7 PLANTAS VENENOSAS QUE PODRÍAN ESTAR EN TU JARDÍN

22/01/2012 - 12:00 am

Muchas plantas emplean toxinas altamente venenosas para defenderse y otras, son incluso carnívoras. La extrema diversidad de vida vegetal en la tierra nos ofrece una amplia gama de interesantes – y mortales – plantas. Dado que algunas plantas son más letales que otras, vamos a explorar las diez primeras. Pero presta mucha atención, algunas de estas podrían estar instalándose en tu jardín en este momento.

10. Ojos de Muñeca

También conocida como White Baneberry, ojos de muñeca es una planta de floración y es más común en el norte y el noroeste de América del Norte. El nombre se debe a la fruta de la planta, que es una pequeña baya blanca que tiene un contrastante punto negro, que le da la apariencia de un ojo. A pesar de que el ingerir cualquier parte de la planta resulta tóxico, es en la fruta o en “el ojo” donde se concentran la mayoría de las toxinas. Debido a que parecen dulces y son de sabor dulce, la planta es conocida por haber quitado la vida a niños. La toxina producida por la planta es cancerígena y tiene un efecto sedante inmediato en los músculos cardíacos, lo cual ocasiona la muerte inmediata en caso de ingestión.

9. La trompeta de ángel

La pendiente y hermosa trompeta de ángel, conocida también como Brugmansia, es nativa de regiones de América del Sur. Contiene en abundancia potentes toxinas. Que incluyen la atropina, hiosciamina y escopolamina. Presentada en el documental de 2007 VBS.tv “Aliento del Diablo de Colombia”, la escopolamina de la planta es extraída por personajes nefastos en Colombia y utilizada como una potente droga que deja a las víctimas totalmente despiertas pero inconcientes de sus acciones. En esencia los convierte en zombies vivientes. La escopolamina se absorbe fácilmente a través de la piel y las membranas mucosas, lo que le permite al agresor simplemente soplar el polvo en la cara de la víctima. El documental narra los horrores sufridos por víctimas de estos ataques. Un relato describe a un hombre sacando de su casa todas sus pertenencias para entregarlas a unos ladrones, sin recuerdo alguno de ello.

8. Planta de jarra gigante

Si bien no es mortal para los humanos, la planta carnívora gigante si lo es para los insectos, arañas, moscas y hasta ratas y ratones. Así es, la planta carnívora gigante, también conocida como Nepenthes attenboroughii, obtuvo su fama por devorar  pequeños roedores que desprevenidamente deslizan en la muy resbaladiza boca de la jarra.. Descubierta a 5000 metros sobre el nivel del mar en el Monte Victoria en las Filipinas, la planta carnívora segrega una sustancia similar a un néctar para atraer a sus presas hacia una alberca de enzimas y ácido. Una serie de costillas pegajosas que apuntan hacia abajo vuelven casi imposible un escape para la víctima.  Debido a que las plantas de jarra tienden a crecer en ambientes pobres en nitrógeno, obtienen sus nutrientes de las víctimas en descomposición en lugar de la tierra.

7. Utricularia común

La utricularia común, también conocida como macrorhiza Utricularia es una plamta carnívora acuática que depende de sus vejigas sumergidas para capturar a sus presas, las que incluyen renacuajos y pequeños crustáceos. Un renacuajo o un pececillo incauto que roce las cerdas externas provocará la apertura de las vejigas para su captura.  Después de ser capturada por la planta, la víctima morirá de asfixia o de hambre y luego se descompondrá  en una sustancia viscosa que pueda ser absorbida por las células en las paredes internas de la vejiga.

6. Raíz de Serpiente blanca

La planta que mató a la madre de un presidente. Raíz de serpiente blanca o Eupatorium rugosum, es una planta nativa de América del Norte, altamente venenosa. Contiene un nivel extremadamente alto de la toxina tremetol, que es conocida por haber matado a seres humanos, indirectamente. Después de la floración, pequeñas y suaves semillas blancas vuelan fácilmente con el viento. Cuando la planta es comida por el ganado, la toxina es absorbida por la leche y la carne. Cuando los humanos consumen la carne o beben la leche de estas vacas contaminadas, la toxina entra en el cuerpo y causa la enfermedad llamada “mal de la leche”, que es altamente mortal. Miles de colonos europeos murieron por esta sustancia en los Estados Unidos a principios del Siglo XIX. También se cobró la vida de Nancy Hanks, que era la madre de Abraham Lincoln.

5. El veneno del bosquimano

El “veneno del bosquimano” porque los khoisan de Sudáfrica lo usan para envenenar las puntas de sus flechas, dardos y lanzas. A pesar de que la planta produce flores con olor agradable y una baya de sabor dulce como a ciruela, la savia puede ser fatal. Las hojas, sin embargo, tienen propiedades medicinales y se usan como tales por la tribu.  También se le conoce como “dulce de invierno”.

4. El árbol de estricnina

Es famosa la  anécdota en que la reina Cleopatra obligó a sus siervos a cometer suicidio comiendo las semillas de éste árbol, que contienen niveles letales de estricnina. Ella hizo esto con el fin de determinar si sería el mejor medio para su propio suicidio. Después de ver la agonía que soportaron sus sirvientes, ella cambió de opinión. El árbol de estricnina es un árbol de tamaño mediano, nativo de la India y el sudeste de Asia. Las pequeñas semillas en el interior de los frutos que van del verde al naranja contienen alcaloides de estricnina. 30 mg de estos alcaloides son suficientes para causar la muerte a un adulto. También es una muerte muy dolorosa por las violentas convulsiones causadas por la estimulación de los ganglios sensoriales de la columna vertebral.

3. (Wolfsbane) Acónito

La acónito es también conocida como pesadilla de mujer o casco del diablo, pertenece a la familia de los ranúnculos. Es una planta perenne y es nativa de las regiones montañosas en el hemisferio norte. Contiene grandes cantidades de un veneno llamado pseudaconitina, que fue utilizado por el pueblo ainu de Japón como un veneno para la caza. Cuando se ingiere, una sensación de ardor intenso en las extremidades y el abdomen se siente inmediatamente. En grandes dosis, la muerte puede ocurrir en tan sólo 2 a 6 horas. Sólo 20 ml de pseudaconitina se necesitan para matar a un humano adulto. Su nombre proviene de la mitología porque se pensó serviría para alejar a los hombres lobo, de ahí el nombre “wolfsbane”, la perdición del lobo.

2. Planta de ricino

Alguna vez te obligaron de niño a beber aceite de ricino? apuesto a que no pensaste que provenía de una de las plantas más venenosas del mundo.
Las plantas de ricino son nativas del Mediterráneo, África del Este y la India, pero se cultiva mucho como planta ornamental en todo el mundo.  La toxina mortal “ricina” se encuentra en toda la planta, pero está muy concentrado en las semillas (o granos) de los cuales se extrae el aceite de ricino. Una sola semilla es suficiente para matar a un adulto en 2 días, lo que supone una muerte larga y dolorosa. Los primeros síntomas ocurren dentro de pocas horas e incluyen una sensación de ardor en la garganta y la boca, dolor abdominal, heces con sangre y vómitos. El veneno no tiene cura o anti-toxina conocida. La causa final de muerte será la deshidratación. De todos los animales, los seres humanos son los más sensibles a las semillas de ricino, ya que toma de  1 a 3 para matar a un ser humano adulto, de 10 a 12 para matar a un perro y 80 para matar a un pato. La planta de ricino es la poseedora del record mundial  Guinness  como la planta más venenosa.

1. Cicuta de agua

También conocida como Cicuta douglasii, ha sido considerado por la USDA como “ la planta tóxica más violenta  en América del Norte”. Contiene la toxina cicutoxina, que de ingerirse causará estragos en todo el sistema nervioso central, convulsiones que incluyen la pérdida del conocimiento y violentas contracciones musculares, finalizando con la muerte. La cicuta de agua es diferente de la cicuta que mató a Sócrates, ya que contiene alcaloides de coniina que matan paralizando el sistema respiratorio de la víctima. Ambas cicutas son miembros de la familia de la zanahoria y son comunes en todo el hemisferio norte.

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