Ana Luisa Calvillo denuncia a Estela Leñero por plagiar su libro Me decían mexicano frijolero

20/09/2019 - 5:00 pm

La periodista, quien presentará el caso ante las autoridades competentes, señaló en un comunicado que “Estela Leñero tomó la historia de mi protagonista, copió diálogos, datos y párrafos de mi obra, y sus personajes pronuncian diálogos textuales, lo cual violenta mis derechos como autora”.

La investigación de Ana Luisa recoge el testimonio de Roberto Rangel Magaña, un migrante originario de Michoacán, que en 1999 fue obligado a trabajar en Estados Unidos como informante de policía para la Unidad Antinarcóticos en Fresno, California, y a vender la droga que decomisaba el propio Departamento.

Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).- La escritora y periodista Ana Luisa Calvillo Vázquez denunció este viernes el plagio de su investigación periodística Me decían mexicano frijolero, por parte de la dramaturga Estela Leñero, quien afirmó que la obra No volveré es totalmente de su autoría.

“Estela Leñero no solo tomó la historia de mi protagonista, sino que copió diálogos, datos y párrafos de mi obra, y sus personajes pronuncian diálogos textuales de mi obra, lo cual violenta mis derechos como autora”, dijo la periodista en un comunicado y señaló que presentará el caso ante las autoridades competentes.

La dramaturga Estela Leñero ha afirmado en medios de comunicación, redes sociales y ante la opinión pública, que la obra No volveré (exhibida en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, del Centro Cultural Universitario, bajo la dirección de Ángeles Crtz y Alberto Lomnitz) le llevó dos años escribirla a partir de que el maestro Luis de Tavira la invitó a participar en el ciclo Teatro por la Dignidad.

El reportaje, que inició en 2010, fue resultado de “la comunicación con Roberto en la prisión de máxima seguridad de Soledad, California, y la cárcel estatal de Avenal, California”. Foto: Especial
La obra “No volveré” fue exhibida a principios de agosto en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, del Centro Cultural Universitario, bajo la dirección de Ángeles Crtz y Alberto Lomnitz. Foto: Especial

La investigación de Ana Luisa recoge el testimonio real de Roberto Rangel Magaña, un migrante originario de Michoacán, que fue obligado a trabajar en Estados Unidos como informante de policía para la Unidad Antinarcóticos del Departamento de Policía de Fresno, California, en 1999, y a vender la droga que decomisaba el propio Departamento, durante casi dos años. En ese periodo, Roberto sufrió tortura y violaciones sexuales por parte de un oficial. En junio de 2001 hubo un tiroteo en un bar, en el cual un hombre perdió la vida y otro resultó herido. Roberto fue señalado como responsable de ambos cargos, aun sin evidencias, y sentenciado a 57 años de prisión.

El reportaje, que inició en 2010, fue resultado de “la comunicación con Roberto en la prisión de máxima seguridad de Soledad, California, y la cárcel estatal de Avenal, California; la revisión de sus apuntes, de más de 900 páginas, hasta el apoyo legal para presentar su caso en 2012 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington. En 2013 su historia obtuvo el Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor. La obra fue registrada ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor y en 2015 se publicó en Ficticia Editorial”, explicó Vázquez.

En contraste, No volveré presenta la historia del migrante michoacano Aurelio, que abusó sexualmente de su hermana y que en EU fue obligado a trabajar como informante de policía por un oficial de Fresno, California, y a vender la droga decomisada por la propia agencia. Aurelio estuvo en prisión cuando lo acusaron de la muerte de dos hombres en un tiroteo; enfrentó una pena de 50 años de cárcel y sufrió igualmente abusos. Logra salir de prisión y regresar a su hogar, donde su madre y hermana enfrentan la pobreza que azota a la población.

“Este plagio representa un contrasentido de los valores del el Movimiento Teatro por la Dignidad. Es una calamidad que Estela Leñero se haya valido del apoyo de instancias de reconocida calidad moral y artística para pisotear mis derechos como autora y pisotear la dignidad de Roberto Rangel, quien hasta hoy había luchado por recuperar su libertad en EU y ahora también tiene que luchar por defender su honor en México”, concluye el texto.

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