México

Miles y miles de ciudadanos se unen en las labores de rescate, albergues, acopio, seguridad…

21/09/2017 - 10:29 am

Ríos de personas recorren esta mañana los puntos de auxilio en la Ciudad de México, las calles en donde hay edificios colapsados o reblandecidos. Por la noche, otros miles se organizaron en los distintos centros de acopio para marcar donativos, empaquetarlos y enviarlos a los albergues o para distribuirlos directamente entre la gente. A lo largo de las cuadras hacen cadenas humanas para la remoción de escombros.

El brazo solidario de los mexicanos se ha exhibido fuerte otra vez frente a la tragedia. En los barrios y colonias de la capital mexicana, como sucedió el 19 de septiembre de 1985, hace 32 años, son los ciudadanos los que han dado muestra y han puesto el ejemplo.

Hasta este jueves, el número de muertos por el sismo de 7.1 se mantiene en 258: 133 en la Ciudad de México, 73 en Morelos, 43 en Puebla, 13 en el estado de México, 5 en Guerrero y 1 en Oaxaca.

Los vecinos han ofrecido los baños de sus casas para que los rescatistas y la población los use. Foto: SinEmbargo.
La gente ha colocado letreros en las calles donde ofrecen comida, agua y WiFi gratis a las víctimas del sismo y rescatistas. Foto: SinEmbargo.

Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo).–  Familias preparan sandwiches, frijoles, arroz, café o bolsas con barras de granola, jugo y agua; restaurantes que ofrecen comidas completas o wifi, los baños o simplemente agua fresca. Padres e hijos con palas, picos y otras herramientas. Decenas de miles de manos listas para ayudar.

Uno podría imaginar una marcha con un millón de personas. Pero es casi imposible asimilar este mismo número de mexicanos que, se calcula, recorren las zonas siniestradas por el sismo de 7.1 grados que azotó el centro de México el 19 de septiembre pasado a la 1:14 de la tarde.

Ríos de personas caminaban esta mañana de jueves los puntos de auxilio, las calles en donde hay edificios colapsados o reblandecidos. Por la noche, otros miles se organizaron en los distintos centros de acopio para marcar donativos, empaquetarlos y enviarlos a los albergues o para distribuirlos directamente entre la gente.

Los brigadistas son los mejor atendidos, y no es para menos: muchos de ellos arriesgan la vida escarbando entre las ruinas y los escombros. Pero también hay los que ayudan a dirigir el tráfico, controlan los accesos a zonas restringidas en donde todavía existe el temor de derrumbes.

El brazo solidario de los mexicanos se ha exhibido fuerte otra vez frente a la tragedia. En los barrios y colonias de la capital mexicana, como sucedió el 19 de septiembre de 1985, hace 32 años, son los ciudadanos los que han dado muestra y han puesto el ejemplo.

Las personas forman cadenas humanas para repartir ayuda en las calles de la Ciudad de México. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
Desde la mañana y hasta la noche las muestras de solidaridad de la población se hace sentir. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
Hay personas con letreros donde tienen una lista de las personas que faltan por rescatar de los escombros. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
Los voluntarios recogen sus herramientas para relevar a sus compañeros que laboran en los edificios colapsados. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo
Las personas muestran los letreros en las calles con el nombre de los rescatados. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
En solo minutos, civiles se convirtieron en rescatadores. Foto: Sugeyry Gándara, SinEmbargo

Apenas unas horas después del temblor hubo algunos actos de rapiña. También se presentaron robos en casas habitación: personas que se hacías pasar por Protección Civil para entrar a las casas y llevarse algo.

Pero eso no ha sido la nota. Esos fueron casos aislados.

La verdadera huella la han dejado los civiles, los ciudadanos cualquiera que se sumaron de inmediato: primero para organizar y después para permitir que las manos voluntarias operen en armonía en una zona en donde 20 millones de personas comparten el agua, el suelo, la electricidad, el transporte.

Todavía hay reclamos en la capital. La atención en un inicio se centró en la zona Condesa-Roma, aunque en Xochimilco hay daños en distintos pueblos rurales, sin embargo, de los mayores centros de acopio están saliendo materiales y alimentos, así como mano de obra, para ayudar en la zona de Xochimilco.

Las cadenas humanas se observan en las calles para repartir la ayuda que llega de los camiones. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
Algunas personas muestran letreros con la leyenda: “Silencio. Estamos rescatando niños”. Esto debido a que cualquier ruido afectaría las labores de rescate. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
A pie o en bicicleta los ciudadanos ayudan a repartir comida y agua a los rescatistas. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
Con cubetas llenas de botellas de agua, los voluntarios forman cadenas humanas hasta llegar a los camiones que repartirán la ayuda. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
En la Colonia Del Valle, el voluntariado se concentró en las inmediaciones de Gabriel Mancera y Escocia, donde cayeron dos edificios. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.

En el edificio de Álvaro Obregón 286, en donde todavía hay posibilidades de hallar sobrevivientes, las familias se han organizado. Primero, para exigir que la búsqueda continúe; luego, para reclamar información de primera mano a las distintas autoridades que trabajan ahí.

Muy cerca del edificio derrumbado, con ayuda de la gente, familias de los desaparecidos han instalado tiendas de campaña y hasta hamacas para tomar descansos breves mientras la información gotea.

No se sabe lo que sucederá con el edifico Plaza Condesa. Está severamente dañado. Afuera había negocios de diversión de una zona de bullicio y entretenimiento; por dentro también está un enorme foro para eventos masivos. Pero son 20 pisos de una mole de cemento que se ha reblandecido.

Esta mañana del jueves elementos del Ejército Mexicano custodian el edificio. Pero hay energía eléctrica, lo que sugiere que los daños no fueron profundos y existe la posibilidad de que sus habitantes o bien desalojen sus pertenencias o se reintegren después de la revisión de Protección Civil.

Aún ahí, en esa zona de clase media-alta, los gestos de solidaridad abarcan y se desparraman: del Parque España, está frente al Plaza Condesa, salen brigadas de jóvenes para repartir en barrios más lejanos la ayuda que no para de llegar.

El aliento de esperanza se ha centrado en unos cuantos eduficios, como el de Álvaro Obregón o como el Colegio Répsamen, en donde todavía es posible rescatar sobrevivientes. Ahí, las familias y el ánimo del resto de los mexicanos se mantiene firme como un acto de fe que no es ciego: esta ciudad de terremotos ha aprendido a confiar en sus topos y voluntarios.

Algunas personas prestan sus camionetas para llevar ahí a los voluntarios. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo.
Sin importar la hora, los voluntarios trabajan y sólo mandan mensajes a su familia para avisar que están bien. Foto: Alejandro Páez Varela, SinEmbargo.
Elementos del Ejército, Cruz Roja y Marina apoyan también a la población. Foto: Alejandro Páez Varela, SinEmbargo.
Los médicos salieron de los hospitales para brindar sus servicios a las víctimas del sismo. Foto: Alejandro Páez Varela, SinEmbargo.
Las banquetas se ven repletas de agua y comida que llega de todas partes. Foto: Alejandro Páez Varela, SinEmbargo.
En la delegación Cuauhtémoc, voluntarios ayudan a cargar las cajas de despensa que llegan para los daminficados por el sismo. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo
Los profesionistas mexicanos han instalados carpas para apoyar a la población, cada uno conforme a su especialidad. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo
La población afectada acude a los módulos para reportar daños en sus inmuebles. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo
Los niños también se unieron a las labores de rescate y apoyo. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo
Las labores de rescate en el Parque España, Foto: SinEmbargo.
Imagen del Plaza Condesa ubicado en la delegación Cuauhtémoc. Foto: SinEmbargo.
Imagen de la herramienta utilizada por las brigadas ciudadanas de apoyo en el Parque España. Foto: SinEmbargo.
n Álvaro Obregón y brigadas ciudadanas de apoyo.
Agrego fotos de familias de desaparecidos. Foto: SinEmbargo.
En Álvaro Obregón las brigadas ciudadanas de apoyo para las víctimas del sismo. Foto: SinEmbargo.
Diversos módulos se instalaron en las calles de la Ciudad de México para recibir donaciones. Foto: SinEmbargo.
Los ciudadanos han instalados puestos de comida gratuita para las víctimas del sismo y los rescatistas. Foto: SinEmbargo.
Familias de las personas desaparecidas durante el sismo se organizan para ayudar en las labores de rescate. Foto: SinEmbargo.

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