Para la organización Red Animal, la única manera de abolir los mataderos de animales es dejar de consumir carne por completo. La baja del consumo de carne tendría, por otro lado, un impacto mucho más violento por la dependencia económica que hay en este sector. México es actualmente el cuarto productor mundial de carne de ave (2.8 millones de toneladas), sexto de carne de bovino (1.8 millones) y décimo séptimo de carne de cerdo (1.2 millones), según cifras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
El movimiento animalista y las campañas de denuncia se han multiplicado en México, mientras las autoridades se hacen de la vista gorda.
Ciudad de México, 21 de noviembre (LaOpinión/SinEmbargo).- A las aves, les tuercen el pescuezo, de un tirón. Y truena antes de que dejen la lengua por fuera en un último intento por sobrevivir. A los puercos les hunden un cuchillo en la garganta y de ahí se desplaza a la yugular en medio de un chillido de protesta escandaloso y desesperado. A las reses las tiran atadas de las patas y la daga va directo al corazón que arranca un mugido ahogado.
El día a día de los mataderos en México dejó por un momento de ser un hecho silencioso para saltar a los escritorios y las calles del activismo a favor de los animales por lo cual en los últimos día tomó forma de protesta con una marcha en la capital mexicana (el pasado domingo) y una serie de pronunciamientos escritos.
“Es tiempo de que la gente deje de mirar a otro lado’’, advirtió en entrevista con este diario Joaquín Díaz, miembro de Red Antiespecista una de las organizaciones que conforman la Red Animal Mx que idearon la marcha y la campaña “Cierrre de los Mataderos’’ en México.
La campaña de concientización de Red Animal es extremista: el consumo de carne debe abolirse. “Estamos conscientes de que es una lucha a largo plazo, poco a poco pero lo vamos a lograr porque tarde o temprano la gente se va a dar cuenta de que puede vivir sin violentar a los animales’’.
Entre los miembros de la campaña Cierre de Mataderos se encuentran activistas muy persistentes en la censura al maltrato animal quienes, entre otras cosas, impulsaron con ahínco le prohibición de la fauna silvestre en los circos que se logró en julio de 2016.
Los legisladores cedieron a las presiones y lograron una ley que dejó atrás los espectáculos de osos, tigres, leones, elefantes y otros animales, un negocio que a la fecha reporta perdidas de hasta 20 millones de dólares por esta decisión.
La baja del consumo de carne tendría, por otro lado, un impacto mucho más violento por la dependencia económica que hay en este sector. México es actualmente el cuarto productor mundial de carne de ave (2.8 millones de toneladas), sexto de carne de bovino (1.8 millones) y décimo séptimo de carne de cerdo (1.2 millones), según cifras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
En México, el consumo de carne por persona (res, cerdo, ave, ovina y caprina en conjunto) en 1970 era de 23 kilogramos; para 1990 fue de 34 y actualmente es de 63.
“Estamos conscientes de este impacto’’, observa el activista Díaz. “Pero se podría abrir el paso a otro medio de vida, a las siembras, que generan menos violencia’’.
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