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Pemex compró avión para vigilar ductos; Lozoya lo usó para ir a playas, y ahora está desaparecido

21/08/2017 - 12:05 am

#DatosCerrados | Petróleos Mexicanos compró en 2014 un avión Cessna Citation Sovereign con el fin de vigilar la red de ductos y evitar el robo de combustible. Pero el entonces Director Emilio Lozoya Austin lo usó para ir y regresar de destinos de playa como Cancún, Zihuatanejo y Huatulco.

En 21 ocasiones fue a Estados Unidos a riberas más exclusivas: Westhampton y Esthampton en Nueva York, de acuerdo con las bitácoras de vuelo entregadas por la Secretaría de la Defensa Nacional a la Auditoría Superior de la Federación. 

En febrero de 2016, el escándalo de OHL lo alcanzó. Lozoya le presentó su renuncia al Presidente Enrique Peña Nieto. ¿Y el avión? En “los activos fijos” de Pemex, evidenciados por la Auditoría en enero de 2017, no está registrado. Aparece su millonaria compra; pero el avión en físico, no.

Ciudad de México, 21 de agosto (SinEmbargo).– Para vigilar la red de ductos en el territorio nacional, Petróleos Mexicanos (Pemex) adquirió en 2014 una flotilla de aeronaves, en la cual estaba un avión Cessna Citation Sovereign 2009.

Un año después, en la bitácora de esta aeronave, entregada por la Secretaría de la Defensa Nacional a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), fueron registrados algunos viajes que en apariencia, no tuvieron como objetivo la vigilancia estratégica de las instalaciones petroleras. Más bien, fueron traslados a la playa, realizados por Emilio Lozoya Austin, en ese momento Director de la otrora paraestatal.

Emilio Lozoya Austin viajó en el avión Cessna Citation 2009 a Cancún, Zihuatanejo, Acapulco y Huatulco, en México. También fue a los exclusivos Westhampton y Esthampton en Nueva York. En la misma aeronave llegó a Los Ángeles (California), Houston y San Antonio (Texas), Westchester (Nueva York), así como algunos puntos en Maine y New Jersey en Estados Unidos, consta en las bitácoras de vuelo, revisadas en la fiscalización de la cuenta pública 2015 por la ASF.

Así llegó el Año Nuevo de 2015. En enero, el escándalo que se desprendió de la serie de audios sobre el caudal de corrupción en la empresa Obrascón Huarte Lain (OHL), publicada en YouTube, lo alcanzó. Lozoya Austin, quien fue integrante del consejo de administración de esa empresa, se habría puesto de acuerdo para celebrar un contrato con el presidente global de la constructora española, Juan Miguel del Villar, cuando era funcionario público.

En febrero de 2016, el Presidente Enrique Peña Nieto le recibió la renuncia. Se fue mientras la producción petrolera iba en declive, los precios del crudo subían en el mundo, el nivel de importación de gasolinas y la refinación alcanzaba mínimos históricos. Había entrado a dirigir la petrolera nacional durante la histórica reforma energética que abrió el sector al capital del mundo por primera vez en 75 años y la dejaba sumida en crisis.

Hubo algo que dejó pendiente el ex Director de Pemex: registrar el avión Cessna en los activos fijos de la otrora paraestatal. En el análisis de la “Relación de Bienes Muebles que Componen el Patrimonio Cuenta de la Hacienda Pública Federal 31 de diciembre de 2015”, la ASF observó que la aeronave no había sido “capitalizada” al activo fijo conforme a la normativa. Además, faltó incluir tres helicópteros Bell 407. En total, una cantidad por 94,690.3 miles de pesos.

 

Ahora, ¿por qué volaba tanto Emilio Lozoya Austin? ¿Quién lo acompañaba? La Administración de Pemex, bajo el cargo del ex funcionario, dejó toda esta información bajo #DatosCerrados. El Cessna Sovereign es un avión ejecutivo de ocho plazas; pero Pemex le informó a la Auditoría que no apuntó en ningún registro los nombres de los otros viajeros en los traslados que realizó Lozoya Austin.

Tampoco hizo ninguna nota del motivo de los vuelos.

Del avión Cessna Sovereign, la ASF indica en su reporte: “Todos los vuelos se solicitaron telefónicamente a la Sedena por la Dirección General de Pemex. Al respecto, la Sedena elaboró bitácoras en las que se indica el destino al que se trasladó al “DG” (Director General) y pasajeros, sin especificar los nombres de sus acompañantes. Cabe señalar que, en cuanto a la justificación de los destinos y nombres de los pasajeros, la Sedena informó que esa es responsabilidad de Pemex; no obstante, dicha Secretaría, por su experiencia en la operación de aeronaves, debió haber dejado constancia del nombre y cargo de los servidores públicos que abordaron el avión, independientemente de que Pemex lo indicara”.

Para evitar el robo “hachicolero”, Pemex, bajo la Dirección de Emilio Lozoya Austin pidió recursos para el proyecto de inversión “Fortalecimiento de las Capacidades Operativas de Pemex por 1,114,272.8 miles de pesos. Además, el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos aprobó la creación de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica (SSE), adscrita a la Dirección Corporativa de Administración y Servicios, en cuyo cargo quedó el General Eduardo León Trauwitz.

Esta Subdirección era el área responsable en Pemex de la administración y operación del avión. Pero emitió una nota informativa con la que notificó que no genera información del motivo de los vuelos ni nombre de los pasajeros. Al respecto la ASF asentó que esta instancia no hizo los registros, “a pesar de ser quien salvaguarda y custodia la seguridad de las operaciones de Pemex y sus funcionarios; administra los recursos tecnológicos (avión) y coordina la transportación aérea de personal conforme a lo establecido en el Estatuto Orgánico de Petróleos Mexicanos modificado en septiembre de 2014 y el 28 de abril de 2015, ambos publicados en el Diario Oficial de la Federación”.

LOS ALTOS VUELOS EN LA CdMx

Sus altos vuelos no sólo los hizo a destinos de playa. En el helicóptero Eurocopter EC-145 201, también adquirido a través del proyecto de inversión para vigilar las instalaciones, Emilio Lozoya fue a la Torre GAN (donde se encuentra la sede de Altos Hornos de México), Toluca, el periódico El Financiero, el Hospital Central Militar, el Hospital Ángeles, el Parque Bicentenario, la Torre IUSA, Atizapán, Valle de Bravo, Cuernavaca, el Hotel Hilton, el Hotel One y Teotihuacan, según la bitácora que reproduce la ASF.

En el análisis de las bitácoras de vuelo proporcionadas por la Sedena a la ASF, se determinó que el helicóptero realizó 193 horas de vuelo (11,580 minutos) en 727 traslados en 2015, lo que equivale a dos traslados por día (727 traslados en 365 días) con una duración promedio de 16 minutos cada uno.

Sus vuelos más frecuentes en el helicóptero fueron a la Torre Arcos y la Torre GAN. 94 veces el ex funcionario se trasladó a la Torre Arcos, ubicada en Paseo de los Tamarindos, Colonia Bosques de las Lomas, Delegación Cuajimalpa, Ciudad de México. Y otras 54 fueron a la Torre GAN, en Campos Elíseos, colonia Polanco.

El helicóptero tiene siete plazas. Pero tampoco quedó registro de los nombres de quienes pudieron acompañar a Lozoya Austin. La Auditoría evidenció: “Todos los vuelos se solicitaron telefónicamente a la Sedena por la Dirección General de Pemex. Al respecto, la Sedena elaboró bitácoras en las que se indica el destino al que se trasladó al “DG” (Director General) y pasajeros, sin especificar los nombres de sus acompañantes. Cabe señalar que, en cuanto a la justificación de los destinos y nombre de los pasajeros, la Sedena informó que esa es responsabilidad de Pemex; no obstante, dicha Secretaría, por su experiencia en la operación de aeronaves, debió haber dejado constancia del nombre y cargo de los servidores públicos que abordaron el helicóptero, independientemente de que Pemex lo indicara”.

Por sus viajes en el avión y helicóptero de Pemex, Lozoya fue llamado a comparecer en la Cámara de Diputados, pero renunció dos días antes. En su lugar se presentó quien lo sustituyó José Antonio González Anaya. Ante los diputados, indicó que el convenio para comprar la flotilla de aviones quedó bajo reserva y no brindó ni un dato más.

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