México

La violan en baño de CCH Vallejo, el agresor queda libre y la estudiante es… criminalizada, acusan alumnos

21/02/2018 - 7:02 pm

Los alumnos denunciaron insensibilidad, negligencia y revictimización por parte de las autoridades de la UNAM ante en el caso de abuso sexual de una estudiante en el CCH Vallejo y exigieron la destitución de Eunice Velázquez, coordinadora jurídica del plantel.

Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).- Alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Vallejo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) exigieron la destitución de la coordinadora jurídica del plantel, Eunice Velázquez, tras el ataque sexual que sufrió una estudiante en los baños de la cafetería Cibarium dentro la escuela, pues denunciaron que por negligencia al atender el caso el agresor está libre mientras que la menor fue revictimizada y criminalizada.

“Nuestra compañera está asustada, apenas se está reintegrando a clases pero cada vez que sale de su casa entra en pánico porque este tipo anda libre, porque hubo negligencia de las autoriades jurídicas que tenemos en el plantel”, destacó hoy María del Carmen, alumna del CCH en una rueda de prensa.

El pasado 12 de febrero, una menor de 16 años fue atacada sexualmente en los baños de la cafetería Cibarium. Tras la agresión, la estudiante se dirigió al salón de clases en shock y lesiones en el cuello. Ahí informó que había sido atacada por un empleado y fue canalizada con el jurídico de la escuela, indicó Silvana Ornelas Tapia de la Asociación Amor no es Violencia, a quien acudieron varios alumnos en busca de ayuda y asesoría ante el caso.

“A partir de ese momento las autoridades se deslindaron como siempre y criminalizaron a la menor al cuestionar sus calificaciones. Le preguntaron a qué se dedicaba y prácticamente si ella, como siempre lo hemos visto, había provocado al sujeto”, dijo Ornelas Tapia.

Al momento en que trataron de llamar a la policía para reportar el delito, las autoridades jurídicas de la institución les argumentaron que debido a la autonomía de la universidad no podían ingresar policías para detener al agresor, un empleado identificado como David G, aseveraron compañeros de la víctima y la asociación que los apoya.

“También dijeron que no podían detenerlo hasta que saliera de su horario laboral”, añadió con indignación Silvana Ornelas a SinEmbargo.

Debido a la mala coordinación de las autoridades del plantel y de las autoridades policiacas el agresor fue liberado porque se calificó de “no legal la detención”, detalló la defensora.

Ante la falta de atención adecuada a la víctima, los alumnos se empezaron a manifestarse: el viernes protestaron en la cafetería para exigir respuestas y ayer bloquearon la calle 100 metros.

“Varios de los alumnos no supieron del hecho hasta el día siguiente que se cerró la cafetería y son los compañeros quienes se están movilizando porque las autoridades escolares no habían emitido nada de información. Los compañeros son quienes empezaron a decir entre la comunidad lo que ocurrió y fue así que, dos horas después, las autoridades del plantel emitieron un comunicado; sin embargo, hasta el momento la víctima no ha tenido ningún tipo de atención”, comentó la activista.

La única solución que le ofrecieron a la joven fue cambiarla de plantel, añadió Ornelas.

Los alumnos se han manifestado desde que tuvieron conocimiento del ataque. Foto: Colectivo Revueltas.

Por su parte, la alumna Maria del Carmen reiteró que todo el movimiento ha sido por parte de ellos porque ya están cansados de que ocurran agresores.

“Ayer tomamos la Avenida 100 metros, queremos que no siga pasando esto, no es la primera vez, ha pasado en otros planteles y lo único que hacen las autoridades es ocultarlo, encubrirlo y revictimizaarnos: nos dicen que nosotras lo provocamos, que por qué vamos vestidas así y… pues simplemente no puede seguir esto”, destacó la joven.

La compañera de la víctima sostuvo que debido a la presunta negligencia en el actuar de las autoridades académicas el atacante está libre. Por ese motivo es que piden que sea destituida del plantel la abogada Eunice Velazquez.

Silvana Ornelas abundó que después del ataque los alumnos realizaron una asamblea donde empezaron a denunciar presuntos acosos por parte de maestros y revelaron que el atacante de la menor había acosado anteriormente a otras estudiantes y que tenía una denuncia por tentativa de violación a una ex pareja.

“Estamos hablando de una universidad de las mas importante del país. ¿Cómo pueden tener a trabajadores así en el plantel?”, cuestionó la defensora, quien agregó que los estudiantes que se manifestaron analizan si realizarán un paro hasta que el pliego petitorio, que entregaron a las autoridades, en el que solicitan más protección, sensibilización, entre otros aspectos, sea atendido.

Finalmente, Ornelas Tapia agregó que el presunto responsable, identificado como David G.L, de 21 años, al parecer tendría parentesco con uno de los propietarios de la concesionaria de las cafeterías Cibarium, en varios planteles y que el hombre se escondió, “no tenemos conocimiento de donde se encuentra”, afirmó.

La cafetería en la que ocurrió el delito sexual se encuentra clausurada desde la noche del mismo 12 de febrero y continuará de esa forma hasta “que terminen de realizarse las diligencias pertinentes y señaladas por las autoridades responsables de llevar este caso”, según indicó la institución en un comunicado de prensa.

Los casos de abuso sexual al interior de planteles educativos ocurren todos los días. El año pasado, por ejemplo, este diario reportó que estudiantes protestaron contra un profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), identificado como Seymour, quien fue señalado de agredir y acosar sexualmente a sus alumnas.

En días pasados, el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Inai) informó que la UNAM está obligada a entregar versiones públicas sobre seis casos de agresiones sexuales ocurridos en 2016 y 2017.

La cafetería fue cerrada. Foto: Colectivo Revueltas.

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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