Ciudad de México, 20 de marzo (SinEmbargo).–El 14 de marzo, el perro Boby fue dado en adopción para irse con su nueva familia en Ciudad Obregón. Varias personas que estuvieron al pendiente de su recuperación y su progreso asistieron para despedir al can.
Boby, aún temeroso, fue rescatado en enero en Hermosillo, Sonora por Dalia Gámez, una protectora de animales. El perro, que estaba lleno de tumores cancerígenos, fue abandonado en las calles del municipio y un usuario realizó el reporte en la red social de Facebook, por lo que alguien acudió a su rescate.
De inmediato fue trasladado al Hospital Veterinario Econopets en Hermosillo donde el médico veterinario Jorge Zepeda le diagnosticó desnutrición severa, sin embargo ese mismo día se hizo la primera quimioterapia para Boby.
La historia concluyó con un final feliz luego de casi dos meses que Dalia Gámez cuidó de el perro que tiene aproximadamente 2 años de edad. Asistió a las sesiones de quimioterapia semanales y compartió las actualizaciones de los avances de Boby en su red social, donde muchas personas fueron testigos de la evidente recuperación del perro.
“Los avances que mostró fueron muy rápidos, fueron 8 quimioterapias en menos de dos meses, tenía un grado de desnutrición muy severo, los tumores expuestos y además reventados. Fue rápido el avance”, explicó Dalia en entrevista.
“Hoy tengo sentimientos encontrados porque sé que Boby está con excelentes personas, pero me siento triste por su partida. Sé que es parte del proceso. Seguimos adelante ayudando a más perros y espero poder seguir contando con su ayuda”, emitió en un mensaje Dalia.
La nueva dueña de Boby envió un video a Dalia donde aparece el perro jugando en un patio grande con tres perros más y sus propietarios. “Como verás Dalia, es bien recibido y no ha habido ningún problema”, se escucha en el video.
“Boby fue para mí algo que como todos lo que han pasado en mi vida, han dejado una huella. Sé que mi corazonada no fue mala y que las personas que la tienen ahorita son una gran familia, pero sí me siento triste por haberlo dejado ir”, concluye la rescatista de Hermosillo.
“Nunca pensé que algo así voltearía a tanta gente y estuviera apoyando de diferentes maneras. De corazón les doy las gracias y bendiciones para cada uno de ustedes”, explicó Dalia en febrero, cuando Boby comenzaba a lucir mejor.
Dalia también realiza una rifa de tatuaje con valor de mil 500 pesos con el fin de recaudar fondos para las esterilizaciones y vacunas destinados a los perros que ayuda.
“Gracias a Dios mis rescates y mis tatuajes son lo que me encantan y lo seguiré haciendo hasta que me muera”, afirma la rescatista.
“Me hago muy renegona con mi propia especie, pero no considero que sea la apta, aunque se supone que somos los razonables. Son más razonables los animalitos. Estamos tan enfocados en las cosas tan triviales, que no nos sentamos a ver la naturaleza. Yo seguiré haciendo esto hasta que muera”, externó en entrevista la rescatista.
