Hoy se cumplen 20 años desde la trágica madrugada en la que 22 personas perdieron la vida en una discoteca en la Ciudad de México.
Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).– Fue durante la madrugada del 20 de octubre del 2000. Un tubo se sobrecalentó y comenzó el incendio. 22 personas murieron calcinadas en la discoteca Lobohombo. Fue una de las grandes tragedias del principio del nuevo siglo en la Ciudad de México.
Alejandro Iglesias Rebollo, conocido como “El zar de los giros negros”, inauguró la discoteca en mayo de ese mismo año. La voz se corrió y el centro nocturno se volvió popular en pocos meses.
Gritos, empujones, desesperación… Eso se vivió en el lugar, ubicado en la colonia San Rafael, Alcaldía Cuauhtémoc. Además de las más de dos decenas de muertos, siete personas resultaron lesionadas.
De acuerdo con los reportes periodísticos, el fuego comenzó a consumir el lugar después casi a las 5 de la mañana de ese 20 de octubre. Los clientes trataron de escapar, pero se encontraron las salidas de emergencia bloqueadas.
Tras la tragedia de la discoteca, Alejandro Iglesias fue encontrado culpable de homicidio culposo. Nunca pisó la cárcel. También se deslindó a las autoridades de la Cuauhtémoc. Al frente se encontraba la perredista Dolores Padierna.
Los funcionarios dijeron que los dueños de la discoteca “habían cumplido con los requisitos de seguridad que marca la ley”. Pero no verificaron que el hidrante estuviera conectado, por ejemplo, de acuerdo con información de la periodista Sanjuana Martínez.
El entonces Procurador capitalino, Bernardo Bátiz Vázquez, consideró que los funcionarios fueron víctimas de un engaño o de un fraude, pero que no tuvieron responsabilidad en la tragedia.
Posteriormente, la Delegación Cuauhtémoc procedió a la expropiación del predio para dar vida a la estación de bomberos Ave Fénix.
