Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- En el año del centenario de Octavio Paz, el también poeta nacional José Emilio Pacheco hubiera cumplido el 30 de junio próximo sus 75 años de una vida dedicada a las letras. El destino no quiso que estuviera presente en forma física, pues el autor de Las batallas en el desierto perdió la vida el pasado 26 de enero.
La fecha de su cumpleaños no ha pasado de largo para las máximas autoridades de la cultura, que han organizado un homenaje nacional con la asistencia de importantes personalidades de la literatura mundial, entre ellas el poeta español Luis García Montero, quien leerá poesía de quien fuera su amigo personal.
El Homenaje Nacional a José Emilio Pacheco está organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto Politécnico Nacional, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, El Colegio Nacional y El Colegio de México.
Tendrá lugar el lunes 30 de junio, a las 18 horas, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, a través de un programa dividido en dos partes la primera de las cuales estará a cargo del crítico literario de origen peruano Julio Ortega, el crítico uruguayo Hugo Verani y el poeta colombiano Darío Jaramillo, quienes se encargarán de dar una semblanza del artista homenajeado.
En una segunda parte, intervendrán los mexicanos Rafael Olea Franco, José Luis Martínez y Elena Poniatowska, tras lo cual se llevará a cabo la lectura de poesía a cargo de Eduardo Lizalde. La conmemoración cerrará con la actuación del chelista Carlos Prieto.
UN POETA NACIONAL
El año en que nació José Emilio Pacheco las tropas nazis invadieron Polonia y dio comienzo de la Segunda Guerra Mundial, él creció en un México que se consolidaba como nación y apuntaba hacia el desarrollo y la cultura, miembro destacado de lo que se llamó la Generación de Medio Siglo, su primera novela Morirás lejos fue premiada cuando apenas cumplía 28 años,
Me acuerdo, no me acuerdo: ¿qué año era aquél?; Ya había supermercados pero no televisión, radio tan sólo: Las aventuras de Carlos Lacroix, Tarzán, El Llanero Solitario, La Legión de los Madrugadores, Los Niños Catedráticos, Leyendas de las calles de México, Panseco, El Doctor I.Q., La Doctora Corazón desde su Clínica de Almas. Paco Malgesto narraba las corridas de toros, Carlos Albert era el cronista de futbol, el Mago Septién trasmitía el beisbol. Circulaban los primeros coches producidos después de la guerra: Packard, Cadillac, Buick, Chrysler, Mercury, Hudson, Pontiac, Dodge, Plymouth, De Soto. Íbamos a ver películas de Errol Flynn y Tyrone Power, a matinés con una de episodios completa: La invasión de Mongo era mi predilecta. Estaban de moda Sin ti, La rondalla, La burrita, La múcura, Amorcito Corazón…
Es el inicio de su famosa novela Las batallas en el desierto que Alberto Isaac llevara al cine y que la banda de rock mexicana Café Tacvba inmortalizara en su canción “Las batallas”.
“Soy poeta porque no sirvo para otra cosa. No sé dibujar planos ni repetir una melodía, como otros nada más oírla…”, dijo en 2009 al enterarse que recibiría el Premio Cervantes, máximo galardón concedido a los escritores en letras hispánicas, que también recibiera su amigo, el poeta Juan Gelman quien falleciera solo diez días antes que Pacheco y a quien dedicó sus últimas palabras escritas, publicadas en la revista Proceso.
Novelista y escritor, ensayista y periodista también José Emilio Pacheco es considerado junto con Octavio Paz uno de los mejores poetas mexicanos.
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009), fue uno de los escritores más cercanos a la Universidad Nacional y, particularmente, a la vida cultural universitaria. Por ello, la UNAM le concedió en 2010 el Doctorado Honoris Causa.
Ganador de otros prestigiosos galardones como el Octavio Paz (2003) y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2004), José Emilio Pacheco es uno de los miembros de la “Generación de los 50”, junto a autores como Sergio Pitol y los también fallecidos Carlos Monsiváis y Juan Vicente Melo.
Estudió derecho y filosofía en la UNAM. Fue miembro de El Colegio Nacional desde 1986. Traductor de Un tranvía llamado deseo (de Tennesse Williams), Cuatro cuartetos (de T. S. Eliot) y haikús japoneses.
Colaborador de Diario del Sureste, Diario de Yucatán, Diorama, El Dictamen, El Nacional, Estaciones, Excélsior, La Cultura en México, La Palabra y El Hombre, Letras Nuevas, México en la Cultura, Nivel, Proceso, Revista Universidad de México, y Situaciones. Becario del CME, 1970. Miembro del SNCA, como creador emérito, desde 1994.
Compartió con Arturo Ripstein los Premios Ariel a la mejor historia original y a la mejor adaptación cinematográfica por El castillo de la pureza, 1973. Premio Magda Donato 1967 por Morirás lejos. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1969 por No me preguntes cómo pasa el tiempo.
Premio Xavier Villaurrutia 1973 por El principio del placer. Premio Nacional de Periodismo 1980 a divulgación cultural. Premio de la Sociedad de Críticos Teatrales 1983 a la mejor traducción por Un tranvía llamado deseo. Premio Nacional Malcolm Lowry 1991 a su trayectoria ensayística. Premio Nacional de Literatura y Lingüística 1991. Cuarto Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 1995.
Primer Premio Internacional de Poesía José Asunción Silva 1996, Colombia. Premio Mazatlán de Literatura 1999. Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2001, que otorga la Universidad de Talca en Chile. Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2003. Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo 2003. Premio San Luis al Mérito Literario 2008.
