México, 7 May. (Notimex).- El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ofrecerá una sesión titulada “Cuántos cuentos cuentas, cuentacuentos. Homenaje a Eduardo Robles `Tío Patota´”, para recordar a este escritor, quien fue pionero de la narración oral y que falleció el pasado 15 de enero en la ciudad de Porthland, Oregon, Estados Unidos.
Se rememorará, con cuentos y canciones, la trayectoria y trabajo de “Tío Patota”, quien acercó a los jóvenes y niños a la lectura y dejó una labor digna de reconocerse a favor de la literatura; en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, este domingo 13 de mayo, informó el INBA en un comunicado.
Eduardo Robles realizó una tarea importante, pues enseñó el amor hacia la lectura, gracias a que dio vida a los personajes de sus libros en innumerables presentaciones editoriales en las que participó
El escritor nació en la Ciudad de México el 7 de junio de 1941, fue narrador, cuentacuentos, guionista y conductor, estudió periodismo en la Universidad de Venezuela, fue profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y distintas universidades de Centro y Sudamérica.
Fue cofundador del colectivo International Board on Books for Young People (IBBY) -México, asesor de museos infantiles, conductor de televisión y autor de libros de cuentos infantiles, novelas para adolescentes, teatro, poesía y método de lectura.
A través de la narración oral, acercó a niños y adolescentes a la lectura, su carrerea como cuentacuentos se inició en la Biblioteca de la Ciudad de México, hace cuarenta años, señaló quien fue asistente del autor, Elena Angulo.
En cada función cantaba, contaba, bailaba y hacía presentaciones con títeres, mientras realizaba malabares con un libro en el que aparecían y desaparecían los personajes de sus cuentos.
De acuerdo con Angulo, “Tío Patota” era un gran animista, durante sus narraciones daba vida a los objetos inanimados y lograba despertar la sensibilidad y la curiosidad en niños, adolescentes y adultos, conseguía así que toda la familia viera la lectura como una actividad agradable más que como una tarea escolar.
En 1892 recibió el Diploma del Jurado Internacional del Premio “Hans Christian Andersen” por considerar su obra de importancia internacional, con el cuento “La cartita que viajó en jet”, que destaca la importancia de las cartas tradicionales y la expresividad que transmite la letra escrita a mano.




