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Alejandro Calvillo

22/01/2019 - 12:03 am

Alimentos Planeta Salud

Existe la necesidad de responder a los grandes retos globales con políticas integrales que los afronten en todas sus dimensiones y no bajo visiones parcializadas por la limitada visión de la especialidad científica.

“Si no modificamos radicalmente el sistema alimentario nuestro hijos enfrentaran un planeta severamente degradado y una gran parte de ellos sufrirá por enfermedades provocadas por la mala alimentación”. Foto: Especial

Si no se toman acciones radicales a escala global para transformar nuestro sistema alimentario, para el año 2050 nuestros hijos enfrentaran un planeta severamente degradado y una gran parte de la población sufrirá de enfermedades relacionadas con la mala alimentación, advierte un reporte elaborado por un grupo de 37 de los científicos más destacados en salud, agricultura, ciencias políticas y sostenibilidad ambiental a nivel mundial.

“Los alimentos establecen un vínculo indisoluble entre la salud humana y la sostenibilidad ambiental”, señala el reporte de la Comisión EAT-Lancet “Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles. Alimentos Planeta Salud” (https://www.thelancet.com/commissions/EAT). Para el año 2050 la población mundial será de alrededor de 10 mil millones de personas y se debe desarrollar un sistema alimentario que en vez de aumentar los problemas de obesidad y cambio climático, los ayude a resolver. La comisión establece objetivos específicos por regiones señalando que las dietas pueden variar de acuerdo a las condiciones económicas, la cultura y los recursos.

Para que el mundo sea sostenible y la alimentación sea saludable, establece para el 2050 la necesidad de reducir el consumo de carne en un 50 por ciento, así como también debe reducirse el consumo de alimentos no saludables y el de azúcar añadida a la mitad. A la vez se plantea que el consumo de vegetales (verduras, frutas, leguminosas) debe aumentar al doble, bajar el consumo de harinas refinadas y aumentar el de granos enteros.

Sobre los impactos de la carne y la necesidad de reducir su consumo existe una amplia literatura y un consenso internacional al respecto. La cantidad de agua y alimentos dedicados a la producción de carne tiene impactos ambientales devastadores. Tan sólo la producción de granos para alimentar a los animales es la principal causa de deforestación y expansión de la frontera agrícola. Para información más precisa sobre el impacto de la carne está el trabajo de la Fundación Heinrich Boell, el Atlas de la Carne (https://mx.boell.org/es/atlas-de-la-carne).

La reacción no se ha dejado esperar, la industria de la carne de los Estados Unidos ha reaccionado fuertemente contra el reporte y, en específico, contra Walter Willet, uno de los coordinadores del Comité Eat Lancet y uno de los científicos más prestigiados en nutrición y epidemiología de los Estados Unidos. Con las mejores estrategias trumpianas en las redes han argumentado que el reporte está patrocinado por compañías como Pepsico y Kellog’s para promover un consumo mayor de azúcar y reducir el de carne. Claro está que no lo dice directamente la industria, el mensaje ya circula en las redes y ha sido apropiado, incluso, por activistas y profesionales interesados en el tema de la salud alimentaria.

El reporte no sólo no pide consumir más azúcar, llama a reducir su consumo a menos del 5 por ciento de las calorías totales en la dieta, que es la recomendación ideal de la propia Organización Mundial de la Salud. Hay que destacar que compañías como Pepsico, Coca Cola, Kellog’s, Nestlé y demás, han criticado y denunciado la recomendación de la OMS sobre consumo de azúcar argumentando falta de base científica. Como sabemos, en las redes las mentiras circulan sin que nadie revise las fuentes, como decir que el reporte llama a consumir más azúcar y que está patrocinado por empresas de ultraprocesados, cuando el comité fue formado por la propia Lancet para abordar el tema de los sistemas alimentarios presentado por EAT como su eje central.

La comisión recomienda se establezca una política global que ponga límites a la expansión de la frontera agrícola con el fin de conservar la biodiversidad y propone la gestión efectiva de los recursos marinos para evitar su colapso. Llama también a reducir la pérdida actual de alimentos en un 50 por ciento, desde la producción hasta el consumo.

Existe la necesidad de responder a los grandes retos globales con políticas integrales que los afronten en todas sus dimensiones y no bajo visiones parcializadas por la limitada visión de la especialidad científica. El reporte de la Comisión Eat-Lancet va en la dirección de esta visión integral que los propios organismos de Naciones Unidas comienzan a seguir al ver la necesidad de actuar de manera conjunta. Los organismos de Naciones Unidas para la protección de la salud (OMS), para la alimentación y la agricultura (FAO) y el dedicado a la protección de la infancia (UNICEF) están haciendo esfuerzo por garantizar una alimentación saludables y sistemas de producción sostenibles.

La construcción de sistemas alimentarios saludables y sostenibles debe partir de la escala nacional y regional. La salud de los mexicanos, deteriorada profundamente por una mala alimentación, no podrá mejorar si no se establece la necesidad de favorecer una alimentación saludable y la producción de esos alimentos saludables, al tiempo que se regula el impacto comercial de los alimentos no saludables.

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

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