CRÓNICA | El Festival de las Letras y el café Chilindrón: dos clásicos de Tepic

21/06/2015 - 12:04 am
"Hay un antes y un después del Festival de las Letras en Tepic", dijo Juan Villoro. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
“Hay un antes y un después del Festival de las Letras en Tepic”, dijo Juan Villoro. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).- En Tepic, hay un antes y un después del Festival de las Letras, dijo Juan Villoro en el marco de una comida destinada a celebrar la presencia de autores que como él apuntalaron el proyecto del Presidente Municipal, Polo Domínguez, concretado por la comunicadora y gestora cultural Lorenza Elizabeth Hernández, a través de un programa literario diseñado por la escritora y editora Paola Tinoco.

La presencia de la gente en los distintos actos y “conversatorios” celebrados en el patio de la casa presidencial de Tepic, cuyas puertas se abrieron literalmente de par en par para albergar a los visitantes, fue masiva y entusiasta.

Este sábado, la afluencia de público estuvo a tono con el sol a pleno desde el mediodía brillante. Una carpa al lado de la casa municipal, donde los escritores hacían filas para firmar sus libros y la gente lo mismo para conseguir la estampa de su narrador favorito, propiciaba emotivos encuentros de autor-lector.

Tepic, la tierra de Amado Nervo y del café Chilindrón. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo
Tepic, la tierra de Amado Nervo y del café Chilindrón. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo

Entre todos, el más “firmante”, Benito Taibo, quien al decir del periodista, escritor y presentador televisivo Nicolás Alvarado, “es una verdadera gloria nacional”.

Precisamente, el único hijo de la también periodista Tere Vale, no perdió su elegancia natural ni siquiera cuando prácticamente toda la delegación de autores participantes se encaminó rumbo a lo que consideraba era un restaurante llamado “La casa del obispo”.

No poca fue la sorpresa cuando en la puerta de una magnífica casona con aires coloniales, los escritores y periodistas se percataron de que iban a comer realmente en la casa del obispo de Tepic, expresión cabal de cómo las fuerzas vivas de la capital nayarita se volcaron de lleno y colaboraron con la primera edición del Festival de las Letras.

Armando Vega-Gil y Julio Patán toman café en El Chilindrón. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo
Armando Vega-Gil y Julio Patán toman café en El Chilindrón. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo

En este calor húmedo de una ciudad donde Élmer Mendoza paraba a comer birria y llenar el tanque de gasolina de su automóvil, cuando venía de algún sitio y regresaba a su natal Culiacán, Francisco Hinojosa y su esposa, la poeta estadounidense Tanya Huntington, miran fascinados los diferentes procesos de la elaboración del café que con gran orgullo y generosidad describe el propietario de El Chilindrón.

Como la canción del dominicano Juan Luis Guerra, alguien escuchó el ruego de “ojalá que llueva café” en el campo nayarita y es así como el increíble brebaje que se bebe en el coqueto local de Allende y León, en una hermosa zona de la ciudad, fue certificado con la etiqueta Premium, otorgada por el Coffee Quality Institute, que calificó al café nayarita como uno de los mejores de México y del mundo.

Cata de café en El Chilindrón. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo
Cata de café en El Chilindrón. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo

Se trata de un lugar extraordinario, con un sitio especialmente destinado a la cata de café, a cargo de una joven y verdadera experta en la materia.

Beber café en El Chilindrón es una experiencia casi religiosa que impide volver a tomar café en otro sitio, por lo que es probable que el periodista Julio Patán (quien al fin logró llegar a Tepic, junto a Alvarado, luego de un incidente con un avión en su primer vuelo), Armando Vega-Gil (provisto de cinturón terapéutico a causa de una lesión en la ciática producida por llevar durante 40 años un bajo de 8 kilos colgando de sus hombros), Alberto Chimal, Raquel Castro, Rocío Cerón (quien cumplió esplendorosos 43 años en pleno Festival de las Letras), Guadalupe Loaeza y Trino Monero, entre otros, se pasen ahora al té.

LA LUNA DE GATOS Y LOS ILUSIONADOS DEL ATLAS

En el Festival de las Letras de Tepic, Jis presentó su primer libro para niños, un proyecto que sacó de su caja de Pandora y que tenía guardado allí desde hace 20 años. No es de perros el monero tapatío, pues para andar atendiendo tantas demandas, ya están esos tres hijos suyos, de distintas generaciones e intereses.

Él es aficionado a esos animalitos que caminan por los tejados y van a su aire con la cabeza llena de ángeles, cuyas historias gráficas ha decidido contar la joven editorial Pollo Blanco, regenteada con gran entusiasmo por seis jóvenes editores de Guadalajara, los mismos que antes hacían la desaparecida revista Reverso.

A su lado, Trino, un poco más melancólico y menos expansivo que de costumbre, hace balance de su reciente despido del periódico Reforma, luego de hacer durante 14 años la tira de El Rey Chiquito, que ahora ve la luz en El Financiero y pronto ocupará las páginas de un libro editado por Tusquets, cuyo director es ahora el “brother” del monero jalisciense, Martín Solares.

Alberto Chimal y su esposa, la también escritora Raquel Castro, las figuras del sábado en el Festival de las Letras. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo
Alberto Chimal y su esposa, la también escritora Raquel Castro, las figuras del sábado en el Festival de las Letras. Foto: Mónica Maristain, SinEmbargo

Se trata de un proyecto de la editora saliente, Verónica Flores, también muy cercana a José Trinidad Camacho, quien llegó a Tepic para mantener una charla pública con Nicolás Alvarado y protagonizar con Jis un “Jam Monero”. No dejó de hablar del Atlas, por supuesto, y de las ilusiones que le despierta la contratación del técnico Gustavo Matosas.

En la casa del obispo de Tepic, hay platos con mangos y tunas en los centros de mesa, los manteles de color azul y moños blancos a los costados compiten por la atención con la fuente de piedra ubicada en el medio de un patio lleno de flores y plantas.

Con una camisa de cuadros en tonos azules y su natural semblante beatífico, Élmer Mendoza, el autor entre otros de la aclamada novela El amante de Janis Joplin, habla con orgullo de su recién llegado nieto Dante. “No me importa morir. Cuando él nació me di cuenta de que ya había alguien para seguir la historia”, dice el gran escritor de Culiacán, Sinaloa.

Antonio Ortuño celebró en Tepic la última presentación de Fila India, su tremenda novela sobre el drama de los migrantes. Lo próximo para él es una novela, Méjico (así, con jota), que ya está en fase de corrección.

Honrar las letras en la tierra de Amado Nervo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Honrar las letras en la tierra de Amado Nervo. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Armando Vega – Gil tocó su ukulele y Beatriz Rivas habló con entusiasmo de una novela escrita a seis manos y que pronto dará a conocer la editorial Alfaguara. Queda plantado el misterio.

La primera edición del Festival de las Letras en Tepic, que hoy llega a su fin con una lectura de cuentos en la que participará Élmer Mendoza, tuvo ese sabor espectacular de la flor nueva, de algo que nace con aspiraciones de quedarse para transformar la vida cultural de un pueblo.

Fue un festival nacional, sin las pretensiones de otros encuentros importados del exterior que cuentan con presupuestos millonarios y que organizan las veladas literarias alrededor de escritores famosísimos que obran cual si estrellas de rock fueran.

En el turibús de las letras, Mariana H, Trino, Jis, Tai La Bella Damsky y más...Foto: Facebook
En el turibús de las letras, Mariana H, Trino, Jis, Tai La Bella Damsky y más…Foto: Facebook

Y no porque personajes trascendentes de nuestra literatura como los ya nombrados Taibo, Villoro, Mendoza, Hinojosa y Xavier Velasco, entre otros, carezcan de la fama y el reconocimiento que les corresponde por el lugar que ocupan en las letras mexicanas, sino porque fue en un contexto de enorme fe en la transformación comunitaria a partir de un hecho cultural, que esas grandes figuras literarias se avinieron a ser uno más entre el pueblo de Tepic, al que asistieron sin cobrar un peso por honorarios.

Por todo ello, un brindis que podría ser con una taza de café nayarita: ¡Hasta el año que viene!

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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