El Gobierno del Presidente Donald Trump pretende construir 724 kilómetros de barreras en la frontera sur. La mayoría de las nuevas construcciones son cercas de acero de nueve metros de altura.
Phoenix, Arizona, 22 de julio (AP).— La Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos dijo este martes que ha transferido más de 26.3 hectáreas de terrenos públicos en Arizona y Nuevo México al ejército para la construcción de infraestructura relacionada con el muro fronterizo.
Según la agencia, el total transferido alcanza 21.4 hectáreas en el condado de Yuma, en Arizona, que son necesarias para instalar energía eléctrica y otros servicios para el muro fronterizo en la zona. Otras 5 hectáreas en el condado de Hidalgo, en Nuevo México, fueron transferidas para que el ejército pueda instalar electricidad y otros servicios así como para estructuras o caminos que permitan el acceso al proyecto del muro fronterizo en el área.
Esto constituye la segunda vez en el último año que la agencia transfiere tierras públicas al ejército para labores de construcción relacionadas con el muro fronterizo. La primera vez fue en septiembre de 2019, cuando transfirió 226.6 hectáreas en ambos estados.
William Perry Pendley, director adjunto para programas y políticas de la agencia, dijo que la dependencia ha dado prioridad a trabajar estrechamente con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) y el Departamento de Defensa (DOD por sus iniciales en inglés) para minimizar el impacto en la vida silvestre y los recursos naturales de las tierras que administra.
“Donde no pueden evitarse los impactos, el DHS y el DOD han mostrado su compromiso para atenuarlos”, dijo Pendley en un comunicado.
La agencia, que administra un total de 99.1 millones de hectáreas de tierras públicas, dijo que las transferencias obedecen en parte a cuestiones de seguridad fronteriza y responden a los impactos ambientales causados -afirma- por los cruces fronterizos ilegales.
El Gobierno del Presidente Donald Trump pretende construir 724 kilómetros de barreras en la frontera sur. La mayoría de las nuevas construcciones son cercas de acero de nueve metros de altura.
Grupos ambientalistas y conservacionistas, así como tribus indígenas de Estados Unidos, han criticado duramente al Gobierno por conceder exenciones a leyes a fin de realizar construcciones en tierras protegidas.
Brian Segee, abogado principal del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que la Oficina de Administración de Tierras debería salvaguardar los terrenos públicos, “no entregarlos para que los sacrifiquen a favor del muro fronterizo”.
El centro y otros organismos han presentado demandas en contra del Gobierno del Presidente Trump sobre su uso de fondos militares para la construcción de barreras fronterizas, asegurando que es una práctica ilegal.
“Los caminos, la iluminación y demás infraestructura que está siendo instalada a lo largo de los territorios fronterizos son un desastre para la vida silvestre y las comunidades, y un absurdo despilfarro de dinero. El intento de la agencia de contarlo de otra manera es ridículo”, afirmo Segee en un comunicado.