Madrid, 19 Sep (Notimex).- La situación de Gibraltar, peñón británico situado en el sur de la península Ibérica, es un “anacronismo en el siglo XXI” al ser la “única colonia” que queda en Europa, afirmaron fuentes gubernamentales españolas.
“La cesión data del Tratado de Utrech de 1712-15, se cedió la ciudad, la defensa, el puerto y las tierras pero el istmo, las aguas territoriales y el espacio aéreo es un espacio español”, aseveraron.
“Estamos hablando de un territorio meramente de España”, dijeron.
Apuntaron que la Organización de Naciones Unidas establece unos puntos que son unos principios claves para España: Gibraltar es colonia, destruye la integridad y unidad nacional de España y es una cuestión que deben resolver España y Reino Unido.
Lamentaron además que España siempre estuvo dispuesta a “colaborar” pero que Reino Unido desde el año de 1984 no “respondió a casi nada”.
España vivió durante el verano pasado una situación polémica cuando el gobierno del peñón de Gibraltar lanzó, sin previo aviso, 70 bloques de hormigón con hierros en aguas españolas.
Las fuentes gubernamentales aseguraron que esto fue una “clara provocación” porque “se quiso impedir que pescadores españoles faenaran en esa zona”.
“Fue algo que destruyó especies que vivían en ese hábitat, fue una clara actividad de provocación de las autoridades del gobierno de Gibraltar”, comentaron.
Este hecho, recalcaron, fue con el “permiso y consentimiento” de las autoridades británicas.
“Debemos conservar y preservar el medio ambiente porque son zonas de especial protección, además de que no debe haber este tipo de conflictos porque España y Reino Unido son países amigos”, abundaron.
Por último, expusieron que Gibraltar también tiene un régimen fiscal de “claro carácter ilegal”.
“Está alejado del sistema comunitario que seguimos en Europa, así como los tráficos ilícitos con el tráfico de cajetillas de tabaco. Algo que aumentó de 2010 a 2012 en más de un 200 por ciento”, añadieron.
Respecto a ello, informaron que España desde la frontera está obligada a realizar “severos controles” aunque desde Reino Unido se quejen de estos.
“Este tipo de problemas pueden dañar las relaciones con los británicos, algo que no queremos, pero estamos abiertos a buscar la fórmula para retomar las relaciones, las negociaciones y el debate para hablar de la soberanía y los problemas acontecidos en los últimos meses”, abundaron.
“El istmo y las aguas son puntos de discusión que confiamos en que entre los dos países, y no con el voz y voto de Gibraltar, podamos resolver pronto”, concluyeron.
