Joaquín “El Chapo” Guzmán está preso, luego de 7 años de guerra, 30 mil desaparecidos y al menos 100 mil muertos

23/02/2014 - 12:05 am
"El Chapo" Guzmán, el otrora delincuente más buscado del mundo. Foto: Cuartoscuro
“El Chapo” Guzmán, el otrora delincuente más buscado del mundo. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).– La captura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo, se dio luego de siete años de guerra armada contra el narcotráfico, iniciada en diciembre de 2006 por el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Esa guerra ha costado la vida de 121 mil 683 mexicanos, de acuerdo con cifras oficiales, mientras que otros 30 mil se reportan como desaparecidos.

Desde su fuga del Penal de Alta Seguridad de Puente Grande, Jalisco, el 19 de enero de 2001, “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa –considerado el más longevo e influyente en México– era el narcotraficante más buscado en el país y en el mundo, pues en más de una década logró conformar un emporio y franquiciar a su organización criminal en Estados Unidos, Sudamérica, Europa y Asia.

Guzmán Loera, ahora de 56 años de edad, fue detenido por primera vez el 9 de junio de 1993 en Guatemala, se le trasladó a México para ser recluido en el Penal de Alta Seguridad de Almoloya. El 22 de noviembre de 1995 se le envió a Puente Grande, de donde se fugó al inicio de la administración del ex Presidente panista Vicente Fox Quesada.

Hasta antes de esa fuga, no tenía fama, prestigio ni fortuna. No como la que amasó hasta el 22 de febrero de 2014. Sin embargo, a 13 años de su escape en un carro de lavandería y por la puerta principal del penal, no hubo hora que no trabajara para dejar de ser un don nadie. Se convirtió en el centro de las búsquedas de instancias de seguridad tanto en América como en Europa, Así y Oceanía, e incluso en una leyenda.

Al llegar Calderón Hinojosa a Los Pinos, “El Chapo” consolidó su cártel como el más poderoso de México y él se convirtió en el narcotraficante más famoso del mundo. El Buró Federal de Investigación en Estados Unidos (FBI) lo ubicó como el segundo criminal más buscado, sólo después del líder de la organización Al-Qaeda, Osama Bin Laden, quien fue abatido por militares estadounidenses el 1 de mayo de 2011.

Con el cierre del gobierno de Felipe Calderón también terminaron 12 años de panismo que comenzaron justo con la fuga y, luego, el fracaso para lograr la detención del narcotraficante sinaloense. Además, de los siete cárteles de la droga que operaban en México a la llegada de la administración calderonista en 2006, la guerra y la caída de algunos líderes los multiplicaron en 400 por ciento, pues ya para 2012 el propio gobierno reconoció estar combatiendo a al menos a 28 grupos criminales.

A Calderón, calificado como el “Presidente de la Guerra”, políticos, analistas y expertos en seguridad le criticaron que, durante su administración, no se dieran golpes importantes contra el Cártel de Sinaloa.

En menos de un año, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) acribillaron a Heriberto Lazcano Lazcano y detuvieron a su sucesor, Miguel Ángel Treviño, líderes del Cártel de Los Zetas, principal amenaza a la hegemonía del “Chapo” Guzmán.

Antes, marinos eliminaron a Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, cabeza de la organización que lleva su apellido y que era otra gran amenaza para el imperio de Guzmán Loera.

De Sinaloa, solamente Ignacio Coronel cayó muerto, pero varios datos apuntan a que la estructura del “Nacho” se desplazaba a favor de los hermanos Beltrán Leyva.

Los liderazgos emergidos tras la muerte de “El Barbas” y erigidos como cabezas de organizaciones regionales, también rivales del Cártel de Sinaloa, igualmente fueron capturados.

La Marina detuvo a Jorge Eduardo Costilla, jefe del Cártel del Golfo. El Ejército mexicano habría emboscado (no hay datos que lo confirmen) y muerto a Nazario Moreno, “El Chayo”, líder de la vertiente criminal hoy agrupada en Los Caballeros Templarios de Michoacán, y capturó a Jesús Méndez Vargas, jefe de la Familia Michoacana.

Las administraciones panistas se obcecaron en terminar con el Cártel de Tijuana y lograron los arrestos y concedieron las extradiciones de Benjamín y Francisco Javier Arellano Félix.

Mientras, el antes todopoderoso Cártel de Juárez también se fue consumiendo en medio de la enfermedad de Vicente Carrillo Fuentes, la prisión de Vicente Carrillo Leyva y el embate del Cártel de Sinaloa.

Todos caían en ese sexenio, menos Joaquín Guzmán Loera y sus principales socios: Ismael Zambada García, “El Mayo”, y Juan José Esparragoza, “El Azul”. A “El Chapo”, se dijo, “no lo agarran porque no quieren”.

CAE SIN UN SOLO TIRO

Pero finalmente ayer, a las 6:40 de la mañana, el capo más poderoso y escurridizo de México, con un fortuna superior a los mil millones de dólares, según la revista Forbes, fue detenido en el edificio de condominios Miramar, en Mazatlán, Sinaloa, por elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y “sin hacer un solo disparo”.

Desde las 10:00 horas del sábado, la agencia AP difundió un cable donde aseguraba, de acuerdo con un funcionario de alto rango del gobierno de EU, que Joaquín Guzmán Loera había sido detenido en Mazatlán.

“Esto es enorme, es grande. Muchos decían que nunca iba a ser posible capturarlo pero se hizo”, dijo el funcionario entrevistado a la AP.

Al también estadounidense The New York Times se filtró la fotografía de un hombre con el torso desnudo y sujetado por la cabeza por un marino, quien hasta ese momento se presumía era el narco nacido en Badiraguato, Sinaloa.

Además, fuentes de la policía local en Mazatlán dijeron a los medios de comunicación que elementos de la Marina habían realizado un operativo en la madrugada del sábado, con dos helicópteros y seis unidades terrestres artilladas en una torre de condominios de ese puerto turístico.

Por lo menos cinco personas fueron detenidas en la operación, dijeron entonces, y luego de los militares ingresaron a los condominios Miramar derribando puertas. Una hora después salieron con los detenidos, además de varias maletas y una camioneta de color blanco con placas de Sinaloa.

Otros medios reportaron que “El Chapo” habría sido detenido en compañía de una mujer, pues para nadie es un secreto que el capo tiene una fuerte debilidad por las mujeres. En Puente Grande, por ejemplo, compartió la cama con una cocinera de la prisión, pero también con Zulema, a quien se considera uno de sus grandes amores.

Luego de especulaciones y ríos de información en las redes sociales, la Secretaría de Gobernación (Segob) informó que daría una conferencia de prensa a las 11:30 horas, misma que cambió para las 13:00 en el hangar de la Secretaría de Marina en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Minutos antes de que esa conferencia iniciara, el propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto terminó con la zozobra.

Desde su cuenta de Twitter [@EPN] confirmó: “Reconozco la labor de las instituciones de seguridad del Estado mexicano, para lograr la aprehensión de Joaquín Guzmán Loera en Mazatlán”.

“La coordinación de la @SEGOB_mx, @SEDENAmx, @SEMAR_mx, @PGR_mx, @PoliciaFedMx y el CISEN, fue determinante. Felicidades a todos”, expuso en una segunda publicación.

“El @GobRep trabaja para garantizar la seguridad y el Estado de Derecho en el territorio y lograr un #MéxicoEnPaz”, manifestó en un último mensaje sobre el tema.

Pasadas las 14:00 horas del sábado, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, encabezó un mensaje a los medios nacionales y extranjeros reunidos en el hangar de la Semar. Ahí dijo que la detención de Guzmán Loera fue producto “de una operación de varios meses en una coordinación plena entre varias instancias del gobierno federal y fue impecablemente lograda por elementos de la Secretaría de Marina”.

La identidad del capo, dijo, fue comprobada al ciento por ciento por peritos de la PGR, y expuso que junto con “El Chapo” también detuvieron a otra persona, aunque no precisó detalles.

Las autoridades mexicanas, añadió, contaron con la “colaboración plena de las agencias de Estados Unidos”.

La operación para detener a “El Chapo”, relató, comenzó desde hace meses pero tuvo sus momentos definitivos en las últimas semanas.

“Entre el 13 y 17 febrero fueron localizados algunos domicilios en los que acostumbraba estar” en Culiacán, capital de Sinaloa. Sin embargo, su detención se dificultó porque esos domicilios estaban conectados con otras casas por medio de túneles e incluso por el sistema de drenaje.

En una ocasión, expuso Murillo Karam, se estuvo a punto de detenerlo pero las puertas de seguridad estaban reforzadas con acero en una de las casas donde había sido detectado, lo que provocó que las fuerzas federales tardaran en abrirla y el capo pudo escapar entonces.

“La prudencia y el sentido común hizo que no realizáramos la detención en un lugar donde se pudiera afectar a la ciudadanía”, expresó el Procurador quien no aceptó preguntas de las prensa, dio las gracias y se retiró.

Posteriormente, “El Chapo” fue sacado del hangar de la Secretaría de Marina. Por sólo unos segundos pudo ser visto por los representantes de los medios y por millones de mexicanos en las imágenes que difundieron las televisoras mexicanas.

Esposado y sujetado por elementos de la Semar, el narcotraficante caminó unos metros hacia un helicóptero de la Policía Federal (PF) que lo esperaba para ser trasladado al Penal de Alta Seguridad del Altiplano, situado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.

Apenas y si volteó a ver hacia dónde estaba la prensa. Caminó con la mirada en el suelo. Su actitud fue muy distinta a la de aquella ocasión, en junio de 1993, cuando al ser presentado ante la prensa observó a todos en tono desafiante y con una sonrisa socarrona.

GOBIERNO DE OBAMA CELEBRA LA CAPTURA

El gobierno de Estados Unidos y la prensa extranjera elogiaron al gobierno de México y al Presidente Enrique Peña Nieto por la detención de Joaquín Guzmán Loera.

El Procurador General de Estados Unidos, Eric Holder, y el Secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, destacaron la labor de los cuerpos de seguridad mexicanos en el operativo que derivó en la captura del líder del Cártel de Sinaloa.

“Fue un logro sin precedentes… Saludamos al gobierno de México y al profesionalismo y valor de las autoridades mexicanas”, expuso Holder en una declaración conjunta, a nombre del gobierno estadunidense.

Johnson calificó el arresto como una “victoria significativa y un parteaguas” en el esfuerzo de ambos países contra el narcotráfico.

Guzmán estaba considerado por el gobierno de Estados Unidos como uno de los criminales más poderosos y violentos de México. La DEA ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares a quien proporcionara información que llevara al arresto del capo sinaloense, cuya fotografía dejó de aparecer ayer mismo en la página de los más buscados.

La administración del Presidente Barack Obama, a través de Holder y Johnson, aseguró estar lista “continuar cooperando” con el gobierno mexicano en la lucha contra las drogas, y para “éxitos futuros”.

En tanto, la prensa estadounidense también celebró la captura del líder del Cártel de Sinaloa y lo calificó como un acontecimiento “enorme” en los anales de la justica de México y Estados Unidos.

Su arresto representa “un enorme y duro golpe” al más poderoso narcotraficante del mundo, afirmó la cadena de televisión CNN, al reproducir declaraciones de Phil Jordan, un veterano ex agente de la agencia estadounidense antidrogas, la DEA.

“Esto será un golpe significativo a las operaciones en general” del narcotráfico, aseguró Jordan, quien estimó que no sólo se verá afectado el abasto de drogas en el continente americano, sino también en Europa, a donde el “El Chapo” Guzmán Loera ya se había extendido.

El periódico The New York Times indicó que la captura de Guzmán Loera pone fin al principal abastecedor de drogas ilegales a Estados Unidos y a una buena parte del mundo. “Guzmán había adquirido con el tiempo un estatus casi mítico”, destacó el diario neoyorquino al recordar que el mexicano fue incluido en la lista de la revista Forbes de las personas más ricas del mundo y que sus hazañas, “reales o no, lo convirtieron en leyenda”.

El diario The Washington Post también resaltó la magnitud de la detención del capo, al titular la nota de su caída como: “Arrestado en México, el narcotraficante más poderoso del mundo”.

Los Ángeles Times expuso que “El Chapo” Guzmán era considerado el “máximo premio” y “la figura más difícil” en la lucha contra el narcotráfico en México. El rotativo californiano destacó que la captura se dio mediante un operativo conjunto entre las autoridades de México y Estados Unidos.

En tanto, la cadena de televisión NBC informó que además de los cargos que Guzmán Loera enfrentará en México, “El Chapo” es también requerido por cortes federales en seis distritos de Estados Unidos.

ACUSACIONES EN EU

Primera imagen que circuló de la captura del capo. Foto: Notimex
Primera imagen que circuló de la captura del capo. Foto: Notimex

Joaquín Guzmán Loera enfrenta a múltiples acusaciones federales de narcotráfico en Estados Unidos y estaba en la lista de los más buscados del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA).

“El Chapo” enfrenta acusaciones ante distintas cortes federales en Chicago, California, Nuevo México, Texas, Illinois y Nueva York.

La primera acusación en su contra presentada en ese país data de 1995. Fue interpuesta ante una Corte Federal de California por cargos de conspiración para importar cocaína y por lavado de dinero, entre otros. En ese entonces, Guzmán Loera se encontraba preso en una cárcel de alta seguridad en México, pugnando una condena por homicidio y narcotráfico. Sin embargo, “El Chapo” escapó de la cárcel el 19 de enero de 2001.

La acusación en California es la base de un pedido de extradición en su contra por parte del gobierno de Estados Unidos y de la recompensa de 5 millones de dólares que ofrecía la DEA por información que llevara a su captura desde diciembre de 2004.

Entre las diversas acusaciones en su contra destaca también una interpuesta en agosto de 2009 por diversos cargos de narcotráfico en una corte federal del Distrito de Illinois en Chicago.

En ésta se fincan también cargos contra los principales líderes del Cártel de Sinaloa, incluyendo a Ismael Zambada García, Jesús Vicente Zambada Niebla, Alfredo Guzmán Salazar, Germán Olivares, Tomas Arévalo, Alberto Vázquez, y Pedro y Margarito Flores, entre otros.

La más reciente de las acusaciones fue interpuesta en abril de 2012, en una Corte Federal en El Paso, Texas. “El Chapo” Guzmán fue acusado allí de 14 cargos federales, que incluyen acusaciones de que supervisó el contrabando de miles de kilogramos de marihuana y cocaína hacia Estados Unidos.

Los cargos también incluyen acusaciones de que sus lugartenientes secuestraron a un traficante de drogas en Texas y lo trasladaron a México, donde fue asesinado. Enlistan además conspiración para el lavado de dinero, posesión de armas de fuego en apoyo de delitos de tráfico de drogas, para matar en un país extranjero, asesinato en cumplimiento de una empresa criminal y secuestro.

En dos ocasiones, en 2001 y 2009, Estados Unidos había designado al capo sinaloense como un “significativo” traficante extranjero.

Guzmán Loera fue designado en 2013 como el “enemigo público número 1” de la ciudad de Chicago, mismo título que recibió originalmente Al Capone en 1930. La Comisión de Crimen de Chicago (CCC) y la Administración Federal Antidrogas (DEA) justificaron la designación bajo el argumento de que Chicago es uno de los mayores destinos de heroína, cocaína, marihuana y otras drogas contrabandeadas en esa ciudad por células del Cártel de Sinaloa.

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