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Gustavo De la Rosa

20/08/2019 - 12:05 am

“Mantequilla” Nápoles, juarense distinguido

Después de Juan Gabriel, “Mantequilla” fue el más famoso músico del “Noa Noa”, pero a diferencia de aquel, Nápoles sí compartía tiempo con los parroquianos; varias veces descansó en la mesa que compartíamos con amigos comunes. Después se dedicó a administrar un gimnasio y envejeció junto con nuestros contemporáneos.

“A diferencia de muchos boxeadores cuyas vidas, en sus años posteriores a la gloria, se convierten en una verdadera pesadilla humana, José Ángel, tal vez con pocos ahorros, se instaló en esta ciudad como un trabajador más”. Foto: María José Martínez, Cuartoscuro

Siempre que fallece una persona distinguida, los que le sobrevivimos y que tuvimos el honor de conocerle expresamos los mejores recuerdos que compartimos a su lado.

Es difícil que alguien, que haya nacido antes de 1990, no sepa quién fue “Mantequilla” Nápoles; de origen cubano, se distinguió entre los boxeadores de las décadas de los 60 y 70 y fue reconocido y admirado por miles de mexicanos que emocionalmente lo adoptaron como su paisano, como cubano-mexicano.

Durante sus años de gloria “Mantequilla” Nápoles fue, como lo son todos los grandes deportistas, 10 por ciento humano y 90 por ciento leyenda y, también como muchos atletas de leyenda, una vez que dejó de ser distinguido por sus éxitos pasó a la vida privada, una etapa que, sobre todo a ex boxeadores, cobra con creces los placeres de la cúspide. Es entonces que la población común, que le aplaudió y adoró, recuerda a estos individuos excepcionales como eran, congelados en aquel momento, aquel tiempo en que fueron las grandes estrellas.

Ciudad Juárez, tierra de migrantes, recibió como un habitante más a José Ángel Nápoles, y durante al menos treinta de sus últimos años fue sólo un vecino más, porque en esta ciudad, en donde todo mundo pierde el patronímico de su lugar de origen, “Mantequilla” dejó de ser cubano-mexicano para convertirse en juarense.

Aquí no hay laguneros, ni gabachos o chilangos; quien se queda a vivir aquí, después de saborear los burritos, sudar algunos veranos, congelarse en algunos inviernos, enceguecerse con las tormentas de arena y acostumbrarse a buscar en el más reciente ejecutado el rostro de un amigo, después de descubrir que se puede trabajar turno y medio, y comprar la ropa nueva y de mejor calidad en los mercados al aire libre, se convierte en juarense y su pasado queda en el pasado, sea uno de triunfos o de fracasos.

A diferencia de muchos boxeadores cuyas vidas, en sus años posteriores a la gloria, se convierten en una verdadera pesadilla humana, José Ángel, tal vez con pocos ahorros, se instaló en esta ciudad como un trabajador más, vivió en la Partido Romero, un barrio de la zona Centro, y trabajó de lo que sabía hacer, cantar, tocar música tropical, bailar y enseñar boxeo.

Después de Juan Gabriel, “Mantequilla” fue el más famoso músico del “Noa Noa”, pero a diferencia de aquel, Nápoles sí compartía tiempo con los parroquianos; varias veces descansó en la mesa que compartíamos con amigos comunes. Después se dedicó a administrar un gimnasio y envejeció junto con nuestros contemporáneos.

No se le conocieron grandes escándalos, ni grandes eventos, y como Juárez es una metrópoli formada por varias ciudades interconectadas, cada una correspondiente a una época de desarrollo, con claras fronteras arquitectónicas que las diferencian, los que vivimos en el Juárez construido entre 1930 y 1955 fuimos vecinos y coincidimos en los lugares y sitios públicos comunes, y por allí circulaba “Mantequilla”.

Muy pronto nos acostumbramos a compartir con él los espacios, sin ir más allá de un saludo y a veces algún comentario o broma, escasamente una conversación sobre su próxima pelea de box y siempre con la típica mentira mexicana posmoderna, “estamos en contacto”.

Murió “Mantequilla”, para muchos un icono del deporte, para nosotros un juarense amable y atento, un hombre de bien.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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