Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).- Los impuestos aprobados por los diputados mexicanos para bebidas azucaradas y comida “chatarra” pueden sentar un precedente que se extienda a otros mercados importantes de América Latina para gravar este tipo de productos, considera un reportaje del diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ).
El rotativo plantea que esta medida representa un desafío para algunas de las mayores empresas de alimentos y bebidas en el mundo como Coca Cola, Kellogg y Nestlé, que tienen en países de América Latina sus mercados más importantes después de Europa.
México es el mayor consumidor per cápita de productos de Coca-Cola en el mundo y América Latina es la región más rentable de la empresa después de Europa, según la compañía. También es el país con el mayor problema de obesidad en el mundo: un tercio de los niños y siete de cada 10 adultos presentan problemas de sobrepeso.
La semana pasada, la Cámara de Diputados aprobó –dentro del paquete de la Reforma Hacendaria– un proyecto de ley que busca imponer un impuesto de 5% sobre la comida empacada de altas calorías, incluyendo alimentos populares como la mantequilla de maní, chocolates, flanes y cereales edulcorados. El impuesto se suma a otro gravamen propuesto de un peso (ocho centavos de dólar) por litro a los refrescos y bebidas azucaradas.
De acuerdo con la información del rotativo especializado en finanzas, la imposición de este nuevo gravamen despertó la preocupación del presidente ejecutivo de Coca-Cola, Muhtar Kent, quien llamó al Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y al Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, para externar su preocupación.
Según las fuentes consultadas, Videgaray Caso respondió al directivo que “México decidirá según sus propios intereses”.
“Un impuesto sobre las bebidas no es efectivo para combatir un problema tan complejo como la obesidad”, planteó Coca-Cola en un comunicado el viernes. “Para cambiar los comportamientos de forma efectiva, debemos asegurarnos de que la gente entienda que cuando se trata del peso todas las calorías cuentan, más allá de la fuente, y que eso incluye también nuestras bebidas calóricas”, expuso.
México es el noveno mercado de alimentos procesados. El año pasado, fue el tercer mercado por ingresos para el fabricante de snacks y bebidas PepsiCo, sólo detrás de Estados Unidos y Rusia, contribuyendo con 6% de sus ingresos anuales, según la empresa. América Latina en conjunto representa 15.8% de las ventas totales de Mondelez, el fabricante estadounidense de marcas como Oreo y Cadbury.
PRECEDENTE EN AL
Una vez que la Cámara Baja aprobó los nuevos gravámenes, se prevé que el Senado de la República apruebe también ambas medidas.
De acuerdo con el pronóstico del WSJ, el impuesto podría afectar el consumo, al menos inicialmente, en México. Pero es poco probable que impacte mucho en las ventas globales de las grandes multinacionales, según analistas consultados.
“La pregunta real es si los legisladores mexicanos seguirán aumentando los impuestos sobre la comida chatarra y las bebidas gaseosas una vez que sean aplicadas y si otros países seguirán el ejemplo”, planteó.
La directora del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), Lorena Cerdán, dijo que las decenas de empresas que representa están preocupadas por el precedente que establece en otros países el impuesto a la comida chatarra en México.
Si la iniciativa se extiende a otras partes de América Latina y del mundo, podría comenzar a parecerse a la lucha contra el tabaco que libran gobiernos de todo el mundo, con impuestos cada vez más altos a los cigarrillos en nombre de la salud pública.
“Este es un proyecto de ley emblemático que podría tener un impacto importante en la epidemia de obesidad y diabetes”, manifestó Kelly Henning, quien encabeza los programas de salud pública de Bloomberg Philanthropies. El grupo, que donó 10 millones de dólares a varios grupos mexicanos, afirmó que el éxito en México podría allanar el camino para políticas similares en otros países en desarrollo.
Desde la semana pasada, una serie de empresas y asociaciones que se imponen al gravamen han publicado una serie de desplegados en los que rechazan el impuesto, principalmente al refresco, mismo que consideran que fue promovido por el Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Según los inconformes el imponer este gravamen atenta contra la libertad de elección del consumidor, no ayudará a combatir la epidemia de obesidad en el país, detendrá inversiones y obligará a las compañías del sector a recortar empleos.
CUENTAS CLARAS
Por su parte, el sector de las botanas en México pidió etiquetar los tres mil 500 millones de pesos que se pretende captar por la aplicación del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a los alimentos de alto contenido calórico.
En entrevista con Notimex, el presidente de la rama de fabricantes de botanas de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Bruno Limón, demandó transparencia en el uso de los recursos.
“Nosotros estamos dispuestos a aceptar esta medida fiscal, siempre y cuando, y eso es una exigencia, haya transparencia en la utilización de esos recursos”, manifestó.
Confió en que los recursos que se obtengan por el cobro de este gravamen realmente sea destinado para “combatir la diabetes y la obesidad, a pesar de que no somos nosotros los causantes directos de ello”.
Afirmó que, sin duda, este impuesto a los productos del sector afectará el ingreso de la industria, debido a que el consumo podría disminuir y ello impactaría en las fuentes laborales.
El representante de los fabricantes botaneros en el país refirió que las ventas de la industria en 2007 ascendieron a 29 mil 500 millones de pesos y en 2012 sumaron 41 mil 500 millones de pesos, con un rango de crecimiento del mercado en ese lapso de 40.6 por ciento.
“Muy pocas industrias tienen este crecimiento”, sin que ello no signifique que de ahí proviene el problema de la obesidad, sino que es resultado de la suma de un mayor número de consumidores a este producto, acotó.
Aunque admitió que este nuevo impuesto podría propiciar la cautela de los inversionistas en el sector, consideró que primero se debe analizar el impacto de la decisión en las ventas de botanas en el país.
-Con información de Notimex