Tajín fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad debido a su arquitectura única en Mesoamérica caracterizada por columnas y frisos con relieves muy elaborados, además de la influencia cultural que ejerció en toda la región del Golfo.
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- Las zonas arqueológicas mexicanas son maravillosas e impresionantes, una de ellas es Tajín ubicada en Veracruz, una ciudad prehispánica que cautiva a quien la visita. A continuación te compartimos algunas claves de este hermoso sitio:
Ubicada en Papantla, su influencia abarca las cuencas de los Ríos Cazones y Tecolutla desde la Sierra Norte de Puebla, un ejemplo es la zona arqueológica de Yohualichan.
Una de las construcciones que más llama la atención en esta ciudad prehispánica es la Pirámide de los Nichos, que recibe su nombre gracias a que los tableros de su fachada fueron decorados con un total 365 nichos que han llamado la atención de los investigadores y especialistas en calendarios y cosmovisión Mesoamericana.
El Tajín posee 17 canchas de juego de pelota, un ritual muy importante en la época prehispánica relacionado con la creación del mundo. Los especialistas han interpretado esto como un reflejo de que la ciudad era habitada por grupos con orígenes diversos e incluso con cierta autonomía.
Esta zona arqueológica fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad debido a su arquitectura única en Mesoamérica caracterizada por columnas y frisos con relieves muy elaborados, además de la influencia cultural que ejerció en toda la región del Golfo.
El Tajín fue la capital de la cultura Totonaca pero fue abandonada mucho antes de la llegada de los españoles por lo que quedó oculta en la selva y sobrevivió a la destrucción que los europeos realizaron de otros templos por lo que mantienen un buen estado de conservación.
