México

Te lo firmo y… no te cumplo: EPN impuso la moda y gobernadores del PRI la adoptaron con gusto

20/04/2017 - 12:05 am

“Te lo firmo y te lo cumplo” fue la moda que instituyó el Presidente Enrique Peña Nieto entre los candidatos y aspirantes a puestos de elección popular por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Una estrategia política que busca, a través de las promesas y los compromisos por escrito, dar certeza de que el priísta es la mejor opción para el electorado, dicen analistas consultados por SinEmbargo. Pero, aunque los priístas han hecho muchas promesas, pocas se han cumplido en un país de un pueblo sin memoria, que olvida pronto porque en México los ciudadanos “ya saben que el político siempre miente y nunca cumple sus promesas”, criticaron.

Ciudad de México, 20 de abril (SinEmbargo).- El Presidente Enrique Peña Nieto puso de moda el dicho: “te lo firmo y te lo cumplo”, con los 266 compromisos que signó ante Notario Público cuando se encontraba en campaña para la sucesión presidencial de 2012. Como él, varios priistas le siguieron los pasos con el mismo resultado: no cumplir.

“[Peña Nieto] fue quien utilizó lo de los compromisos como una herramienta para decir: ‘no soy como los otros, yo te lo firmo y te lo cumplo’. Ellos lo saben, una cosa es estar en campaña y prometer, y otra cosa es estar frente de un Gobierno. Por muy buenas que sean las intenciones, es sólo una estrategia para ganar una campaña. Ahí lo interesante es ver si cumplió, pero, ¿cuántos ciudadanos hacen ese seguimiento”, dijo Ivonne Acuña Murillo, académica del departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA).

De acuerdo con la última revisión que hizo SinEmbargo de los compromisos firmados por Peña Nieto, a cuatro años de Gobierno, se registraba un nivel de incumplimiento de 77 por ciento; es decir, sólo había cumplido hasta esa fecha con 61.

Peña Nieto instauró una “moda” para dar credibilidad al discurso político durante las campañas, explicó Acuña Murillo. Una estrategia política que siguieron otros mandatarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) como Eruviel Ávila Villegas, en el Estado de México; Rubén Moreira Valdez, en Coahuila, y Manuel Velasco Coello, en Chiapas, así como varios candidatos a la gubernatura entre 2105 y 2016.

“En campaña dicen todo lo que quieren hacer y firman compromisos, pero en Gobierno terminan haciendo los minoritarios. Se tiene que romper con esa idea, a los políticos se les tiene que analizar a partir de sus hechos, no de sus promesas”, consideró Héctor Quintanar Pérez, politólogo de la Facultada de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En la campaña presidencial de 2012, el entonces candidato priista Enrique Peña Nieto instauró una moda: la firma de compromisos ante Notario Público. Foto: Cuartoscuro

Los compromisos en la contienda por la Presidencia de la República no fueron los primeros de Peña Nieto. En 2005 firmó ante notario público 608 compromisos de campaña para la gubernatura del Edomex, que giraban alrededor de tres ejes: seguridad económica, seguridad social y seguridad pública.

El “te lo cumplo” de Peña Nieto y otros priistas ha quedado sólo en promesas. Eruviel Ávila, por ejemplo, firmó, cuando era candidato también al Edomex, 6 mil compromisos, de los cuales, afirmó durante su Segundo Informe de Gobierno, ya se habían cumplido la mitad. El mandatario destacó la entrega de becas, capacitación a maestros, combate a la pobreza y en materia de seguridad dijo que trabajaba en capacitación y equipamiento de la policía, así como en inteligencia y tecnología.

Pero ni Peña ni Eruviel le cumplieron al Edomex. Durante los últimos 12 años los principales indicadores de bienestar para la entidad empeoraron. El Estado de México esta dentro de los más pobres, más inseguras y más endeudados del país. Peña Nieto incrementó la deuda pública en 9 mil millones de pesos; mientras que Eruviel Ávila mantiene a la entidad entre las cinco más endeudados del país, a pesar del millonario presupuesto que maneja.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 46.6 por ciento de los mexiquenses viven pobres; mientras que entre 2010 y 2014 la pobreza se incrementó de 42.9 por ciento a 49.6 por ciento.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) detallan que durante los últimos doce años se han registrado al menos 21 mil 656 asesinatos. El estado se ha mantenido como una de los más peligrosos.

El priista Eruviel Ávila Villegas también hizo uso de la firma de compromisos ante Notario Público cuando hizo campaña por la gubernatura del Edomex. Foto: Cuartoscuro

El documento “Perfil del Estado de México”, elaborado por el Instituto de Estudios Legislativos del Congreso local, dice que la entidad encabeza la lista a nivel nacional con los mayores índices de homicidios, secuestro y extorsión. El documento cita datos del SESNSP con corte A julio de 2015, donde el Edomex se coloca como la entidad más peligrosa del país, pues de 2012 a 2015 se registraron 7 mil 771 homicidios, por encima de Guerrero, Chihuahua, Jalisco y Michoacán.

El candidato a la gubernatura del Edomex Afredo del Mazo Maza también siguió los pasos de su primo Peña Nieto. En 2009, cuando contendió por la Alcaldía de Huixquilucan firmó ante notario público 30 compromisos que giraban alrededor de mejora de vialidades, seguridad pública, servicios públicos, educación, salud, desarrollo social e infraestructura.

El 13 de marzo pasado, durante uno de sus actos de campaña ahora en la contienda por la gubernatura de la entidad, un grupo de mujeres del municipio que gobernó entre 2009-2012 le reclamó por su gestión.

“No sé con qué cara viene a pedir voto cuando aquí no ha hecho nada. ¿Qué ha hecho por el pueblo? ¿Qué hizo cuando fue presidente [municipal]? Nada”, le reclamaron.

De acuerdo con el ejercicio de verificación de hechos de SinEmbargo #DichosyHechos, la incidencia delictiva aumentó un 30 por ciento en Huixquilucan entre 2011 y 2012, cuando Alfredo del Mazo era Alcalde.

Alfredo del Mazo hasta la fecha no ha firmado compromisos como aspirante a la gubernatura del Estado de México. De acuerdo con la analista Ivonne Acuña, el priista busca tomar distancia de su primo. Los resultados del sexenio de Peña Nieto hacen que firmar promesas ahora, quizás no sería la mejor idea.

“Tiene que separarse, pero es muy difícil y no creo que lo logre. Se sabe que es el candidato de Peña Nieto, era su candidato desde las elecciones que ganó Eruviel Ávila, además es su primo”, detalló la académica.

“TE LO FIRMO Y TE LO CUMPLO”

El priista Alfredo del Mazo sí utilizó, el domingo pasado para un promocional, una de las promesas, que de acuerdo con el diario Vanguardia, ha sido de constantemente utilizada por otro priísta, Rubén Moreira Valdez, Gobernador de Coahuila: “de la seguridad me encargo yo”.

En 2011, Moreira Valdez también firmó compromisos ante notario público en los distintos municipios de Coahuila. En Torreón signó 120 en el “Plan Laguna Siglo XXI”, para mejorar la economía de la región, la seguridad y la justicia, medio ambiente, salud y educación.

En materia de seguridad se comprometió a crear una nueva legislación y a mantener coordinación con Durango, Nuevo Léon y Texas para combatir la inseguridad. A pesar de lo comprometido, la entidad que gobierna se convirtió en una de las más peligrosas.

En enero, el Gobierno de Estados Unidos alertó a sus ciudadanos a tomar precauciones si deseaban viajar a Coahuila, pues está considerada entre los 11 estados más peligrosas de México por sus homicidios, robo a mano armada, de vehículos, secuestro, extorsión y agresión sexual, especialmente en las carreteras entre Piedras Negras y Nuevo Laredo.

Datos del SESNSP muestran que desde que Moreira asumió la gubernatura de Coahuila, las violaciones y otros delitos sexuales fueron al alza en 36 por ciento; mientras que el secuestro aumentó 31.3 por ciento.

La pobreza extrema se cuadruplicó entre 2010 y 2014 en el estado, de acuerdo con datos del Coneval. El crecimiento económico, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al tercer trimestre de 2016 sólo creció 0.2 por ciento; mientras que la deuda pública sigue en ascenso después de que Humberto Moreira Valdés, ex Gobernador y hermano de Rubén, incrementó los pasivos de la entidad 36 mil 186.6 millones de pesos.

En 2012, en compañía del entonces candidato a la Presidencia Enrique Peña Nieto, Manuel Velasco, quien buscaba la gubernatura de Chiapas, también uso la firma de compromisos. Foto: Cuartoscuro

Otro Gobernador priísta que también firmó compromisos es Manuel Velasco Coello, en Chiapas. El 29 de mayo de 2012, el entonces candidato a la gubernatura de la alianza PRI-Partido Verde Ecologista de México, firmó su primer compromiso de crear un Gobierno de coalición con partidos y ciudadanos para desarrollar a la entidad.

Además, a lo largo de su campaña política y por el paso de varios municipios, Velasco hizo promesas como la conservación de la riqueza natural del estado, construir carreteras, y ayudar a los productores agrícolas de la región. Ya como Gobernador, a principios de diciembre de 2016, firmó el “Pacto por Chiapas” para impulsar el crecimiento económico de la entidad.

Pero Manuel Velasco tampoco cumplió. De acuerdo con el semáforo estatal de México ¿Cómo vamos?, para el primer trimestre de 2017, Chiapas se mantiene en rojo debido a que se perdieron 2 mil 313 empleos formales. La entidad también está en semáforo rojo en productividad, pobreza laboral, deuda pública, informalidad y desigualdad laboral.

Si de pobreza se trata, el Gobernador chiapaneco tampoco ha logrado disminuirla. De acuerdo con el último estudio del Coneval, entre 2012 y 2014, en Chiapas el 76.2 por ciento de la población era pobre, y de ese total, el 31.8 por ciento vivía en pobreza extrema.

Otros candidatos a gubernatura por el PRI firmaron compromisos para los procesos electorales de 2015 y 2016. En abril del año pasado, en Oaxaca el entonces aspirante Alejandro Murat, hoy Gobernador, firmó 600 compromisos para mejorar la economía de la entidad y acabar con la pobreza.

En San Luis Potosí, para la elección de 2015, el aspirante del PRI a la gubernatura de la entidad Juan Manuel Carreras López también se comprometió ante notario; y en 2016, el aspirante de la coalición PRI–PVEM a la gubernatura de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, firmó 268 compromisos en los municipios de Armería, Tecomán e Ixtlahuacán.

En Quintana Roo, para los comicios del año pasado, Mauricio Góngora Escalante, quien fue candidato del PRI–PVEM y Nueva Alianza a la gubernatura, firmó compromisos con las mujeres y las niñas de la entidad.

Los analistas coinciden en que muchas veces los mexicanos aceptan el hecho de que el “político siempre miente” y que “no cumple sus promesas”. Foto: Cuartoscuro

CIUDADANOS OLVIDAN COMPROMISOS

Pero aunque los compromisos queden en letra muerta, los analistas políticos coinciden en que los ciudadanos en México olvidan en cada elección las promesas de los candidatos.

Los mexicanos aceptan el hecho de que el “político siempre miente” y que “no cumple sus promesas”.

“Los compromisos se pierden, la gente se ocupa de lo que le afecta directamente, lo demás, lo olvida, tiene corta memoria. Un sexenio después vuelve a votar por el partido del candidato que no cumplió. Hay un desencanto, la gente sabe de antemano que los políticos no cumplen sus promesas. En la campaña de 2012, cuando se repartieron las tarjetas Soriana, se le preguntaba a las personas si votarían por el PRI y decían: ‘Sí claro, porque será lo único que me toque en todo el sexenio’. Esto entre los teóricos se le conoce como cinismo político”, explicó Ivonne Acuña.

Héctor Quintanar consideró que el incumplimiento de compromisos puede resultar secundario durante nuevos comicios electorales.

“Cuando Peña fue desenmascarado de que hubo muchos compromisos en el Edomex que no cumplió, le disminuyó un puntito, dos en las encuestas. Ahí se demostró que un candidato no es confiable, no cumplió lo que prometió, pero le mermó poquito.El electorado carece de memoria histórica mínima para tomar su decisión en las urnas”, anotó.

El politólogo añadió que el tener en el radar al político que cumple y al que no, depende de la memoria, con el “mirar hacia el pasado”, por lo que en México es fácil “salirse con la suya”.

“Cuando hay una estructura antidemocrática como la del PRI que compra votos, es muy difícil que influya el incumplimiento. Nuestros políticos son lamentables, pero a los ciudadanos mexicanos les falta mucho por madurar en la construcción cívica”, finalizó.

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