En el mercado de cambios, el precio del dólar estadounidense abrió a 58 pesos para la venta. El riesgo país, según la financiera JP Morgan, volvió a superar las 1800 unidades y abrió con 1886 puntos básicos, después de que la semana pasada alcanzara las 1963 unidades, su nivel más alto desde noviembre de 2008.
Buenos Aires, 20 de agosto (EFE).- El índice S&P Merval de las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires abrió este martes con una caída del 8.82 por ciento, hasta los 27,724.03 puntos, tras el feriado del lunes y después de una semana de turbulencias por la derrota oficialista en las primarias del pasado 11 de agosto.
A las 11:18 (hora local), se habían cotizado las acciones de 59 empresas, con 12 al alza, 41 a la baja y seis sin cambios, en operaciones por 139.7 millones de pesos (2.4 millones de dólares).
En el panel líder, todas las acciones cotizaban en negativo.
Entre los títulos que abrieron en rojo, destacaron los papeles del Grupo Financiero Galicia (-14 por ciento), Grupo Superville (-13.45), Banco Macro (-12.96), Cablevisión (-12.61) y el banco BBVA francés (-11.59).
En el mercado de cambios, el precio del dólar estadounidense abrió a 58 pesos para la venta.
La cotización del dólar sufrió una fuerte inestabilidad, que alcanzó los 63 pesos por unidad el miércoles pasado, en el marco de una turbulencia financiera por la reacción adversa de los inversores ante la derrota del oficialismo en las primarias del pasado 11 de agosto.
El riesgo país, según la financiera JP Morgan, volvió a superar las 1800 unidades y abrió con 1886 puntos básicos, después de que la semana pasada alcanzara las 1963 unidades, su nivel más alto desde noviembre de 2008.
La jornada estuvo marcada por la jura del nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, quien dijo este martes que su tarea principal será “garantizar la estabilidad del tipo de cambio” y aseguró que hay “sobrados argumentos para salir adelante”.
En su primera rueda de prensa como ministro, Lacunza afirmó que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, le encomendó la tarea central de “garantizar la estabilidad del tipo de cambio como objetivo de primer orden” y consideró que “no hace falta un tipo de cambio más alto”.
