México

Criminales secuestran a cura, ahora en Michoacán; el Obispo pide en VIDEO: “respeten su vida”

22/09/2016 - 2:49 pm

Alberto Suárez Inda denunció, a través de un video difundido en redes sociales, que el pasado lunes, el sacerdoete José Alfredo López Guillén fue sacado de su casa parroquial en Morelia y que su automóvil fue robado. La noticia se da después del asesinato de dos religiosos en Veracruz.

Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).– La conferencia del Episcopado Mexicano informó que el sacerdote José López Guillén fue secuestrado esta semana en Michoacán, hecho que fue confirmado por el Arzobispo Alfredo Suárez Inda en un mensaje por video.

“Después de compartir la pena grande por el asesinato de dos sacerdotes jóvenes de la Diocécis de Papantla, en Veracruz, ahora sufrimos en carne propia la angustia de la desaparición, del secuestro de uno de nuestros sacerdotes, el padre José Alfredo López Guillén, párroco de la comunidad de Janamuato de Puruándiro”, dijo el Obispo de Morelia, Alberto Suárez Inda.

Este nuevo caso de secuestro se da a unos días de conocer el caso de los sacerdotes ejecutados en Veracruz.

A través de un video en YouTube, el obispo de Morelia explicó que el lunes que el presbítero fue sacado de su casa parroquial y que su automóvil fue robado.

“Pedimos se respete su vida y que pronto pueda volver a su ministerio”, señaló.

“Nuestra comunidad sufre la muerte, la angustia de cualquiera de nuestros fieles. En este caso se trata de un hombre bueno, dedicado a hacer el bien, pacífico, por lo cual no se justifica de ninguna manera esta barbaridad”, agregó el Obispo.

AUREOLES: UN JOVEN TAMBIÉN FUE PLAGIADO

A su vez, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Michoacán informó que de acuerdo con las primeras indagatorias el sacerdote religioso “fue visto por última vez la noche del lunes 19 de septiembre, cuando acudió a un establecimiento donde solicitó que le enviaran alimentos para aproximadamente cuatro personas”.

Abundó que “un joven le llevó a la parroquia los alimentos solicitados, mismos que fueron recibidos por el sacerdote”.

Detalló que el religioso, “a través de un mensaje vía celular escrito el lunes, le indicó a una trabajadora, quien es encargada de hacer la comida, que al día siguiente no se presentara a preparar el almuerzo”.

A su vez, el Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, informó que el joven de aproximadamente 16 años de edad y el religioso posteriormente desaparecieron junto a un vehículo.

Agregó que López Guillé portaba un teléfono celular,”y ese es el que nos está acercando [al sacerdote] y espero pronto tener resultados”.

“Lo primero es encontrar con vida a las dos personas”, dijo en entrevista con Radio Formula.

De acuerdo con Aureoles, el secuestro se llevó a cabo el pasado lunes y se presentó la denuncia el día de ayer: “Hasta ayer hicieron la denuncia y eso siempre complica a la autoridad sino la denuncia correspondiente, y no es justificación, simplemente no sabes qué pasó”.

Apenas ayer, dolientes llenaron la iglesia de Veracruz donde se realizó una misa en memoria de un sacerdote que fue asesinado junto con otro religioso. El templo en la comunidad de Paso Blanco estaba atestado, al punto que algunas personas escucharon la misa afuera a través de las ventanas, pese a la lluvia, de acuerdo con Associated Press.

El asesinato de los dos sacerdotes ha indignado a la Iglesia católica y a los pobladores.

En los últimos cuatro años, de acuerdo con la Conferencia del Episcopado Mexicano, han sido asesinados 14 sacerdotes y dos han sido desaparecidos.

El joven padre José Alfredo Suárez de la Cruz, quien fue ordenado hace sólo unos años y llegó al puesto en Poza Rica un mes antes de ser asesinado, fue velado en público. “Tú eres un sacerdote para siempre”, decía un cartel.

A Suárez y Alejo Nabor Jiménez, otro sacerdote, los vieron por última vez el domingo en Poza Rica. Sus cuerpos acribillados fueron hallados al día siguiente en una carretera ubicada a kilómetros de distancia. Uno de ellos recibió nueve impactos de bala.

El Fiscal de Veracruz dijo que los religiosos conocían a sus atacantes y habían estado bebiendo con ellos antes de que la reunión “se tornó violenta”. Pero algunos feligreses no creen esa teoría y dicen que el crimen organizado ha plagado a esta ciudad del oriente mexicano de muertes y desapariciones.

“Desafortunadamente Poza Rica es un lugar muy severo en seguridad”, dijo un sacerdote durante la misa del miércoles, y exhortó a las autoridades a que se aseguren que haya justicia.

El Papa Francisco envió una carta de condolencias, en la que reiteró su “firme condena a todo atentado a la vida y dignidad de las personas” y calificó a los sacerdotes asesinados como “víctimas de una inexcusable violencia”.

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