En 2020, las escuelas no fueron focos superpropagadores de COVID, confirma evidencia científica

20/01/2021 - 2:21 pm

La OMS reunió las evidencias científicas relacionadas con el papel de los niños en la pandemia de COVID-19 en 2020 y constató que los niños y menores de 18 años suelen presentar síntomas leves o ser asintomáticos, además de que los trabajadores del campo escolar tampoco corren mayor riesgo de contagio en las aulas.

Ginebra, 20 ene (EFE).- Los colegios de manera general no han sido focos superpropagadores del coronavirus y los pocos casos en los que se convirtieron en fuente de transmisión coincidieron con el incumplimiento de medidas de prevención, según se desprende del análisis de varios estudios realizados a lo largo del año transcurrido desde el inicio de la pandemia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha compilado las evidencias científicas constatadas en 2020 en relación con el rol de los niños en la pandemia, tema al que ha dedicado su informe epidemiológico semanal.

Entre sus principales conclusiones, figura que los colegios simplemente reflejan la situación epidémica de la comunidad en la que están insertados y que cuando la transmisión del virus es baja a nivel comunitario, los niños y los centros educativos no parecen ser centros de contagio de la COVID-19.

En cambio, cuando el número de casos aumenta entre la población, como se ha visto en los últimos tres meses en varias partes del mundo, las medidas preventivas y de protección en los colegios pasan a ser indispensables.

Los colegios simplemente reflejan la situación epidémica de la comunidad en la que están insertados. Foto: Nam Y. Huh, AP

La situación no puede considerarse la misma entre el nivel primario y secundario, con este último donde se requieren medidas de prevención reforzadas y que los adolescentes mayores limiten sus contactos fuera del espacio educativo o familiar.

Según las cifras que maneja la OMS, los niños y adolescentes menores de 18 años representaron sólo el 8 por ciento de los casos globales de la COVID-19 el año pasado, a pesar de constituir el 29 por ciento de la población mundial.

El informe de la OMS confirma una vez más que este grupo de edad suele presentar síntomas leves o ser del todo asintomático frente a la infección, y que las probabilidades de que los menores sean hospitalizados o tengan un desenlace fatal son muy pequeñas con respecto a los adultos.

En 2020, únicamente el 0.2 por ciento de muertes correspondieron a menores de veinte años.

Se cuenta con datos de estudios que señalan que en el contexto educativo los contagios entre el personal fueron mucho más comunes que el contagio entre empleado y alumno.

Los casos de contagio entre alumnos fueron todavía más esporádicos.

Asimismo, de la evidencia científica compilada existe muy poca que sugiera que el personal escolar tiene un riesgo mayor de contagio que la población en general.

Por el contrario, una investigación realizada en el Reino Unido concluyó que quienes trabajan en colegios tienen un riesgo menor de infección que el resto de trabajadores.

Otro estudio, esta vez realizado en Estados Unidos entre 57 mil trabajadoras en espacios de cuidado infantil, concluyó que éstas no tenían ningún riesgo adicional de infección.

Una investigación realizada en el Reino Unido concluyó que quienes trabajan en colegios tienen un riesgo menor de infección que el resto de trabajadores. Foto: Jeffrey Schaeffer, AP

Ante la aparición de nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2 potencialmente más contagiosas, la OMS afirma que se requieren análisis suplementarios por sexo y edad para poder definir si impactan de manera diferente en los niños.

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