La omnipresencia de Saddam Hussein y la manera en la que un fotógrafo iraquí le hace frente al pasado

22/05/2013 - 1:30 am
Foto: Jamal Penjweny/RUYA Foundation
Foto: Jamal Penjweny/RUYA Foundation

Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).- El pasado persigue a muchos sin importar de qué se componga. Sin embargo, más que escapar de él pocos entienden que la clave es reponerse de sus males, cualquiera que éstos sean. Un fotógrafo iraquí entiende esto a la perfección a pesar de que en el proceso evoque eventos dolorosos y a sus infaustos protagonistas.

Jamal Penjweny muestra a sus compatriotas en locaciones y situaciones cotidianas, mientras cubren sus rostros con la imagen de un conocido dictador: Saddam Hussein. ¿La razón? crear una serie fotográfica que enfrente la imagen del ex dictador con el presente de los habitantes de Irak.

“La idea de ‘Saddam Is Here'(Saddam está aquí) comenzó en 2007, cuando me encontraba como fotoperiodista cubriendo los peores años del conflicto. Saddam estaba muerto, pero yo sentía como si siguiera vivo en la manera en la que las personas hablaban, mentían, amaban, soñaban y hacían política”, dijo Penjweny al diario inglés The Guardian.

De esta manera el fotógrafo iraquí pone frente a su lente a hombres y mujeres de todas las edades y distintos oficios que tienen en común haber sido gobernados por el mandatario que falleciera 30 de diciembre de 2006.

Foto: Jamal Penjweny/RUYA Foundation
Foto: Jamal Penjweny/RUYA Foundation

El periodo de Hussein al frente de la nación asiática fue mundialmente conocido por los conflictos bélicos que protagonizó, así como la represión que ejercía hacia sus gobernados. De esta manera se mantuvo en el poder por más de 20 años, desde 1979 hasta su caída en 2003.

“Su imagen estaba en las ciudades en donde vivimos, en los muros de nuestras escuelas, en nuestro dinero, en todos lados. Luego se desvaneció”, explica el fotógrafo sobre esta sensación de orfandad política.

“Cuando Saddam Hussein cayó, los iraquíes nos sentimos desorientados. A lo largo de nuestras vidas él siempre estuvo ahí. Su imagen estaba en todas partes”, dice sobre su serie.

Foto: Jamal Penjweny/RUYA Foundation
Foto: Jamal Penjweny/RUYA Foundation

En la calle o en el interior de los hogares de los iraquies, Penjweny realiza un doble juego en el que el espacio personal de sus fotografiados se ve invadido. Sin embargo, su identidad se conserva en el anonimato, protegida por el dictador; amado por unos, odiado por otros, pero siempre presente.

No obstante, también hay un asomo de vergüenza en los modelos, misma que es cubierta por el rostro del dictador muerto. “Tomar una foto con Saddam es romper un tabú que fue creado luego de la caída del régimen”, dice el que fuera pastor antes de dedicarse a la fotografía.

“Todas las personas en esta serie –sin importar de donde son–, tanto en Bagdad como en Erbil, tanto en Basra como Faluya, han compartido una historia de miedo de la que debemos reponernos juntos. Para construir un mejor futuro debemos confrontar nuestro pasado. El arte es el punto clave en esto”, finaliza.

Esta serie, así como más de la obra de Penjweny, será mostrada en el pabellón de Irak, “Welcome to Iraq”, durante la Bienal de Venecia que se celebrará del 1 de junio al 24 de noviembre.

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