Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).– La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), no ha tenido los resultados que se esperaban en la prevención, investigación y combate a las prácticas monopólicas en el país, e incluso, ha aceptado la fusión de empresas en diversos mercados, la mayoría de iniciativa privada. De acuerdo con académicos en competencia económica consultados por SinEmbargo, los monopolios siguen fortalecidos a pesar de que las reformas en la materia promovieron en sus leyes el combate al acaparamiento del mercado, lo que se traduce en malos servicios, productos de dudosa calidad, y precios altos para los consumidores.
En este escenario, los especialistas consideron que la actuación de la Cofece ha sido negativa, además de que los esfuerzos del organismo se han concentrado en el sector de las telecomunicaciones, dejando de lado otros grandes como el energético, el financiero y el de tiendas de autoservicio.
Con la aprobación de la Reforma en Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia (CFC) pasó a ser un órgano autónomo que garantizaría la libre competencia y concurrencia en los mercados. El 10 de septiembre de 2013 en la Cámara de Senadores, siete comisionados rindieron protesta a su cargo, liderados por la Comisionada Presidenta, Alejandra Palacios Prieto, que ocupará el puesto hasta el año 2022.
Tan sólo dos meses después, la nueva Cofece revocó la negación que la antigua CFC había dictado a la intención de Cinemex de comprar Cinemark. El argumento que presentaron fue que Cinemark no representaba ya una competencia, por lo que no habría afectaciones por tal fusión.
De acuerdo con una entrevista realizada a Palacios Prieto en el Senado de la República sobre este tema, la Comisionada negó que este acto creara un mercado dominado por un duopolio (Cinemex y Cinépolis), “yo no lo diría en esos términos. Básicamente entre Cinemex y Cinépolis van a tener aproximadamente el 90 por ciento del mercado. Aquí lo importante tiene que ver con la presión competitiva, o sea, ese tercer jugador, que era Cinemark, en realidad no estaba generando presión competitiva en el mercado […] las decisiones que tomamos no tienen que ver con el número de empresas en las industrias sino con la presión competitiva que generan y eso es lo que nosotros tenemos que operar”, comentó.
Este hecho, para el Doctor Antonio Ruíz Porras, investigador de la Universidad de Guadalajara, impulsó la concentración, por lo que los precios en el sector se vieron notoriamente incrementados, “la decisión no muy atinada, a final de cuentas, en el caso particular de los cines, lo que es evidente ahora es que hay muy poca competencia. Por una parte podemos ver las grandes cadenas y por otra, una serie de cines independientes están desapareciendo. En ese sentido considero que no fue una medida que se haya hecho para evitar la concentración del mercado, sino que todo lo contrario”, comentó.
De acuerdo con el académico del Tec de Monterrey, Miguel Ángel Rendón Valdés, por las lagunas en la ley, queda un resquicio para posibles actos de corrupción, “son negocios multimillonarios, es dinero y hay que llegar a el a cualquier costo. Queda la duda”, dijo.
Algo similar sucedió con la reciente compra de Soriana, que por 39 mil 200 millones de pesos en efectivo se hizo de la Comercial Mexicana.
“La compra de Cinemark y de la Comercial Mexicana, más que reflejar un incremento en la competencia, refleja una mayor concentración de los mercados, lo que es sumamente negativo, ya que una mayor concentración en la práctica se traduce en precios más altos para los consumidores y además, en la calidad de los servicios que ofrecen las empresas”, consideró Ruíz Porras.
LA COMPETENCIA DE ENERGÉTICOS
Con la aprobación de la Reforma Energética, la promesa de apertura en el mercado, fue uno de los argumentos más fuertes para generar simpatía de nacionales y extranjeros. Para los analistas, las acciones deben concentrarse en el beneficio directo para el consumidor, por lo que la Cofece debe hacer frente a los retos.
“En materia energética, el consumidor, que son las familias, las empresas, que necesitan distintos energéticos e hidrocarburos y que consumen a diario, al final debería verse reflejado en un beneficio para su bolsillo”.
“En los últimos dos años el combate a los monopolios se ha enfocado al sector de telecomunicaciones. […] cuando hay grandes monopolios como Pemex, que aunque la Reforma Energética llega y permitirá que haya una mayor competencia, esto todavía no se ve y lo mismo pasa con el resto de las Reformas”, comentó el académico de Guadalajara.
Desde su perspectiva, México como importador de gasolina ha generado que Pemex saque un gran provecho con los precios de ésta, por lo que con la Reforma, los precios tienen que homologarse con los del resto del mundo, “es paradójico que en un momento donde están bajando los precios en el mundo, aquí están subiendo, eso no pasaría en un mercado competitivo”, señaló.
