Además de las condenas dictadas por un Juez, Los hermanos Cañas Ovalle deberán realizar el pago de multas y el pago de la reparación del daño a las víctimas.
Ciudad de México, 22 de marzo (SinEmbargo).- Los hermanos Cañas Ovalle fueron sentenciados por los delitos de privación ilegal de la libertad y secuestro. Noé “N” fue sentenciado a 131 años, cinco meses y 15 días mientras que Israel “N” fue sentenciado a 113 años con cuatro meses; ambos eran integrantes de la banda conocida como “La Flor”.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx) informó que los ministerios públicos de la Coordinación General de Acusación, Procedimiento y Enjuiciamiento presentaron elementos de prueba contundentes para que un Juez penal dictara su condena.
Noé “N” fue sentenciado por la comisión de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, en perjuicio de un hombre, así como secuestro agravado, en detrimento de otro hombre y una mujer. A Israel “N” se le condenó por la comisión del delito de secuestro agravado en perjuicio de un hombre y una mujer.
Adicional a las condenas referidas, a ambos se les ordenó el pago de multas y también se les obligó al pago de la reparación del daño a las víctimas.
Conseguimos sentencias de más de 131 años contra Noé “N”, y de más de 113 años para Israel “N”, por su responsabilidad penal en los delitos de privación ilegal de la libertad y secuestro. Más información de nuestro vocero Ulises Lara. Mensaje a medios: https://t.co/M1R4lNactw
— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) March 22, 2023
Ulises Lara, vocero de la FGJ-CdMx, detalló el primer caso que tiene de esta banda, el cual ocurrió en el 2002 cuando “la víctima del primer secuestro arribó a bordo de su vehículo a un centro comercial ubicado en la avenida Aztecas, en la alcaldía Coyoacán, ya que había acordado verse con un conocido. Al llegar cerca del estacionamiento y entrevistarse con la persona referida, arribó otro hombre armado quien les ordenó que ambos ingresaran al vehículo del agraviado.
“Casi simultáneamente, arribó Noé “N”, quien se colocó en la parte trasera de la unidad vehicular, portando un arma de fuego, y el individuo de identidad desconocida como copiloto, para enseguida dirigirse a una casa de seguridad que se encontraba a las afueras de la ciudad. En ese lugar dijeron a la víctima que para su rescate solicitarían una gran cantidad de dinero, pero al negociar con la familia en un primer momento, únicamente se entregó una cantidad parcial”, añadió.
Finalmente señaló que “al haber transcurrido tres días de su privación de la libertad, el agraviado solicitó lo dejaran ir, ya que sería la única manera para pagar el rescate completo, por lo que los individuos lo amenazaron que si no regresaba privarían de la vida a su amigo. Posteriormente se entregó una suma mayor y el otro supuesto agraviado, quien simuló ser víctima, fue liberado días después”.
El segundo caso presentado por Lara ocurrido en agosto de 2008, cuando “una mujer y un hombre se encontraban a bordo de un vehículo, en el centro de Tlalpan; se acercó el sentenciado Israel “N”, portando un arma de fuego, con la que amagó al agraviado obligándolo a que se colocara en la parte trasera, al igual que su acompañante”.
“Mientras Israel “N” se colocó al volante, otro de los participantes de identidad desconocida, se colocó en el asiento del copiloto y un tercer sujeto se sentó al lado de la agraviada. Comenzaron la marcha del vehículo, siendo seguidos por otra unidad y en el trayecto a la casa de seguridad, ambas víctimas fueron agredidas físicamente y despojadas de sus pertenencias”, añadió.
Detalló que “al llegar a la primera casa de seguridad, un edificio de color amarillo, subieron a un cuarto nivel, donde los esperaban otros individuos, entre ellos Noé “N”. Posteriormente los agraviados fueron llevados a un segundo domicilio, pero al no poder negociar con la familia, les señalaron que solamente uno de los dos se podría ir, siendo el agraviado puesto en libertad, ya que era quien podría conseguirles el dinero que pedían por sus rescates”.
Días después, luego de entregarse una cantidad menor a la solicitada, la segunda víctima fue liberada.
