Plan es excesivo, pero cada quien tiene su época. Para mí es una de las mejores voces que dieron los años 90 en la historia del rock. Es lamentable lo que ha pasado”, concluye Cano.

Cuando llegó el momento de Rolling Stones de presentarse en La Habana, Chris recordó su experiencia: “Creo que la van a pasar fantástico y que tienen que aprovechar cada segundo que estén ahí y no dormir, simplemente compartir con el pueblo cubano”, dijo el cantante.

Cornell y sus excompañeros de la banda visitaron galerías de arte, estaciones de radio, teatros y escuelas de música. Una funcionaria del Gobierno acompañó al grupo y su equipo mientras filmaban imágenes para el concierto y documental Live in Cuba.

DESCANSA EN PAZ, CHRIS CORNELL

“Te amo hermano. Gracias por tu amistad y tu humor y tu intelecto y tu talento singular y sin precedentes. Fue un gran honor conocerte como amigo y como un compañero de la banda. Estoy devastado y profundamente triste de que te has ido, querido amigo, pero tu poder de rock desenfrenado, evocadoras melodías delicadas y el recuerdo de tu sonrisa, estarán con nosotros para siempre. Tu hermosa voz estará siempre en mi corazón. Dios te bendiga a ti y a tu familia.”

Scream es el tercer álbum solista del músico estadounidense Chris Cornell. Fue lanzado al … con la exclusión masiva de guitarras y elementos roqueros que fueron reemplazados por el productor Timbaland por sonidos electrónicos. Foto: Universal Music

Fueron las palabras escritas por Tom Morello, el guitarrista de Prophets of Rage, Rage Against the Machine y ex guitarrista del grupo de rock Audioslave, mientras que el británico Elton John tuitéo: “Conmocionado y entristecido por la muerte repentina de @chriscornell. Un gran cantante, compositor y el hombre más bello”.

“Mi corazón teen murió un poquito con la muerte de Chris Cornell. De mis voces favoritas”, escribió en México Ximena Sariñana

“Cornell nunca ocultó su adolescencia difícil, su lucha constante contra las adicciones y la angustia y depresión que parecen atenazar a los representantes de la era grunge, signifique lo que signifique eso. Batalló contra eso como suelen hacerlo los artistas, buscando el exorcismo a través de las canciones, multiplicándose en iniciativas de tal diversidad que llegaron al por demás discutible proyecto electrónico de Scream, donde fue menos Cornell que nunca y por eso pasó al olvido”, escribe el periodista Eduardo Fabregat.

“Podés llenar el mundo de dolor si querés / Lo he visto / Podés llenar el mundo de odio / He visto cómo sucede y sé cómo funciona / Pero elegiré la verdad, la más alta verdad”, entona el último Chris Cornell, con esa voz que no solo canta sino también dice, busca el corazón de los que necesitan un exorcismo”, añade.

“En mayo de 2017 cayó otra noticia nefasta para el mundo de la música. Y el cielo se nubló sobre el jardín del sonido”. Así fue.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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